Como motivo de la potencial venta, el empresario de origen sudafricano citó la popular opinión de que “las ganancias no realizadas son un medio de evasión fiscal”.
Estados Unidos, 8 de noviembre (SinEmbargo).– Elon Musk lanzó este sábado una encuesta en Twitter, en la que preguntaba a sus seguidores si debía vender el 10 por ciento de sus acciones de Tesla, comprometiéndose a cumplir con el resultado de la consulta.
La mayoría de los encuestados (un 57.9 por ciento) votó a favor de la venta y, asumiendo que Musk cumplirá su promesa, surge la duda sobre cuánto pagaría el multimillonario en impuestos al deshacerse del 10 por ciento de sus acciones, después de que el Gobierno de EU anunciara sus planes de implantar un impuesto para los multimillonarios con el fin de ayudar a financiar el aumento del gasto social y de seguridad. Según la ley fiscal actual del país, los activos, como las acciones, sólo se gravan cuando se venden.
Como Musk posee 170.49 millones de acciones de Tesla, además de las opciones sobre acciones, el 10 por ciento de esa cantidad se correspondería con 17 mil 049 millones de acciones. El valor de todas ellas se estima en 20 mil 800 millones de dólares, según el precio del cierre por acción de mil 222.09 dólares del pasado viernes, por lo que su venta presupondría un pago de unos 5 mil millones de dólares en concepto de impuestos, según cálculos de Forbes.
Much is made lately of unrealized gains being a means of tax avoidance, so I propose selling 10% of my Tesla stock.
Do you support this?
— Elon Musk (@elonmusk) November 6, 2021
Musk pagó unos 49 centavos por acción durante su inversión inicial en Tesla. Desde entonces, las acciones han experimentado un desdoblamiento o “split” de 5 por 1, por lo que su base de coste de esa inversión es de poco menos de 10 centavos por acción.
En 2018, la junta directiva de Tesla actualizó las condiciones del paquete de recompensa de Musk, vinculándolo al logro de los objetivos clave de capitalización bursátil, beneficios y facturación.
Asimismo, decidieron que el empresario no recibiría pagos garantizados por su trabajo durante 10 años, aunque sí podía contar con las opciones sobre acciones, equivalentes al uno por ciento del total de títulos circulantes de la compañía.