Los dos países están enfrentados por la afirmación de Estados Unidos de que Beijing roba tecnología y presiona a las empresas estadounidenses para que entreguen secretos comerciales para convertir empresas nacionales en líderes mundiales en robótica, autos eléctricos y otras industrias avanzadas.
Hasta finales de la semana pasada, funcionarios del gobierno de Trump sugerían que los negociadores estaban realizando avances firmes.
Por Paul Wiseman
WASHINGTON, 9 de mayo (AP).— Negociadores de Washington y Beijing retomarán el diálogo comercial este jueves, horas antes de que entren en vigor los planes de Estados Unidos para elevar los aranceles sobre las importaciones de China en un dramático empeoramiento de las tensiones entre las dos mayores economías del mundo.
En Beijing, funcionarios dijeron que China tomará represalias si Donald Trump cumple su amenaza, aunque no ofrecieron detalles sobre sanciones concretas.
La situación se complicó cuando el Representante Comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, acusaron a la delegación china de renegar de los compromisos que habían alcanzado en rondas previas de las negociaciones. En respuesta a este retroceso, Estados Unidos elevará los aranceles sobre importaciones chinas valoradas en 200 mil millones de dólares del 10 al 25 por ciento a partir de las 00:01 EDT del viernes.
Los dos países están enfrentados por la afirmación de Washington de que Beijing roba tecnología y presiona a las empresas estadounidenses para que entreguen secretos comerciales como parte de una agresiva campaña para convertir empresas nacionales en líderes mundiales en robótica, autos eléctricos y otras industrias avanzadas.
El revés fue inesperado. Hasta finales de la semana pasada, funcionarios del gobierno de Trump sugerían que los negociadores estaban realizando avances firmes.
Las autoridades estadounidenses señalan que tuvieron indicios del cambio de opinión de China sobre los acuerdos anteriores durante las negociaciones de la semana pasada en Beijing, pero se hicieron más evidentes en intercambios durante el fin de semana. No identificaron los temas en discusión.
El domingo, Trump recurrió a Twitter para expresar su frustración por el ritmo al que se desarrollaban las conversaciones. "El Acuerdo de Comercio con China continúa, pero muy lentamente, mientras ellos tratan de renegociar. ¡No!", escribió el presidente amenazando con incrementar los aranceles. Además dijo que iría más allá e impondría impuestos del 25 por ciento a importaciones chinas por importe de otros 325 mil millones de dólares, lo que cubriría todo lo que el gigante asiático comercializa en Estados Unidos.
Las autoridades estadounidenses insisten en que cualquier acuerdo debe aplicarse de forma estricta para que China acate sus promesas, algo que según dicen Beijing no hizo en el pasado. Tampoco está claro qué ocurrirá con los aranceles estadounidenses sobre las importaciones chinas: Beijing quiere que se retiren mientras Washington opta por mantenerlos en el tiempo como medida de presión para el cumplimiento de los pactos.
CHINA RESPONDE
China anunció el jueves que adoptará represalias si el presidente Donald Trump insiste en incrementar los aranceles a las mercancías chinas, lo que exacerba las tensiones antes de la próxima reunión de las partes en Washington.
Beijing se verá obligado “a adoptar las contramedidas necesarias” si los aumentos se aplican el viernes como se anunció, dijo el Ministerio de Comercio, aunque no facilitó detalles de sus posibles maniobras punitivas.
“China lamenta profundamente que, si las medidas arancelarias estadounidenses son llevadas a cabo, tendrá que adoptar las contramedidas necesarias”, señaló el Ministerio de Comercio en un comunicado.
En las negociaciones también se han abordado las quejas de Washington contra el superávit comercial de China y los planes encabezados por Beijing de crear competidores chinos en robótica y otros campos. Estados Unidos, Europa, Japón y otros socios comerciales afirman que esos designios violan los compromisos del gobierno chino a la apertura de mercados.
China respondió imponiendo medidas punitivas sobre importaciones estadounidenses valoradas en 110 mil millones de dólares, pero se le están acabando las mercancías que podría castigar debido al abrumador superávit comercial que tiene con Estados Unidos.
Beijing llevó las represalias más allá de las importaciones, al obstaculizar las actividades de las compañías estadounidenses en China. Las autoridades han demorado las autorizaciones aduanales a los envíos de esas compañías, así como la entrega de licencias a empresas financieras y de otros sectores.
Las autoridades chinas cuentan con otros instrumentos punitivos, tales como la aplicación de investigaciones fiscales, antimonopólicas y de otra índole que pueden obstaculizar el funcionamiento de una compañía.