Apatzingán, Michoacán, 9 de febrero (SinEmbargo).– A 24 horas de la entrada de grupos de autodefensas a Apatzingán, bastión del grupo criminal de los Caballeros Templarios, la ciudad amaneció en calma y poco a poco empieza a retomar sus actividades cotidianas.
El vocero de las autodefensas, Estanislao Beltrán, dijo que estos grupos iniciarán en las próximas horas un proceso de revisión de las acciones que han realizado en los últimos días “para corregir errores y reforzar los aciertos”, luego de que ayer sábado entraran Apatzingán, con Hipolito Mora [líder de La Ruana] a la cabeza.
“Papá Pitufo”, como es conocido el también líder de las autodefensas de Tepalcatepec, ingresó este día caminando con un contingente pequeño de autodefensas al corazón de la ciudad de Apatzingán. Saludó a la gente que se encontraba en la plaza principal de Apatzingán para convocarlos para que se unieran a las autodefensas.
Estanislao dijo que se quedarán en la ciudad, a pesar de que “aún no hay condiciones de seguridad”. El líder también intentó reunirse con Hipólito Mora y el padre Gregorio López Jerónimo, sin embargo, esto no fue posible porque ambos ya no se encontraban en la iglesia, aunque se pudo comunicar vía telefónica con el padre “Goyo”, quien le pidió que lo esperara.
Reiteró que tomarán Apatzingán y harán lo que el pueblo necesite para liberarlo del crimen organizado.
“Papá Pitufo” consideró que “la gente tiene que estar preparada para recibir a las autodefensas y éstas a su vez ganarse la confianza del pueblo para animarse a recuperar su libertad”.
Invitó a los civiles a no sentir miedo y aseguró que siguen avanzando las autodefensas por todo el territorio de Michoacán.
De igual manera, dijo que los primero días de ingreso a las ciudades “siempre son difíciles”, la gente los ve con desconfianza pero espera que pronto convenzan a “la gente de participar en sus filas y empezar la limpia”.
Antes dijo que revisarán caso por caso de las más de cien personas que aseguró, fueron detenidas ayer durante un operativo conjunto con el Ejército y la Policía Federal, y que han sido puestas a disposición de las autoridades federales para su investigación.
Ayer capturaron a decenas de personas sin orden de aprehensión ni denuncia penal, en su mayoría “chicleros” o “punteros” que aseguraron, trabajan para el crimen organizado, pero hubo al mismo tiempo, acusaciones y quejas interpuesta ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), sobre detenciones arbitrarias e injustas.
En este sentido Beltrán dijo que se revisarán los casos de cada una de las personas y se cotejaran datos e historial judicial, en caso de haberlo, “para llevar las cosas con orden y sin arbitrariedades”.
Durante estos operativos fue detenido también Antonio Magaña Pantoja, medio hermano de Narazario Moreno y primo de Enrique “Kike” Plancarte, ambos fundadores del Cártel de los Caballeros Templarios, a pesar de que el primero había sido dado por muerto por el gobierno federal desde 201o.
Por el momento, las guardias civiles se mantienen concentradas en un lugar conocido como “Tianguis Limonero”, en las afueras de Apatzingán, esperando “condiciones” para ingresar al centro de la ciudad, donde pretenden instalarse y montar vigilancia para tomar el control la ciudad de poco más de 120 mil habitantes.
La presencia de la Policía Federal se mantiene en las calles de este municipio, donde este domingo se percibe un ambiente tranquilo y se pueden observar negocios abiertos, gente en la calle comprando y paseando, en medio de la circulación masiva de patrullas de la Policía Federal y el sobrevuelo de helicópteros Black Hawk.
El dirigente y fundador del movimiento de autodefensas pasó la noche en el interior de la catedral de Apatzingán junto con su grupo de unas 50 personas.
El vocero del movimiento, señaló que las autodefensas se encuentran avanzando en otros municipios como Tocumbo, Uruapan, Gabriel Zamora, Tingüindin y otros lugares para lograr su objetivo de ocupar y tener presencia real en los 113 municipios del estado, incluyendo Morelia, la ciudad capital. Actualmente están presentes en una veintena de municipios.
Descartó que las guardias de autodefensas se encuentren dividas y enfatizó que “somos un solo movimiento que tomamos acuerdos, que no están exentos de errores”.
Ayer por la mañana ingresó el líder de las autodefenesas de La Ruana, Hipólito Mora a la ciudad de Apatzingán junto con 50 hombres, todos desarmados. Acudieron a la catedral donde el padre Gregorio López Jerónimo ofreció una misa por la paz en el estado.
El Ejéricito y la Policía Federal también ingresaron a la ciudad al medio día.
“Entramos como civiles, desarmados y en son de paz. Venimos a apoyar las acciones del ‘Padre Goyo’”, dijo Mora al presentarse en el centro de la ciudad.
En entrevista al concluir la misa a la que acudieron unas dos mil personas, y que estuvo fuertemente custodiada por elementos de la Policía Federal dijo que la denuncia de todos los templarios debe de ser una práctica común entre la gente y señaló que de ahora en adelante trabajarán en conjunto con las autoridades.
Posteriormente salió a la plaza donde la gente lo recibió con aplausos e indicó que el de las autodefensas es un movimiento tan grande e importante como el revolucionario de 1910.
“Desde hace un año teníamos ganas de llegar a Apatzingán y hoy por fin se hizo el milagro y no nos vamos a ir hasta limpiarlo”, sentenció.
La ciudad era considerada el bastión de los Templarios, pues desde ahí controlan la producción local de marihuana y los laboratorios clandestinos de drogas sintéticas, se financian a través de secuestros, extorsiones a pobladores, campesinos y empresarios, principalmente de esta región, por ello se convirtió en un objetivo prioritario para los grupos de autodefensas.
Las autodefensas ya habían intentado apoderarse de Apatzingán en octubre del año pasado, pero el Ejército los obligó a entrar al pueblo desarmados y después tuvieron que huir del lugar al ser recibidos a balazos.
El 11 de enero, el municipio vivió una jornada de enfrentamientos armados que culminó con la quema de la Alcaldía y de varios establecimientos y vehículos. Supuestos templarios prendieron fuego a la biblioteca pública Benito Juárez, ubicada (…) a una cuadra del Palacio Municipal, que también fue incendiado, al igual que dos comercios y ocho vehículos, incluyendo autobuses de pasajeros y camiones repartidores de mercancías.
Poco antes de los incendios, los criminales se enfrentaron a tiros con miembros del Ejército en pleno centro de la ciudad.
El 17 de enero empezaron a surgir en las periferias de la ciudad grupos de autodefensa que recibieron la asesoría de otros grupos ya instalados en Tierra Caliente.