El historiador y profesor emérito del Colmex, Lorenzo Meyer, comentó en entrevista con “Los Periodistas” que la pausa planteada por el Presidente López Obrador es “estrictamente simbólica”. Además consideró que también son insultos lo hecho por algunas empresas españolas en el país.
Ciudad de México, 9 de febrero (SinEmbargo).– La pausa entre México y España planteada este día por el Presidente Andrés Manuel López Obrador corresponde a una cuestión “estrictamente simbólica” ya que las relaciones cotidianas entre ambas naciones seguirán su curso normal, mientras que las políticas “si van a tener esa especie de congelamiento”, planteó el historiador Lorenzo Meyer, quien destacó que esta no es la primera vez que ocurre una situación así.
“Él planea que la pausa va a terminar hasta 2024. Van a seguir las relaciones cotidianas, pero las políticas si van a tener esa especie de congelamiento ya Andrés Manuel dice, ‘el que venga si quiere cambiar, que lo cambie y si puede cambiar, que lo cambie’, pero por ahora, nos dice, ‘estos tres años van a ser de relaciones formales muy de bajo nivel’, congeladas, vamos a decir, pero esta no es la primera vez que ocurre. La relación de México-España desde 1821 es un sube y baja. Tiene un montón de problemas, de momentos durísimos en la relación política”, comentó Meyer este miércoles en entrevista con Alejandro Páez y Álvaro Delgado en el programa “Los Periodistas” que se transmite en el canal de YouTube de SinEmbargo Al Aire.
El profesor emérito del Colegio de México (Colmex) comentó que “la última etapa de estas relaciones raras” se dio cuando México mostró una actitud “extremadamente positiva” hacia la República Española, en la cual vio a un “aliado político en Europa”. En ese entonces, comentó que el líder máximo del país Plutarco Elías Calles elevó el grado a Embajada de la representación que había y ordenó la compra de guardacostas y artilleros para ayudar a la naciente República en la Gran Depresión.
Meyer precisó que esto cambió con el fin de la República y el ascenso de Francisco Franco al poder, ya que la relación diplomática se cortó, aunque no así la comercial ni la administrativa. “La relación real, la relación comercial, la relación de las visas, de los papeleos se mantiene sin tener relaciones formales diplomáticas”.
“Hay un representante de Franco que no se le considera formalmente representante, pero en la práctica sí y que tiene un lugarcito en la Embajada de Portugal y ahí se hacen todas las negociaciones, la rutina, no hay ninguna ruptura”, expresó el historiador, quien señaló que eso mismo puede suceder ahora.
Este miércoles, el Presidente López Obrador dijo que ambos países deben darse un tiempo para respetarse y que el Gobierno de España no vea a México como una “tierra de conquista”.
“Queremos tener buenas relaciones, pero no queremos que nos roben”, apuntó el mandatario. “Es el caso de las empresas españolas, si ahora no es buena la relación y a mí me gustaría que hasta nos tardáramos en que se normalizara, para hacer una pausa, que yo creo que nos va a convenir a los mexicanos y a los españoles, desde luego al pueblo de México y al pueblo de España”, apuntó.
López Obrador aseguró que existía un “contubernio arriba, una promiscuidad económica, política, en la cúpula de los Gobiernos de México y de España”, durante unos “tres sexenios seguidos”, en el que México era el que llevaba la “peor parte” porque “nos saqueaban”.
En particular, el mandatario mexicano nombró compañías del sector energético y de la construcción que hicieron contratos con las administraciones de Vicente Fox (2000-2006), Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018).
En ese sentido, Lorenzo Meyer precisó en la plática con Los Periodistas que esta pausa es “estrictamente simbólica” al igual que el agravio por el que pide el Presidente López Obrador que España se disculpe por las afrentas de la Conquista y la Colonia. Además consideró que también son insultos lo hecho por algunas empresas españolas en el país:
“Si hay de antemano, de entrada, esa relación, entre políticos corruptos, en México, en los sexenio anteriores, a los cuales les convenía muy bien los contratos; este contrato de barco hoteles que no sirvieron para nada, lo de los pozos en la Cuenca de Burgos (que extrajo Repsol), lo del gasoducto que nunca tuvo gas. Esos son insultos también y son agravios al interés nacional mexicano, y no iniciaron el agravio los mexicanos aunque contribuyeron de manera espléndida los políticos que se beneficiaron de ello”.