La renovación de ambas cámaras es clave ya que con ello se determinará el futuro y viabilidad de los proyectos de ley de Joe Biden, que en caso de no contar con los votos suficientes de los demócratas, serán bloqueados por los republicanos.
Ciudad de México, 7 de noviembre (SinEmbargo).- Las elecciones intermedias de Estados Unidos en las que miles de estadounidenses decidirán el futuro del Congreso y el Senado, han sido empleadas por el expresidente Donald Trump para catapultar su regreso a la Casa Blanca, con una fórmula ya conocida: un discurso incendiario alimentado con falsos datos.
“Me presenté dos veces, gané dos veces y lo hice mucho mejor la segunda vez que la primera, obteniendo millones de votos más en 2020 que los que obtuve en 2016; y del mismo modo, obteniendo más votos que cualquier Presidente en ejercicio en la historia de nuestro país con diferencia. Y ahora, para que nuestro país sea exitoso y seguro y glorioso, muy, muy, muy, probablemente lo haré de nuevo”, expresó el exmandatario republicano el pasado 4 de noviembre durante un mitin en Sioux City, Iowa.
Las elecciones de medio término suelen ser un indicador sobre el desempeño del Presidente en funciones. En este caso, el demócrata Joe Biden es el que será evaluado con todas las encuestas y previsiones, que señalan que su mandato arrancó con un 53 por ciento de popularidad y actualmente se concentra en un 42.3 por ciento. La renovación de ambas cámaras es clave ya que con ello se determinará el futuro y viabilidad de sus proyectos de ley, que en caso de no contar con los votos suficientes de los demócratas, serán bloqueados por los republicanos.
El proceso electoral de este día también será determinante para los planes de reelección de Joe Biden, quien hace dos años ganó las elecciones al republicano Donald Trump, que también ha dejado ver que hará lo posible para regresar a la presidencia, a pesar de los escándalos que lo han estado persiguiendo en los últimos meses: los documentos clasificados que sustrajo de la Casa Blanca y conservó en su mansión de Mar-a-Lago así como su apoyo a una turba armada que se dirigió al Capitolio para evitar la ratificación de la victoria de Joe Biden en enero del 2021.
Las urnas abrieron este martes mientras los demócratas se preparaban para resultados decepcionantes y con el miedo a perder el control de la Cámara de Representantes federal, y que su mayoría en el Senado, antes considerada más segura, se viera reducida, señala The Associated Press. Los gobernadores del partido en estados como Wisconsin, Michigan y Nevada también enfrentaban desafíos republicanos serios.
A su regreso a la Casa Blanca tras su último acto de campaña, Biden dijo que creía que los demócratas ganarán el Senado, pero admitió que “la Cámara de Representantes es más difícil”.
Por su parte, el Partido Republicano encaraba la jornada con optimismo y apostaba a que un mensaje centrado en la economía, los precios de la gasolina y la delincuencia movilizará al electorado en un momento de inflación disparada y violencia en alza. En definitiva, confiaban en que la indignación inicial por la decisión de la Corte Suprema de eliminar el derecho constitucional de las mujeres al aborto se haya disipado ya y que las elecciones de medio mandato se vuelvan una evaluación más tradicional del desempeño del Presidente.
Los resultados de las elecciones nacionales podrían tener un impacto profundo en los dos últimos años de mandato de Biden. Si los republicanos controlan al menos una cámara del Congreso, el mandatario se vería vulnerable a una serie de investigaciones sobre su familia y su gobierno al tiempo que defiende los logros de sus medidas, como un gran paquete de infraestructura y otro de salud y gasto social. Un partido republicano más envalentonado también podría complicar el aumento del techo de la deuda y poner más restricciones a un apoyo adicional a Ucrania en su guerra contra Rusia.
Si los republicanos tienen un resultado especialmente bueno y le arrebatan a los demócratas escaños en lugares como Nueva Hampshire y el estado de Washington, podría crecer la presión para que Biden no se presente a la reelección en 2024. El expresidente Donald Trump, por su parte, podría intentar aprovechar los avances republicanos para presentar oficialmente otra campaña presidencial durante su “grandísimo anuncio” en Florida la semana que viene.
Según colaboradores y aliados de Trump, citados por el periódico Los Angeles Times, el exmandatario “deseoso de regresar a la política” podría anunciar su campaña rumbo a las presidenciales del 2024 tres semanas después de los comicios de este 8 de noviembre. No obstante señalaron que el magnate no ha tomado una decisión.
“Yo pienso un 95 por ciento que él se va a presentar”, apuntó Reince Priebus, exjefe de despacho de la Casa Blanca, a Los Angeles Times. “La pregunta real es, ¿existen otros retadores grandes? Si el presidente Trump se presenta, va a ser muy difícil que cualquier republicano le derrote”, agregó.
El 6 de enero del 2021, horas antes del asalto al Capitolio, Trump insistió que hubo fraude en las elecciones presidenciales del 2020 y recalcó que el proceso estuvo plagado de corrupción para sacarlo de la Casa Blanca.
“Los estados quieren corregir sus votos, que ahora saben que se basaron en irregularidades y fraude, además de que el proceso corrupto nunca recibió la aprobación legislativa”, compartió el exmandatario a través de su cuenta de Twitter.
Estos comicios serán los primeros que se lleven a cabo después de la salida de Trump de la Casa Blanca. The Associated Press destaca que los agentes de ambos partidos esperan que el Partido Republicano obtenga este martes la mayoría en la Cámara de Representantes, lo que requeriría una ganancia de cinco escaños, pero con una gran ola roja, el Partido Republicano podría ganar 25 nuevos escaños o más. Por otra parte, la lucha por la mayoría del Senado es más competitiva ya que si los republicanos logran obtener por lo menos un asiento, podrían controlar la cámara alta del Senado.
Un cambio en la composición en el Congreso podría poner en la cuerda floja temas como el acceso al aborto y a la la seguridad social, la migración, el combate al cambio climático y, el control de venta y porte de armas.
Después de que la Corte Suprema eliminó Roe v. Wade en junio, los republicanos, incluido Trump, expresaron su preocupación de que la decisión podía desencadenar una reacción violenta contra los candidatos republicanos que se oponen al derecho al aborto, pero a más de cuatro meses después del fallo, el efecto del aborto puede estar desvaneciéndose. En cambio, los candidatos demócratas han virado su mensaje respecto al aborto, la economía, la Seguridad Social y Medicare.
Pese a que Trump no se encuentra en las boletas, el exmandatario apoya a decenas de candidatos republicanos sí que lo están como el exjugador de futbol americano Herschel Walker, en Georgia; el Dr. Mehmet Oz, en Pensilvania; y el autor JD Vance, conocido por sus memorias Hillbilly Elegy, en Ohio.
Si los candidatos de Trump llegarán a coronarse con la victoria, el expresidente aprovecharía dichos triunfos como evidencia de su fuerza política antes del posible anuncio de su tercera candidatura a la Casa Blanca.
Las victorias republicanas en votaciones a gobernador podrían suponer leyes electorales más duras y en definitiva que no impidieran los esfuerzos de deslegitimar las elecciones de 2024 si las pierde Trump o cualquier otro candidato republicano.
– Con información de AP