Trump ha sorprendido a todos. No está decidido aún que es Presidente, pero va volando. Las encuestas parecen haber fallado. En un tuit, Hillary muestra ánimos de derrota. Mientras que los republicanos se quedan con el Senado y la Cámara baja.
–Información en desarrollo
Washington/Miami/Los Ángeles/Ciudad de México, 8 de noviembre (AP/EFE/Xinhua/SinEmbargo).– La candidata presidencial demócrata Hillary Clinton y su oponente, Donald Trump, disputan esta noche estado por estado, voto por voto, la Presidencia de Estados Unidos.
No hay nada asegurado aún pero Trump parece imparable esta noche. Se necesitan 270 votos electorales para ganar.
• Hillary Clinton lleva 218 votos electorales.
• Donald Trump, 266 votos electorales.
En Estados Unidos, los votos electorales son los que cuentan. Cada estado tiene asignada una cierta cantidad. De esta manera, por ejemplo, quien gana California se queda con 55 votos; quien triunfa en Florida 29, y así.
Los márgenes de voto que separan a Trump y a Clinton se cerraron dramáticamente mientras la noche avanza.
El mapa, esta noche, se pinta Trump.
Los republicanos aseguraron el control del Congreso. Posiblemente pierdan algunos escaños respecto a su actual mayoría histórica en la Cámara baja, pero ganaron los suficientes para extender sus seis años de control.
Los resultados electorales siguen siendo contados en las primeras horas del miércoles, pero los republicanos cuentan con al menos 218 escaños. Eso supera el número necesario para tomar control de la cámara.
Mientras que las posibilidades de los demócratas de recuperar la mayoría en el Senado se redujeron el martes a medida que los republicanos retenían escaños claves en North Carolina, Indiana y Florida.
Los demócratas arrebataron a sus rivales un puesto en Illinois, pero el desenlace en Wisconsin fue una sorpresa, ya que ambos partidos esperaban que fuera para los demócratas. La victoria del senador republicano Ron Johnson de Wisconsin sobre el exsenador demócrata Russ Feingold auguraba una noche lúgubre para este partido, que podría verse consignado al estatus de minoría en el Capitolio durante años.
Las contiendas en Pennsylvania, New Hampshire y Missouri seguían demasiado cerradas como para declarar un ganador mientras los republicanos defendían una pequeña mayoría de 54-46 en un año electoral impredecible. Los demócratas tendrían que ganar todos esos estados y seguir controlando Nevada para alcanzar un desenlace 50-50, y luego sólo podrían declararse mayoría si la demócrata Hillary Clinton gana la Casa Blanca y puede enviar a su vicepresidente a emitir votos de desempate en el Senado.
Hillary Clinton escribió en Twitter un mensaje desconcertante la noche:
Este equipo tiene mucho de qué estar orgulloso. Pase lo que pase esta noche, gracias por todo. pic.twitter.com/mtjYE6aejO
— Hillary en español (@Hillary_esp) 9 de noviembre de 2016
A su vez, el candidato republicano tuiteó minutos después un mensaje en el que sólo hacer referencia a que observa el conteo:
Watching the returns at 9:45pm. #ElectionNight #MAGA?? pic.twitter.com/HfuJeRZbod
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 9 de noviembre de 2016
Previamente, el Presidente de EU, Barack Obama, habló para el portal Buzzfeed News en el que dijo "No importa lo que pase, el sol se levantará por la mañana".
President Obama has a special #ElectionNight message for you: "No matter what happens, the sun will rise in the morning" pic.twitter.com/OPH39vqvHE
— BuzzFeed News (@BuzzFeedNews) 9 de noviembre de 2016
Los mercados caían con fuerza a medida que los resultados electorales en Estados Unidos mostraban una carrera más apretada de lo previsto y daban más opciones al candidato republicano a la Casa Blanca.
Tras cerrar la jornada del martes con una clara subida, Wall Street se desplomaba alrededor de las 22.00 horas local y los valores futuros del Dow Jones de Industriales perdían más de 500 puntos.
El peso mexicano, señalado por los expertos como un indicador del sentimiento del mercado sobre las posibilidades de Trump, perdía por su parte alrededor de un 8 por ciento con respecto al dólar.
De acuerdo con datos de Bloomberg, a las 22:20 horas (tiempo de México) el tipo de cambio llegó hasta 20.57 pesos por dólar, una caída de 12.57 por ciento.
