Rubén Moreira Valdez pasó cinco años prometiendo hacerse cargo de la seguridad “sin bajar la guardia”. Los homicidios dolosos en su administración aumentaron 38.22 por ciento y Los Zetas aún operan en Coahuila, de acuerdo con la DEA. El Gobernador priista se olvidó de cumplir los cientos de compromisos que firmó cuando era candidato, entre ellos reducir la deuda que dejó su hermano y la cual se mantiene en más de 36 mil millones de pesos. A los familiares de desaparecidos tampoco les cumplió, a pesar de haber promulgado una la Ley para la localización, recuperación e identificación forense. Hoy Coahuila es el cuarto estado en el que más fosas se han hallado, y a pesar de tener en su poder miles de muestras biológicas, ningún resto ha sido identificado.
Envuelto en la polémica desde antes de que asumiera el Gobierno, Rubén Moreira está a siete meses de dejar su cargo en medio de acusaciones de presunto peculado “y lo que resulte”. También enfrenta una posible ruptura con su hermano Humberto, quien ha revelado en más de una ocasión que él lo puso en la gubernatura coahuilense.
Ciudad de México, 9 de abril (SinEmbargo).– Era 19 de mayo de 2011, el cuarto día de campaña rumbo a la gubernatura de Coahuila, y Rubén Ignacio Moreira Valdez, el candidato de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal), ya había recorrido 18 municipios con el programa “Papelito Habla” firmando ante Notario Público más de 600 compromisos –tan sólo en Torreón firmó 120–. Casi al final de su sexenio, aún se desconoce cuántos de esos compromisos han sido cumplidos.
Al tomar protesta como Gobernador, Rubén Moreira empleó su primer slogan: “Aquí se sonríe”, el cual recibió críticas por parte de la oposición, de ciudadanos y de activistas por la crisis financiera, política y de inseguridad que había dejado la administración pasada, la de su hermano Humberto Moreira Valdés. La intención de esa frase, explicó el mandatario, era crear un estado de ánimo positivo entre los coahuilenses, pero no tuvo éxito y en los meses siguientes el slogan fue cambiado hasta en seis ocasiones.
“Más mejor” fue otro de los polémicos lemas y con el que inició su campaña a Gobernador. Hacía referencia a que la administración de su hermano fue buena, pero la de Rubén Moreira sería “más que bien”, porque él era “el indicado”. Prometía más seguridad, más educación y más trabajo para un estado “mejor”. Este slogan fue premiado en 2012 por el Foro Reed Latino, mientras los compromisos se seguían acumulando.
En la recta final de su Gobierno, la administración de Rubén Moreira se alza con el slogan “Coahuila con seguridad avanza”. En cada uno de los informes de gobierno que presentó a lo largo de estos cinco años, el priista reiteraba que la seguridad sería su prioridad, que él la atendería de manera personal y que no bajaría la guardia. El Gobernador ha repetido en cada spot, y siempre que tiene oportunidad, su combate al crimen organizado y los avances en procuración de justicia.
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La cruzada publicitaria de Rubén Moreira inicialmente trató de fijar la idea de que “la violencia llegó a tope”. Después vino el “no toleraré que tomen al estado”. A continuación, “el Gobierno de Estados Unidos ya no ve inseguridad en Coahuila”. Posteriormente, la afirmación de que “la gente sale con más confianza a la calle”. Y ahora, a siete meses de dejar su cargo, dice que “hay que cambiar la percepción” de la violencia.
Coahuila es, junto con Tamaulipas, la entidad que más erogó en comunicación social con 995 millones de pesos tan sólo en 2015, de acuerdo con un informe de la organización Fundar. En los spots que circulan en Internet se destacan los “compromisos cumplidos” con la educación, el campo, la generación de empleos y de inversiones y, lo que podría considerarse “su más esperado logro”, la eliminación de la tenencia vehicular, algo que debió cumplirse desde 2012, como lo prometió en campaña.
En noviembre pasado, al presentar su Quinto Informe de Gobierno, Moreira Valdez enumeró cinco rubros para atender en lo que queda de su administración. Son los mismos rubros que refirió a lo largo de todo su Gobierno por ser su “prioridad” y desde que inició campaña, y que a continuación se desglosan.
HACER FRENTE A LA INSEGURIDAD
Moreira Valdez ha asegurado que Coahuila avanzó en todos los rubros gracias a que erradicó a la organización criminal que, dijo, se había apoderado de la entidad. Hasta diciembre de 2015, Los Zetas seguían operando en el estado históricamente gobernado por el PRI, según un informe de la Agencia para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
Desde hace 12 años, Coahuila no sólo tiene la huella de los Moreira, también de Los Zetas. Cuando Rubén Moreira asumió como Gobernador aseguró que la entidad estaba en manos de grupos de la delincuencia organizada, sin aludir a la administración de su hermano Humberto, “a tal extremo que intervino para apoyar a un partido político para que ganara las elecciones” y para tener a su mando a funcionarios y a las policías municipales.
“El crimen es como una infección, empieza a tener efectos por todas partes de tu cuerpo, ese es el narcotráfico. El narco se mete en todo, el narco se mete en los negocios, en los deportes, en la vida social, también en la política, en todas partes se puede meter”, expresó entonces el mandatario estatal. Posteriormente, ex integrantes de Los Zetas afirmaron ante la justicia estadounidense que los hermanos Moreira habían pactado con la organización, algo que en días recientes confirmó el ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Mientras el profesor Rubén Moreira se ostenta como el héroe que rescató a Coahuila del crimen organizado y quien logró disminuir 91 por ciento las ejecuciones en cinco años, las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) lo contradicen: en lo que va de su administración suman 2 mil 372 homicidios dolosos, 38.22 por ciento más que los registrados en el sexenio de su hermano [1,716].
