Una trabajadora sanitaria de primera línea, con un embarazo de 36 semanas y 3 días, recibió la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19 de Moderna. Luego del parto natural, se encontró que la sangre del cordón umbilical contenía anticuerpos.
Madrid, 9 de febrero (EFE).- Investigar la seguridad y la eficacia de la vacunación contra el SARS-CoV-2 durante el embarazo se ha convertido en algo necesario. Ahora, un equipo de científicos estadounidenses ha detectado un tipo de anticuerpos contra la COVID-19 en la sangre del cordón umbilical de una recién nacida tras la vacunación materna.
Se trata, según científicos de la Universidad Atlántica de Florida, del primer caso informado conocido de un lactante con inmunoglobulinas IgG, uno de los cinco anticuerpos que el organismo fabrica para defenderse de patógenos y que están vinculados al SARS-CoV-2.
Este es un estudio preliminar publicado en medRxiv, un repositorio de artículos científicos cuyas conclusiones no han sido comprobadas por investigadores independientes (revisión por pares).
Los firmantes de este nuevo trabajo recuerdan que existe una necesidad importante y urgente de investigar la seguridad y la eficacia de la vacunación contra el SARS-CoV-2 durante el embarazo.
Reporte de caso: Mujer embarazada recibió una dosis de Comirnaty (vacuna COVID Pfizer), nace su bebé sin complicaciones y se detectan en el recién nacido anticuerpos protectores contra SARS-CoV-2. Buenas noticias, se requiere más evidencia https://t.co/8uFMtSpGob
— Oscar Tamez (@oscartamezmd) February 6, 2021
La vacunación materna contra la gripe y la TDaP (tétanos, difteria, tos ferina) ha sido bien estudiada tanto en términos de seguridad como de eficacia para la protección del recién nacido mediante el paso de anticuerpos por la placenta, así que cabría esperar -dice el estudio- una protección similar tras recibir la madre la vacuna contra el SARS-CoV-2, el virus de la COVID-19.
La vacuna -en este caso la de Moderna- se proporcionó a una trabajadora sanitaria de primera línea, con un embarazo de 36 semanas y 3 días; el parto -vaginal- fue normal y espontáneo tres semanas después de la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19.
Nació una niña sana, con una evolución normal, a la que se le tomaron varias muestras de sangre del cordón umbilical; el suero se envió al laboratorio para la prueba de anticuerpos del coronavirus.
Mientras, la madre recibió la segunda dosis de la vacuna Moderna según el calendario normal del protocolo de vacunación de 28 días.
Los resultados mostraron la detección de anticuerpos IgG en la sangre del cordón umbilical contra la proteína S del SARS-CoV-2 (la proteína que usa el coronavirus para entrar en las células humanas).
“Hemos demostrado que los anticuerpos IgG del SARS-CoV-2 son detectables en la muestra de sangre del cordón umbilical de un recién nacido después de una sola dosis de la vacuna”, apuntan los científicos, quienes señalan que aunque se trata de un único caso existe la posibilidad, por tanto, de protección y reducción del riesgo de infección por SARS-CoV-2 con la vacunación materna.
No obstante, aún se desconoce la eficacia protectora en los recién nacidos y el momento ideal de la vacunación materna; se necesitan, por ejemplo, más estudios para cuantificar la cantidad y duración de anticuerpos neutralizantes virales presentes en los bebés.