Ciudad de México, 9 de marzo (SinEmbargo).- A lo largo de sus 18 temporadas en Grandes Ligas, Mariano Rivera no ha ocupado una mirada intimidante, una barba descabellada, o distintas excentricidades que la mayoría de los cerradores emplean para dominar mental o deportivamente a sus rivales.
El mismo semblante pasivo con el que observa los juegos en el bullpen es el que muestra al calentar su brazo en el octavo episodio, igual que cuando trota rumbo al montículo en el noveno al ritmo de “Enter Sandman” de Metallica, ya sea para enfrentar al primero, cuarto o noveno en el orden al bat contrario, sabedor que quien tiene el bat es el más presionado ante su temible recta cortada.
Los “nervios de acero” del lanzador panameño serán puestos a prueba hoy, pues medios estadounidenses aseguran que dará a conocer su retiro del beisbol profesional tras esta campaña, ese control que lo ha llevado a conquistar 5 ocasiones la “Serie Mundial”, pues ha sido utilizado en los momentos de mayor presión ya sea en campo propio o ajeno, para mantener ventajas de 3 carreras o menos con la casaca “más pesada” (en cuanto a historia y dinero) de Grandes Ligas.
“Mo” es el líder en salvamentos (608) y en cantidad de juegos terminados con sus lanzamientos (892) en la historia de Grandes Ligas. Solo un inesperado accidente lo separa del Salón de la Fama (seguramente en su primer año de elegibilidad), pues el respeto que tiene del beisbol estadounidense rebasa los límites del miedo en algunos casos.
“No queremos enfrentarlo más. Él es demasiado bueno. Él pertenece a una liga (de) mayor (nivel). Debería ser prohibido en el beisbol”, dijo Tom Kelly, ex-manager de Mellizos de Minnesota.
Los números que más pesan son los que ha conseguido en postemporada, época en la que el panameño tiene marca de 8-1, con un par de récords de Grandes Ligas: el promedio de carreras limpias más bajo con 0.70, y la mayor cantidad de salvamentos con 42.
Firmado por la organización neoyorkina en 1990 (20 años de vida) como agente libre aficionado en Panamá, que tardó 5 años en escalar hasta debutar en la gran carpa, y cuyo sueldo para la que aparenta ser su última campaña será de 10 millones de dólares.
Poca gente pensó que en 1995 aquel panameño que abrió 10 juegos (marca de 5-3), tiró 67 entradas y tuvo promedio de carreras limpias de 5.51 tendría un abismal futuro con la organización más ganadora en el beisbol estadounidense, que se diga cómo cerrador, pues el joven de 25 años finiquitó 2 juegos y en ninguno salvó.
Todo esto lo logrado principalmente a base de 2 pitcheos, la recta (que no cae de 88 ni suele rebasar las 96 millas), pero en especial de su recta cortada o cutter. Ese indescifrable lanzamiento vigente por casi 2 décadas en la liga que presume tener el mejor nivel de beisbol, y cuyo movimiento lateral se da por la peculiar presión que ejerce con sus dedos índice y medio. No es una recta veloz, no tiene el movimiento de un slider o curva, es la sinergia idónea de ambos que ha engañado a quien se ha parado en una caja de bateo ante “Mo”.
Marginado prácticamente de toda la temporada anterior por una ruptura de ligamento en su rodilla, Mariano afirmó que dicha lesión no iba a zanjar su carrera, por lo que al margen de lo anunciado hoy en la conferencia de prensa, “Mo” cerrará su paso por Grandes Ligas aumentando sus estadísticas que ya lo erigen como uno de los relevistas más confiables del “rey de los deportes”.
FUERA DEL TERRENO DE JUEGO
Si dentro del diamante se le reconoce el trabajo a Rivera, fuera del mismo ostenta resultados igualmente envidiables. El hijo de un pescador encabeza la fundación que lleva su nombre, beneficiando a niños con carencias en Panamá y Estados Unidos a través de instituciones cristianas.
Rivera dona más de medio millón de dólares al año, ayuda a los jugadores latinoamericanos a aprender inglés que puedan acortar la brecha cultural y para el lanzador de Vigilantes de Texas, Joe Nathan, es un ejemplo a seguir para cualquiera.
“Todos deberían admirar a Mariano. No solo los relevistas, jugadores en general. Él no se burla de nadie, trata a sus compañeros con respecto, al igual que a sus oponentes”, dijo.
En 2001 donó al departamento de bomberos de Nueva York su premio monetario de Rolaids Relief Man, ha financiado construcción de escuelas, centros de cómputo e iglesias en su país natal, llevado en distintas ocasiones regalos a hospitales en el Bronx, y demás obsequios que le han valido premios altruistas.
– Frases de compañeros en Yanquis de Nueva York:
“Sin lugar a duda estamos hablando del mejor relevista, en mi opinión, en la historia del beisbol. Este tipo se ha convertido en una marca con el logitipo de Yanquis. La gente va a recordar a este hombre por mucho tiempo por lo que ha hecho”, gerente general de Yanquis, Brian Cashman.
“Él es el mejor desde que he estado en esto. No solo en la habilidad de lanzar y desempeñarse bajo presión, pero la calma que aporta al clubhouse. Él es muy importante para nosotros porque es una persona especial”, Joe Torre, ex-manager de Yanquis.
“Él es la persona mentalmente más fuerte con la que he jugado”, Derek Jeter, parador en corto de Yanquis de Nueva York.