El Presidente López Obrador confirmó esta mañana que Pedro Castillo buscó ir hacia la sede diplomática de su país en Lima antes de ser detenido.
Ciudad de México, 8 de diciembre (SinEmbargo/AP).- Pablo Monroy, Embajador de México en Perú, acudió este jueves a la sede de la Dirección de Operaciones Especiales (Diores), donde se encuentra Pedro Castillo, informó la prensa local de aquel país, quien vio al diplomático mexicano arribar al sitio en un vehículo sin que emitiera comentario alguno a medios de comunicación.
El expresidente peruano, quien la víspera disolvió ilegalmente el Congreso y fue destituido, permanece el jueves en una gigantesca sede policial que tiene en su interior una cárcel donde también está preso el exmandatario Alberto Fujimori, quien cerró el Parlamento en 1992.
El Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, confirmó esta mañana que Castillo buscó ir hacia la sede diplomática de su país en Lima. “Habló aquí a la oficina para que me avisaran de que iba hacia la Embajada, pero seguramente ya tenían intervenido su teléfono, que iba a solicitar el asilo, que si le abrían la puerta”, relató durante su conferencia matutina diaria.
El líder mexicano añadió que buscó a su Canciller Marcelo Ebrard para que ordenara al Embajador en Lima “que le abrieran la puerta de la Embajada con apego a nuestra tradición de asilo, pero al poco tiempo tomaron la Embajada con policías y también con ciudadanos” y de inmediato detuvieron a Pedro Castillo.
Desde Palacio Nacional, también aprovechó para hacer un llamado a respetar los derechos humanos de Pedro Castillo, a proteger a su familia, y a actuar con “legalidad verdadera” en el caso.
El mandatario refrendó los principios de no intervención y autodeterminación que fundamentan la política exterior de México. No obstante, consideró que por intereses de las élites económicas y políticas, desde el comienzo de la Presidencia de Pedro Castillo, se mantuvo un ambiente de confrontación y hostilidad en su contra.
“Lamentamos mucho lo que sucedió en Perú porque desde que ganó Pedro Castillo fue víctima de acoso, de confrontación. No aceptaron sus adversarios, sobre todo las élites, que él gobernara, entre otras cosas”, expresó.
Ayer, el Congreso peruano cesó al Presidente Pedro Castillo poco después de que éste disolviera el Legislativo e instalara un Gobierno de emergencia, en la mayor crisis política desde que había llegado al poder hace poco más de un año.
Castillo fue destituido por “incapacidad moral” por 101 votos a favor, seis en contra y 10 abstenciones, por lo que sería sucedido en el poder por su Vicepresidenta Dina Boluarte, quien tomó juramento el miércoles.
“Desde que ganó legal y legítimamente, fue víctima de acoso, de confrontación (…) Lo acosaron, lo fueron debilitando hasta que lograron destituirlo”
Es lo que opina AMLO de la destitución de Pedro Castillo, ex presidente de Perú. pic.twitter.com/J8TOTHVluN
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) December 8, 2022
La mayoría de los presidentes que gobernaron Perú en las últimas décadas tienen cuentas pendientes con la justicia por presunta corrupción: Alejandro Toledo (2001-2006) está bajo arresto domiciliario en Estados Unidos a la espera de extradición; Alan García, quien gobernó entre 1985 y 1990 y luego entre 2006 y 2011, se suicidó en 2019, pocos minutos antes de ser detenido mientras era investigado por los presuntos sobornos recibidos de la constructora brasileña Odebrecht; Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) también fue sometido a cárcel domiciliaria y Ollanta Humala (2011-2016) cumplió prisión preventiva y está enjuiciado por lavado de activos.
Cuando en junio pasado en una entrevista en la televisión pública le preguntaron si tenía miedo de ir a prisión, Castillo aseguró que él sería la excepción. “Estoy seguro de que a partir de este Gobierno ya no van a haber gobiernos que terminen detrás de las rejas”. Pero la televisión pública mostró al exmandatario esposado subiendo a un helicóptero rumbo a la sede policial ubicada al este de Lima.
De acuerdo con la Ley, Castillo no puede ser ingresado a una cárcel porque aún no hay una orden judicial que lo indique.
La prisión de presidentes es diferente al resto de las cárceles del país, usualmente hacinadas de presos comunes. Hasta ahora esta cárcel tiene un solo recluso desde 2007, Fujimori, condenado a 25 años por corrupción y por su responsabilidad en 25 asesinatos ocurridos durante su Gobierno (1990-2000).
La cárcel de 10 mil metros cuadrados tiene varias celdas. La única ocupada es la de Fujimori, que cuenta con la habitación donde duerme, un cuarto para recibir visitas, un baño completo, un cuarto para las clases de pintura y una sala de estar. Hay otra celda, ahora vacía, que fue usada durante casi un año entre 2017 y 2018 por Humala.
Hasta la sede policial llegaron el jueves varios congresistas cercanos a Castillo. El legislador Pasión Dávila, quien lo visitó temprano, dijo brevemente que el exmandatario “está bien de salud, está tranquilo, está lucido”. Agregó que evalúan diferentes opciones, incluido un “posible asilo” para el ahora expresidente, aunque no dio más detalles.
Por su parte, el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, dijo que México está abierto a recibir al expresidente de Perú, Pedro Castillo, en caso de solicitar asilo al país.