BÚSQUEDA DE DESAPARECIDOS Y DDHH
Al asumir la gubernatura, Moreira Valdez reconoció que la cifra de víctimas de desaparición forzada en Coahuila podría ser hasta cinco veces más de los casos denunciados [200]. Adelantó que en enero de 2012 pondría en marcha un plan para conocer el número exacto de los ausentes y encontrarlos. Hasta hoy se desconoce la cifra.
En diciembre pasado, el Gobierno de Moreira y la Oficina en México de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) promulgaron la ley para la localización, recuperación e identificación forense de personas en Coahuila, que tampoco ha rendido frutos.
De 2011 a la fecha se ha reportado la desaparición de mil 791 personas, 458 cuerpos han sido hallados en fosas comunes [hasta ahora sin identificar], se han localizado 78 cementerios clandestinos y se recabaron 7 mil 891 muestras biológicas, de acuerdo con información proporcionada por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) al diario Vanguardia.
Uno de las fosas que más destaca es, sin duda, la ubicada en 2015 en el ejido de Patrocinio, en San Pedro de las Colinas, donde se han encontrado 3 mil 147 restos humanos presuntamente enterrados por miembros del crimen organizado.
De acuerdo con en el “Informe Especial sobre Desaparición de Personas y Fosas Clandestinas en México” de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Coahuila es el cuarto estado con mayor número de fosas localizadas en los últimos nueve años [51 con 13 mil 825 restos óseos].
Las investigaciones por la desaparición de unas 300 personas en el municipio de Allende en abril de 2011, se iniciaron en diciembre de ese mismo año. En octubre de 2014, en medio del ataque que sufrieron los normalistas de Ayotzinapa, en Guerrero, Rubén Moreira refrendó su compromiso en la búsqueda de desaparecidos en Coahuila y previó que las indagatorias concluirían con éxito en noviembre de ese año.
“Vi el reporte del Departamento de Estado [de Estados Unidos]. Que las menciones que hace buenas en México, son en Coahuila; que es el tema de Allende, el tema de rescate de jornaleros. Vamos a seguir en esos dos temas”, expresó en marzo pasado el también el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago).
Lejos de cumplir su promesa, activistas y familiares de desaparecidos han acusado a los Moreira de ser cómplices de la masacre cometida por Los Zetas en la entidad, por lo que preparan una denuncia ante la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de lesa humanidad.
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CRECIMIENTO ECONÓMICO
El crecimiento económico de Coahuila “no para”, porque es un “estado potente” y “líder en empleo”. Con estas afirmaciones es como se despide Moreira Valdez de su administración, en la que, aseguró, se invirtieron 6 mil 100 millones de pesos en construcción de carreteras y caminos, se rebasó la meta en la generación de empleos formales [140 mil, pero el reto era de 150 mil] y se cerró la brecha de desigualdad social.
En 2015, el Indicador Trimestral de la Actividad Económica (ITAEE) registró un crecimiento de 2.0 en Coahuila. Ese rubro no es el que preocupa, sino el de la deuda, que está cerca de los 37 mil millones de pesos. De esta manera, la entidad se mantiene en semáforo rojo y como la cuarta más endeudada, únicamente después de Chihuahua, Quintana Roo y Chiapas, de acuerdo con el medidor de “México, ¿Cómo vamos?”.
Reducir la “mega deuda” que dejó “El Profe” Humberto también fue promesa de campaña de Rubén Moreira. Su administración ha abonado alrededor de 10 mil millones de pesos al pago de la deuda de su hermano y, aun así, la Secretaría de Finanzas de Coahuila reporta que la deuda bancaria total es de 36 mil 629 millones de pesos.
En Coahuila, 885 mil personas viven en pobreza, esto es el 30.2 por ciento de la población, un 2.3 por ciento más que en 2012, de acuerdo con el último registro del Consejo Nacional de Evaluación de Desarrollo Social (Coneval).
Si se considera que en 2011, cuando Rubén Moreira inició su gestión, el 28.6 por ciento de los coahuilenses vivía en pobreza laboral, en cinco años se registró una disminución de 0.4 puntos porcentuales.
DEFENSA DEL MEDIO AMBIENTE
El agua potable de Coahuila tiene un nivel considerable de contaminación con arsénico.
Al asumir la gubernatura, Rubén Moreira se comprometió a mejorar la calidad del agua y del medio ambiente, pero fue hasta el pasado 10 de marzo que Roberto Ramírez de la Parra, director nacional de la Comisión Nacional de Agua (Conagua), anunció que se resolverá en este año el problema del arsénico en el agua que padece la zona de La Laguna.
De acuerdo con el funcionario, la situación del arsénico en el agua de Coahuila “es una cuestión natural que existe en el subsuelo en esta parte del territorio nacional”, por lo que comenzaron a colocarse potabilizadoras a pie de pozo para que justo después de la extracción se pueda remover el arsénico.
La Conagua intervino no porque lo solicitara el Gobernador de Coahuila, sino porque el compromiso con la limpieza del vital líquido también fue firmado por la Presidencia de la República. Esta iniciativa ha sido criticada por la oposición, pues considera que Rubén Moreira está dando resolución a algo que prometió desde que era candidato justo cuando están por celebrarse las próximas elecciones.
Las promesas de Rubén Moreira en campaña fueron muchas, pero la realidad hoy en Coahuila no dista de la entidad que fue gobernada por su hermano, y por Los Zetas: los homicidios, secuestros y extorsiones van a la alza, igual que el endeudamiento.
Moreira Valdez está a siete meses de dejar su cargo y ya enfrenta, junto con su hermano Humberto y el candidato del PRI a la gubernatura del estado, Miguel Ángel Riquelme, acusaciones de peculado y “lo que resulte”.