Los expertos encontraron que los pacientes COVID-19 que estaban inmunosuprimidos antes de su hospitalización por el virus no tuvieron, de media, peores resultados de COVID-19, como, por ejemplo, una estancia más prolongada en el hospital.
Madrid, 9 de enero (EuropaPress).- Investigadores de la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health (Estados Unidos) han observado que las personas que toman medicamentos inmunosupresores para prevenir el rechazo de un trasplante de órgano, o para tratar enfermedades inflamatorias o autoinmunes, no tienen un peor pronóstico de COVID-19 cuando son hospitalizadas por esta causa.
Para su estudio, publicado en el Clinical Infectious Diseases, los investigadores analizaron los registros anónimos de 2 mil 121 pacientes hospitalizados con COVID-19 entre el 4 de marzo y el 29 de agosto de 2020.
Encontraron que los pacientes COVID-19 que estaban inmunosuprimidos antes de su hospitalización por el virus no tuvieron, de media, peores resultados de COVID-19, como, por ejemplo, una estancia más prolongada en el hospital, muerte o uso de un ventilador, en comparación con otros pacientes no estaban inmunosuprimidas.
“Ha existido la preocupación de que la inmunosupresión pueda ser un factor de riesgo importante para la COVID-19 grave, pero no encontramos indicios de eso”, han dicho los expertos, quienes están realizando un seguimiento de datos de casos de COVID-19 en todo el país, lo que debería permitir estimaciones más precisas que podrían incluir hallazgos de diferentes riesgos para diferentes tipos de medicamentos inmunosupresores.