Las posibilidades de los demócratas de recuperar la mayoría en el Senado se redujeron el martes conforme los republicanos retenían escaños claves en North Carolina, Indiana y Florida.
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EL VOTO LATINO ES PARA HILLARY
Seis de cada 10 electores hispanos en Estados Unidos dieron su voto a Hillary Clinton, según encuestas de boca de urna que estimaron la participación latina en 11% del electorado nacional.
Un estudio de la encuestadora Edison Research para The Associated Press señaló que el apoyo a Clinton fue más del doble del que recibió su rival Donald Trump, quien a lo largo de su campaña hizo blanco de sus ataques a los migrantes hispanos y en particular a los mexicanos, a quienes llamó violadores y criminales.
La firma entrevistó a 21.573 votantes cuando abandonaban 350 precintos electorales seleccionados al azar, y 4.404 que votaron anticipadamente y fueron entrevistados telefónicamente.
La muestra incluyó a 2005 latinos.
Siete de cada 10 hispanos consultados expresaron preocupación ante la posibilidad de que Trump resulte electo, y la misma cantidad consideró que el magnate no reúne las calificaciones para desempeñarse como jefe de estado.
También un 70% de los latinos se opusieron a construir un muro a lo largo de la frontera con México, una de las propuestas principales de Trump.
La mitad de los hispanos encuestados dijo haber escogido a su candidato antes de septiembre, y también la mitad mencionó a la situación económica como su principal preocupación. La política migratoria y el terrorismo ocuparon un lejano segundo lugar.
El margen de error para la muestra total es de dos puntos porcentuales y puede ser mayor para muestras estatales. La submuestra de los hispanos tiene un margen de error de cuatro puntos porcentuales.
La proporción del voto hispano nacional coincidió con el apoyo que recibió Clinton en Arizona, Florida y Texas.
En cambio, la proporción en Colorado a favor de Clinton fue de casi siete de cada 10, mientras que en Nuevo México fue sólo la mitad del electorado hispano.
Los resultados se difundieron la noche del martes, mientras los candidatos mantienen una cerrada disputa por llevarse los 270 colegios electorales que les concederían el acceso a la Casa Blanca.
ELECCIÓN CON POCOS PROBLEMAS
Pese al constante escepticismo de Donald Trump sobre la fiabilidad de las elecciones, muy pocos votantes que acudieron el martes a las urnas encontraron problemas, e incluso los desperfectos que se presentaron fueron los habituales, como máquinas que se descompusieron y largas filas para votar.
Los días previos a las elecciones fueron tensos, con acusaciones infundadas por parte del candidato presidencial republicano acerca de que los comicios estaban amañados y temores de que los hackers atacaran el sistema electoral. El día de las elecciones, Trump reiteró sus acusaciones, luego de que su campaña anunció que solicitaba una investigación en el disputado estado de Nevada, ante los reportes de que algunos centros de votación anticipada permitieron que las personas se formaran luego de la hora programada de cierre.
Cuando se le preguntó en Fox News si aceptaría los resultados del martes, Trump se mantuvo con objeciones.
"Veremos cómo transcurre el día y ojalá todo salga bien y ojalá no debamos preocuparnos de nada", dijo Trump. Más tarde durante la entrevista aseguró que "es un sistema amañado extensamente".
Las preocupaciones sobre intimidación de votantes y fraude provocaron una serie de demandas en los días previos a las elecciones, y las nuevas regulaciones en más de una docena de estados tienen el potencial para sembrar la confusión en algunos centros de votación.
Las largas colas a primera hora de la mañana, máquinas que no funcionaban y algunos episodios de intimidación de electores en los centros de votación fueron algunos de los incidentes registrados hoy en las elecciones estadounidenses.
La mayoría de estos problemas que se detectaron en los estados de Arizona, Carolina del Norte, Ohio, Pensilvania y Virginia se debieron a problemas de procedimiento, mientras que hubo otros fallos que se produjeron en Georgia, Nueva York y Texas.
El incidente más grave tuvo lugar en una zona residencial de Azusa, una ciudad del valle de San Gabriel unos 37 kilómetros al noreste de Los Ángeles, donde una persona murió y al menos otras dos resultaron heridas en un tiroteo cerca de un centro de votación.
