Netanyahu lidera por la mínima las elecciones en Israel con 99% de los votos escrutados

09/04/2019 - 10:00 pm

Según los datos del Comité Central Electoral, el Likud obtendría un 26.47 por ciento de las papeletas, frente a un 26,11 por ciento de Azul y Blanco, que le iría por detrás.

Por Ana Cárdenes

Jerusalén, 9 de abril (EFE).-El partido Likud, del Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aventaja por la mínima a la coalición centrista Azul y Blanco de Beni Gantz con el 99 por ciento de los votos escrutados, tras los comicios celebrados este martes en Israel.

Según los datos del Comité Central Electoral, con más 3.9 millones de los votos escrutados, el Likud obtendría un 26.47 por ciento de las papeletas, frente a un 26,11 por ciento de Azul y Blanco, que le iría por detrás.

El primer ministro de Israel y jefe del partido Likud, Benjamin. Foto: Abir Sultan/ EFE

La participación electoral en estos comicios fue de 4.016.310 votantes, alrededor del 67 por ciento, casi cuatro puntos menor que en los anteriores comicios legislativos de 2015, señaló el digital local Times of Israel.

Durante el proceso de recuentoNetanyahu clamó victoria en un discurso esta madrugada ante los miembros de su partido y sus simpatizantes en Tel Aviv, en el que consideró haber obtenido “una victoria increíble”, y, a la espera del recuento final de todos los votos, añadió que significa “un logro inimaginable” y “casi inconcebible”.

REÑIDA JORNADA ELECTORAL

El Likud del Primer Ministro, Benjamín Netanyahu, aventaja a la coalición centrista Azul y Blanco de Beni Gantz con cerca del 20 por ciento de los votos escrutados de los comicios celebrados este martes en Israel.

Según el Comité Central Electoral, con 825.205 votos emitidos (un 18.3 por ciento escrutado), el Likud obtendría un 29.15 por ciento de las papeletas, frente a un 25.27 por ciento de Azul y Blanco.

Tanto Netanyahu como el ex Jefe del Estado Mayor Gantz, se dieron como ganadores de los comicios al cerrar las urnas, con los primeros datos de las encuestas a pie de urna en esta muy reñida jornada electoral.

La mayoría de los sondeos daban al Azul y Blanco como el partido más votado, con una diferencia de entre tres y seis escaños del Likud del Jefe del Gobierno, lo que sin embargo no le garantizaba el encargo de la formación del próximo Ejecutivo.

“Ganamos. ¡El pueblo de Israel ha hablado! Gracias a miles de activistas y más de un millón de votantes. En estas elecciones hay un claro ganador y un claro perdedor. Bibi prometió 40 asientos y perdió a lo grande”, dijeron en un mensaje Gantz y Yair Lapid, cabezas de lista de Azul y Blanco, tras conocerse las encuestas.

Netanyahu, por su parte, hizo cuentas y proclamó que “el bloque de la derecha liderado por el Likud ha ganado una victoria definitiva”. “Agradezco a los ciudadanos de Israel la confianza. Empezaré a formar una coalición de gobierno con nuestros socios naturales esta noche”, anunció en su cuenta de Twitter.

Un empleado de la Corporación Eléctrica de Israel trabaja junto a carteles electorales que muestran, de izquierda a derecha, al primer ministro israelí y líder del partido Likud, Benjamin Netanyahu; y a los líderes del partido Azul y Blanco Moshe Yaalon, Benny Gantz y Yair Lapid. Foto: Oded Balilty, AP

De hecho, el Jefe del Gobierno se puso en contacto en cuanto comenzó el recuento con los líderes de Kulanu (Moshe Kahlon), Israel Nuestro Hogar (Avigdor Lieberman) y del religioso Shas (Aryeh Deri), para asegurarse que le recomiendan al Presidente, Reuvén Rivlin (también del Likud) para la tarea de formar el próximo Ejecutivo.

Las encuestas indican como más probable la formación de un Gobierno de derechas, al calcular al bloque de centro e izquierda entre 56 y 60 escaños y a la derecha entre 60 y 66. Pero los resultados están muy ajustados y nada será definitivo hasta el recuento final, del que no se espera tener una imagen clara hasta las siete de la mañana del miércoles (4.00 GMT).

Rivlin tiene que elegir al candidato que más posibilidades tenga de unir una coalición y que más represente el voto popular, pero no necesariamente tiene que entregarle el encargo al líder más votado.

Desde que cerraron las urnas, los candidatos de la coalición centrista Azul y Blanco, sus equipos de campaña y simpatizantes celebraron en una sede habilitada para ello en Tel Aviv los prometedores resultados.

“Estamos muy felices. Es una victoria clara. Es muy difícil crear una coalición en Israel, pero estos resultados prueban de que el país expresó muy claramente que no quiere a Benjamín Netanyahu”, dijo a EFE un seguidor del grupo centrista, Guy Levy, en un ambiente festivo.

“Nos sentimos libres. Es posible. Tenemos una larga noche para hasta los resultados finales, pero por primera vez se puede sentir un aire de cambio”, agregó Uri Shapira, miembro de la campaña de esta formación.

Gantz se presentó en su primer discurso como el Primer Ministro de todos los israelíes, no solo de los que le votaron y calificó el “día de histórico”.

“Nuestra gente votó la unidad y rechazó la división”, declaró en referencia a lo que considera representa Netanyahu.

En la cercana sede de celebración del Likud, menos concurrida y festiva a primera hora de la noche, Uzi Dayan, número 33 de la lista aseguró a EFE: “El Likud se siente bien con los resultados (preliminares)”

“La buena noticia es que tenemos todos los ingredientes para crear un nuevo gobierno de coalición”, aseguró.

Simpatizantes del partido Azul y Blanco celebran en la sede de campaña del partido. Foto: Sebastian Scheiner, AP

La jornada, festivo nacional, estuvo marcada por un alto abstencionismo en las localidades árabes de Israel, que habían sido llamadas a boicotear las elecciones, pero finalmente la participación fue de un 71.4 por ciento según el Comité Electoral Central, una cifra muy similar al 71.8 de los anteriores comicios (2015).La falta de voto en el sector árabe podría dejar fuera a una de las dos listas de partidos árabes, Ram-Tal, que se juega llegar al 3.25 por ciento para obtener escaños.

El incidente más grave hoy, de hecho, tuvo lugar en centros de voto de ciudades árabes, donde observadores y apoderados del Likud fueron descubiertos con cámaras ocultas, lo que obligó a la Policía a intervenir, retirando hasta 1.200 cámaras, en un suceso que el Comité Central Electoral calificó la acción de “ilegal”.

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