Zama se alzo con los galardones de mejor diseño de arte, fotografía de ficción, sonido y edición; mientras que Pájaros de verano se llevó los premios al mejor largometraje de ficción, música original y actriz
México, 7 noviembre (EFE).- La película colombiana Pájaros de verano y la argentina Zama, que partían como favoritas de los Premios Fénix del cine iberoamericano, no defraudaron y se convirtieron hoy en las cintas con mayor número de galardones en la quinta edición de estos reconocimientos.
Pájaros de verano, dirigida por Cristina Gallego y Ciro Guerra, se llevó los premios al mejor largometraje de ficción, música original y actriz, por el trabajo de Carmiña Martínez.
Tras recoger el premio en el Teatro Esperanza Iris de la Ciudad de México, que se ha convertido en el escenario habitual de estos galardones, Gallego subrayó que con la película querían hablar “sobre el origen del narcotráfico y sobre cómo nuestras sociedades tradicionales han sido arrasadas por este capitalismo salvaje”.
Y es que este largometraje, rodado en la Alta Guajira, norte de Colombia, evoca la irrupción de la “Bonanza Marimbera” (marihuana) en la familia Pushaina, un clan tradicional wayúu, durante los años 60 y 80 del siglo XX.
La película más premiada de la gala fue la argentina Zama, de Lucrecia Martel, que narra la espera de un funcionario de la Corona española que ansía noticias del rey que lo alejen del puesto de frontera en el que se encuentra.
Los Fénix que se llevó fueron los de mejor diseño de arte, fotografía de ficción, sonido y edición.
Como mejor director fue reconocido el cineasta paraguayo Marcelo Martinessi por Las herederas, su primer largometraje.
“El cine iberoamericano destaca a nivel internacional; ha generado en las últimas décadas propuestas muy interesantes”, valoró el director, quien apostó por guiarse “no solo por parámetros foráneos” a la hora de apreciar el cine iberoamericano.
El argentino Lorenzo Ferro ganó el premio a la mejor actuación masculina por su participación en la película El ángel. Ante los medios, reconoció estar “lleno de orgullo”, aunque también tan nervioso que no sabía que decir.
“Estoy agradecido por tener esto (el premio) en la mano; es difícil dar una explicación con palabras, quizá otro día”, bromeó el actor.
La película colombiana Matar a Jesús se llevó el reconocimiento al mejor guión, mientras que la española La librería hizo lo propio con el de mejor vestuario.
Desde el pasado año, los Fénix no solo se centran en las producciones cinematográficas, sino que también han abierto categorías para premiar a las series televisivas de la región iberoamericana.
Como mejor serie fue elegida la española La casa de papel, producida por Atresmedia en colaboración con Vancouver Media, mientras que la mexicana Aquí en la Tierra, de Fox, se llevó el reconocimiento al mejor “ensamble actoral”, por el trabajo de los mexicanos Tenoch Huerta, Daniel Giménez Cacho y Gael García Bernal, entre otros.
La cinta Muchos hijos, un mono y un castillo, del español Gustavo Salmerón, ganó el Fénix al mejor largometraje documental, y Central Airport THF se llevó el destinado a la mejor fotografía documental.
Uno de los momentos más reivindicativos de la gala ocurrió cuando muchos asistentes a la ceremonia levantaron al unísono un pañuelo verde, en apoyo al proyecto, rechazado en agosto por el Senado argentino, que abogaba por la despenalización del aborto hasta la semana 14 de gestación.
A lo largo de la gala se entregaron varios premios especiales. El crítico argentino Luciano Monteagudo recibió el Fénix al Trabajo Crítico; el productor, guionista y director brasileño Luiz Carlos Barreto el dedicado a la Labor Cinematográfica y la cinta Perfectos desconocidos, de Álex de la Iglesia, el Fénix de los Exhibidores.
Las actuaciones de la noche corrieron a cargo de, entre otros, Totó la Momposina, quien se encargó de abrir la ceremonia; Kevin Johansen e iLe, quienes interpretaron el tema de Charlie García “Nos siguen pegando abajo”; y Tulipa Ruiz y Maria Gadú, quienes cantaron “Apesar de você”.
Los Premios Fénix están organizados por el colectivo Cinema23, una asociación creada en 2012 para promover la cultura cinematográfica de Iberoamérica que con estos galardones busca reconocer a lo mejor del cine de esta región.