En los últimos años, había disminuido el fervor de la Semana Santa debido a las restricciones impuestas por la COVID-19, como el distanciamiento social y el uso de mascarilla. Sin embargo, este año, numerosos devotos se reunieron en grandes números como antes de que la pandemia cambiara la naturaleza de esta observancia religiosa.
WASHINGTON (AP).- Desde ataviarse como soldados Romanos en Antigua, Guatemala, hasta cargar palmas por las calles de Lagos, Nigeria, los cristianos de todo el mundo han festejado la Semana Santa.
Para millones de cristianos, la Semana Santa es el periodo más sagrado del año entre el Domingo de Ramos y la Pascua. Es la temporada en la que los cristianos conmemoran la pasión de Jesucristo.
La Semana Santa comenzó el Domingo de Ramos, cuando el Papa Francisco celebró una misa en la Plaza de San Pedro, un día después de que lo dieran de alta del Hospital de la Universidad Agostino Gemelli en Roma, donde lo atendieron de bronquitis, según el Vaticano.
En el altiplano de Bolivia, artistas participaron en un evento anual en el que elaboran esculturas de arena basadas en historias de la Biblia. Los devotos en Brasil llevaron puestas túnicas y capuchas para participar en la Procesión de las Almas en el estado de Goiás.
Y en Managua, Nicaragua, un niño se disfrazó de ángel durante un acto con motivo del Viernes Santo, en el que un devoto embozado sostenía una pancarta con una ilustración de Jesucristo en una cruz.
Al otro lado del mundo, monjas católicas marcharon con velas durante una procesión del Jueves Santo en la Iglesia del Santo Sepulcro en la Ciudad Antigua de Jerusalén. En este lugar, Jesus fue crucificado y enterrado, según la tradición religiosa.
En Haití se realizó una representación del Viacrucis el Viernes Santo en Puerto Príncipe. En España, los fieles se desplazaron por las calles con el palio de la Virgen Maria en Sevilla.
La Semana Santa de 2023 marcó un año para reunirse en oración.