Ambas compañías, según la organización, se han reservado información importante que podría ayudar a otros fabricantes a desarrollar una vacuna y así aumentar los suministros globales que, según MSF, deberían ser distribuidos de acuerdo con los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ginebra, 8 de diciembre (EFE).- La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) pidió hoy más transparencia a las farmacéuticas Pfizer y Moderna para garantizar un aumento de los suministros de vacunas anticovid, con el fin de que las dosis no sean acaparadas por los países con mayor capacidad de compra.
“Gran parte de las limitadas primeras dosis ya ha sido acaparada por países como Estados Unidos y el Reino Unido, así como por la Unión Europea (UE), dejando muy poco para otros países a corto plazo”, subrayó en un comunicado el codirector ejecutivo de la campaña de acceso de MSF, Sidney Wong.
Ambas compañías, según la organización, se han reservado información importante que podría ayudar a otros fabricantes a desarrollar una vacuna y así aumentar los suministros globales que, según MSF, deberían ser distribuidos de acuerdo con los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para garantizar que todas las personas tengan acceso a cualquier vacuna contra la #COVID19, es necesario compartir propiedad intelectual, datos y conocimiento necesarios para que el mayor número posible de empresas puedan producir estas vacunas 👇
— Médicos Sin Fronteras México (@MSF_Mexico) December 8, 2020
Además, tanto Pfizer como Moderna no han revelado los costos de fabricación de sus vacunas y las venderán a un precio más alto de lo que ha costado elaborarlas, al contrario de otros desarrolladores como AstraZeneca que se han comprometido a no obtener beneficio económico de sus vacunas anticovid mientras dure la pandemia.
“Ninguna compañía debería poder obtener beneficio de la pandemia”, destacó la representante de MSF para Estados Unidos Dana Gill.
Moderna, que ha recibido 2 mil 500 millones de dólares de fondos públicos estadounidenses, pretende vender la vacuna a entre 50 y 70 dólares por persona para los países desarrollados y todavía no está claro el precio para las naciones más pobres.
Por otro lado, Pfizer y su socio BioNTech, que recibieron casi 443 millones del Gobierno alemán y 118 millones del Banco Europeo de Inversiones, planean vender su preparado a 40 dólares.
MSF aseguró que esto no es sólo una cuestión de precios y suministros, sino también de capacidad de distribución, ya que ambas vacunas requieren ser transportadas a temperaturas ultrafrías, lo que complica un acceso equitativo, sobre todo para los lugares con pocos recursos donde trabaja la organización.