Los mercados financieros se han alarmado por la velocidad con que el coronavirus que causa COVID-19 salió de China y se propagó en todo el mundo. El virus ha infectado a casi 114 mil personas en 111 países y regiones, matando a casi 4 mil personas. Italia impuso el martes restricciones de viaje a nivel nacional y es casi seguro que caiga en una recesión.
WASHINGTON (AP) — Nadie sabe dónde se presentará el próximo caso de coronavirus, si las autoridades podrán contenerlo o qué tanto daño dejará a su paso. Pero los inversionistas profesionales prefieren no arriesgarse.
Atemorizados por la incertidumbre generada por el brote y una inoportuna guerra petrolera entre Rusia y Arabia Saudí, los operadores de Wall Street cayeron en pánico el lunes y comenzaron a vender acciones, convirtiendo un retroceso constante en un desplome absoluto en la peor jornada desde la crisis financiera de 2008. En busca de seguridad, destinaron fondos a comprar bonos del Tesoro, lo que llevó las tasas de interés referencial a mínimos históricos.
“Todos están especulando y asumiendo lo peor”, dijo Robin Brooks, economista en jefe del Institute of International Finance, una asociación banquera internacional.
El promedio industrial Dow Jones cayó casi 8 por ciento, con lo que las bolsas estadounidenses se acercaron a un mercado bajista.
No obstante, los asesores financieros les dieron este consejo a los inversionistas comunes: Recuerden sus objetivos a largo plazo y eviten actuar de forma apresurada.
Los mercados financieros se han alarmado por la velocidad con que el coronavirus que causa COVID-19 salió de China y se propagó en todo el mundo. El virus ha infectado a casi 114 mil personas en 111 países y regiones, matando a casi 4 mil personas. Italia impuso el martes restricciones de viaje a nivel nacional y es casi seguro que caiga en una recesión.
Los viajes de negocios y placer en todo el mundo han caído abruptamente debido al brote. El resultado es un duro golpe financiero a las industrias de viajes y turismo, así como para las pequeñas empresas que dependen de esos clientes.
En Estados Unidos, Jeff Schulze, estratega de inversiones para ClearBridge Investments, dijo: “las posibilidades de una recesión se han incrementado materialmente”.
Después del cierre de mercados el lunes, el presidente Donald Trump dijo que su gobierno pedirá al Congreso un recorte de impuestos y que proporcione ayuda a los estadounidenses que deben permanecer en casa debido al virus y no pueden salir a trabajar. Las medidas tienen el objetivo de apuntalar la economía y calmar los temores de una recesión.
“La economía estará en muy buena forma en un año”, dijo el Secretario del Tesoro Steven Mnuchin. “Esto no es como la crisis financiera”.
La ansiedad aumenta junto con las dudas: ¿Qué tan rápido se seguirá propagando el virus? ¿Qué tan letal resultará? ¿Las autoridades serán capaces de controlarlo? ¿El crecimiento económico resultará afectado por las medidas que se tomen, incluyendo las cuarentenas masivas?
“Hay mucha incertidumbre. Sabemos lo que la incertidumbre causa en los mercados”, dijo Jacob Kirkegaard, miembro del Instituto Peterson de Economía Internacional. “Es una crisis que está aquí y ahora, y es global”.
Sumándose al caos, los precios del petróleo se desplomaron el lunes después de que Arabia Saudí prometió incrementar su producción, echando por la borda los planes de abstenerse y aumentar los precios. Esa es una mala noticia para países y compañías que necesitan de precios más elevados del crudo para equilibrar sus presupuestos, pagar sus deudas o generar ganancias.
A continuación, lo que los inversionistas necesitan saber sobre lo sucedido el lunes en los mercados:
¿EL MERCADO ALCISTA ESTÁ EN PELIGRO?
Fue hace 11 años que se detuvieron los declives en el mercado bursátil a causa de la recesión y que comenzó el mercado alcista actual. Pero el lunes no fue precisamente una fiesta de cumpleaños.
El S&P 500 perdió 7.6 por ciento y ahora se encuentra 18.9 por ciento debajo de su máximo histórico más reciente, impuesto el mes pasado. Si ese declive alcanza el 20 por ciento será el fin del mercado alcista y el mercado bajista estará en marcha. El último mercado a la baja fue de octubre de 2007 a marzo de 2009, y el S&P 500 perdió casi 57 por ciento.
