Entre 2017 y 2018, más de 300 menores fueron detenidos por tráfico de personas o de drogas, según CBP. Las sustancias prohibidas se les han encontrado en sus vehículos, pegadas a sus cuerpos y hasta tragadas o escondidas en cavidades corporales, lo que, según el Fiscal del condado de Santa Cruz, George Silva, puede ser extremadamente peligroso.
Arizona, Estados Unidos, 8 de noviembre (Telemundo).- Alicia es una madre de Arizona. Un día encontró cinco rifles de asalto y un chaleco antibalas entre las que consideraba pertenencias de su hijo menor de edad. “Pensé que me iba a morir, entré en pánico “, contó a la emisora KNXV TV. Cree que el adolescente, de 15 años, fue reclutado por un cártel de la droga para custodiar sus armas. Tuvo que denunciarlo ante las autoridades.
Oficiales de este estado colindante con México aseguran que las pandillas procedentes del otro lado de la frontera ya no dan abasto y reclutan de forma común y a menudo con el engaño a menores como el hijo de Alicia, quien no quiere revelar su identidad por temor a represalias.
Alan Regalado, agente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), afirma que se puede tratar de menores en tierna edad. “Tenemos niños de 11 y 12 años que ya están siendo abordados para contrabandear narcóticos. No hay límite de edad para esto. Los cárteles buscan a los más vulnerables y la primera oportunidad que tengan, la aprovecharán”, asegura.
“Aparte, les hacen cruzar drogas pesadas como fentanilo, metanfetamina, heroína y cocaína, atrás quedó la marihuana”, agrega en declaraciones a EFE Tony Estrada, alguacil del condado de Santa Cruz, Arizona.
Este uniformado indica que este territorio es el corredor más activo en tráfico de drogas, ya que conecta las carreteras de Sonora (México) con las de Tucson (Arizona), por donde pasan miles de vehículos diariamente. Debido a la carencia de personal y especialistas en narcóticos, los traficantes “prefieren contrabandear por esas garitas”, explica el alguacil.
“La realidad es que en las garitas no hay suficiente personal. Actualmente hay más de 100 vacantes en Nogales, por lo que no se cuenta con bastantes elementos para investigar, así que el flujo de actividades ilícitas no se detiene”, lamenta también.
Estrada dijo que en los más de 50 años que lleva activo como alguacil ha visto cómo han crecido los carteles en la frontera y cómo la guerra por distribuir la droga en Estados Unidos se ha vuelto más “peligrosa”.
“Nada más este miércoles tuvieron que cerrar una de las garitas del condado de Santa Cruz por una balacera de lado mexicano. No paran las guerras por el tráfico en las fronteras ya que Estados Unidos es el principal consumidor de drogas”, explicó.
Solo en 2016, los estadounidenses se gastaron 150 mil millones de dólares en metanfetaminas, marihuana, cocaína, heroína, recuerda KNXV TV.
Raúl Rodríguez, detective de la Oficina del Fiscal del Condado de Santa Cruz, explica que los cárteles están usando “más mujeres que hombres”, y que en ambos casos se trata de personas de distinto origen étnico, incluido blancas.
Según agrega, los cárteles ya se están quedando sin adolescentes para reclutar en el área metropolitana de Nogales, por lo que ahora están reclutando en nuevos lugares, entre ellos en algunas zonas de Phoenix. Muchas veces, afirma, atraen a los jóvenes a través de redes sociales, videojuegos, el “boca a boca” o viajes a México.
Entre 2017 y 2018, más de 300 menores fueron detenidos por tráfico de personas o de drogas, según CBP. Las sustancias prohibidas se les han encontrado en sus vehículos, pegadas a sus cuerpos y hasta tragadas o escondidas en cavidades corporales, lo que, según el fiscal del condado de Santa Cruz, George Silva, puede ser extremadamente peligroso.
El fiscal recuerda que en Arizona la ley permite enjuiciar a menores de entre 14 y 17 años como adultos si cometen crímenes de clase 2, aunque él evalúa sus situaciones caso por caso.
Regalado agrega que el aumento del número de menores de Arizona arrestados por tráficos ilegales es alarmante, y que también se está luchando con el contrabando hacia el sur: adolescentes estadounidenses que trafican armas, municiones y dinero a México.
El agente de CBP explica que ha visto a niños de todo tipo de procedencia caer entre manos de los cárteles. En ocasiones, asegura, se trata de menores de buena familia, con recursos a disposición y sin necesidad de cumplir actividades delictivas. Al preguntarles por qué lo hicieron, la respuesta puede ser: “porque me da popularidad”.
A raíz de estas observaciones, el consejo que da este funcionario de la Patrulla Fronteriza a las familias es claro: “no piensen que esto no le puede pasar a su hijo, porque sí podría ocurrir”.