¿RECESIÓN A LA VISTA?
Los economistas se apresuran a reducir sus pronósticos económicos. El virus — y las medidas a fin de combatirlo — están afectando al comercio.
El caos en los mercados podría empeorar las cosas al socavar la confianza de los consumidores estadounidenses, la fuerza que ha impulsado la histórica expansión económica del país, la cual se encuentra en su 11er año.
El Instituto de Finanzas Internacionales señala que la economía global podría crecer apenas un 1% este año, prácticamente una recesión, y su peor registro desde la crisis financiera. En 2019, el crecimiento global fue de 2.6 por ciento.
A los economistas les preocupa que la Fed y otros bancos centrales no puedan hacer mucho para ayudar. Después de recortar su tasa de interés referencia a un rango de entre 1 y 1.25 por ciento la semana pasada, la Fed no tiene mucho más de donde cortar.
Y la postura poco convencional de la Fed durante la crisis financiera — comprar bonos para bajar las tasas a largo plazo — no ofrece mucho estímulo cuando las tasas a largo plazo ya se encuentran en mínimos históricos.
Mark Zandi, economista en jefe en Moody’s Analytics, dijo que el Congreso debería considerar la aprobación de un paquete por 100 mil millones de dólares para brindar prestaciones por desempleo emergentes a las personas que no pueden trabajar por el cierre relacionado al virus, y para cubrir gastos médicos de personas que lo contraigan pero que no cuenten con una cobertura de seguro adecuada.
ESCAPE A LA SEGURIDAD
Las tasas de interés en diversos bonos del Gobierno estadounidense se han desplomado a mínimos históricos conforme los inversionistas se alejan de las acciones en busca de la relativa seguridad de los certificados del Tesoro. Cuando el precio de los bonos sube, su tasa de interés o rendimiento baja.
El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años — una referencia para hipotecas y otras deudas del consumidor — estaba en 1.9 por ciento apenas el 24 de diciembre. El lunes cayó a 0.34 por ciento antes de cerrar la jornada en 0.498 por ciento.
Las tasas de interés bajas o negativas pueden facilitar los préstamos de compañías y consumidores, estimulando la actividad económica.
MANCHA PETROLERA
Cualquiera que llegue a la gasolinera para darse cuenta de los precios más bajos respecto a la última vez que llenaron el tanque, se preguntará ¿por qué los precios bajos serían algo malo?
Sin embargo, el precio más bajo de la gasolina no necesariamente beneficia a la economía general de Estados Unidos. Cuando los precios en el sector energético caen, las compañías de energía tienden a reducir sus inversiones y empleos. El jefe de estrategia global de JP Morgan David Kelly advierte que “los gastos para infraestructura energética podrían sufrir un duro impacto”. Por ejemplo, la caída libre en los precios de la gasolina causó un fuerte declive en la inversión empresarial estadounidense en 2016, uno de los motivos por los que el crecimiento económico en el país se desaceleró a 1.6 por ciento ese año en comparación con el 2.9 por ciento de 2015.
Los precios del crudo cayeron casi 25 por ciento el lunes, su mayor declive desde 2008, cuando los empleadores que recortaban cientos de miles de empleos en Estados Unidos. La causa del desplome: Un enfrentamiento entre Rusia y Arabia Saudí sobre la reducción de la producción para impulsar el aumento de precios.
NO CAIGA EN PÁNICO
El impulso de vender sus acciones o, al menos reacomodar su portafolio, se intensifica con la agitación de los mercados. Pero aunque los inversionistas profesionales hacen movimientos por enormes cantidades para anticiparse al mercado, el consejo para los inversionistas al por menor es apegarse a su plan.
Los expertos dicen que lo mejor que pueden hacer las personas que se aferran a sus acciones en pro de sus objetivos a largo plazo es aguantar el golpe. Ojalá que quienes están cerca de jubilarse no tengan todo su dinero dentro de un calcetín, pero deben contactar a un profesional para obtener el mejor consejo de acuerdo a su situación.