El centro de votación tuvo que cerrar y los electores fueron desviados a otros centros cercanos para que pudieran ejercer su derecho, sin que esté claro si el incidente, en el que al menos una de las víctimas era un votante, tuvo relación con las elecciones.
En el crítico estado de Florida, donde el candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, y su rival demócrata, Hillary Clinton, protagonizan una reñida disputa, varias personas denunciaron comportamientos agresivos e intimidatorios en centros de votación.
Pero, al menos en las primeras horas, la mayoría de los problemas fueron rutinarios, de los que suceden en todos los comicios, tales como filas, desperfectos y algunos problemas con las boletas o los padrones. Un votante de New Jersey reportó que llevaba tres horas formado porque había muy pocas máquinas para votar en su centro de voto en Jersey City.
En Texas, un desperfecto en una computadora en Houston obligó a enviar a los votantes a otro lugar a más de tres kilómetros (dos millas) del lugar. El funcionario electoral John Oldham dijo que la consola fue reemplazada por otra y se reanudó la votación.
Andrea Patience, una técnica farmaceuta de 50 años de edad, fue una de las personas que estaba formada cuando surgió el desperfecto técnico. Dijo que esperó una hora a que fuera arreglada. Patience dijo que había una fila de unas 100 personas en ese momento y que casi la mitad de ellos se fueron.
"Había muchas personas molestas", comentó Patience. "No sé si volverán más tarde u optaron por no votar".
En Utah, los funcionarios electorales dijeron que los problemas con las máquinas en el sur del estado obligaban a usar boletas de papel, lo que podría afectar a decenas de miles de votantes que aún no habían sufragado. Un problema técnico en el condado Durham, North Carolina, bastión demócrata en un estado que ha sido clave para la contienda presidencial, causó largas filas luego de que las autoridades electorales tuvieron que optar por un proceso de votación a mano.
También hubo reportes esporádicos en North Carolina de personas que acusaban que no aparecían en el registro electoral pese a que se habían inscrito.
La pregunta este año era si habría problemas extensos que indicaran un patrón de fraude o intimidación de votantes.
Trump había insinuado que Filadelfia era uno de esos lugares propensos al fraude electoral. El fiscal de distrito de la ciudad, Seth Williams, dijo pasado el mediodía que su oficina había investigado 68 quejas de intimidación de votantes, máquinas descompuestas y otros problemas, una cifra similar a la de las tres elecciones presidenciales anteriores. Dijo que todas las acusaciones han carecido de fundamentos.
En la última semana, los demócratas entablaron demandas en siete estados por los presuntos esfuerzos de los republicanos y la campaña de Trump para desplegar una red de observadores que buscara instancias de fraude. Los republicanos rechazaron las acusaciones de intento de intimidación y los jueces no encontraron pruebas de esos intentos.
Aunque había temores de que la intensa retórica de campaña provocaría confrontaciones en los centros de votación, solo se reportaron algunos roces sin mayores incidentes. En el sureste de Michigan, las autoridades señalaron que afuera de un centro de votación, se presentó una discusión entre una mujer que estaba a favor de la candidata Hillary Clinton y otra a favor de Trump, lo que provocó que un hombre empujara a una de las mujeres y otras personas se involucraran. No hubo arrestos.
Esta es la primera elección presidencial en la que no rige una cláusula crucial de la Ley del Derecho al Voto. Un fallo de la Corte Suprema en 2013 anuló la parte de la ley que obligaba a estados y jurisdicciones con una trayectoria de discriminación racial a someter cualquier cambio en sus leyes electorales a la aprobación del Departamento de Justicia federal. Esto permitió a varios estados, en su mayoría con legislaturas y gobernadores republicanos, imponer leyes de identificación más estrictas y limitar la votación anticipada.
Las impugnaciones de algunas de estas leyes han dado lugar a una serie de fallos que bloquearon o anularon algunas disposiciones, a la vez que ratificaron o restauraron otras. Esto generó temores de desinformación entre los votantes, las autoridades electorales y los empleados de los comicios.
El fallo de la Corte Suprema también llevó al Departamento de Justicia a enviar menos observadores entrenados que en años anteriores, lo cual probablemente reducirá su capacidad para detectar instancias de intimidación y otros problemas en potencia.
Mientras tanto, las autoridades electorales se precavían de cualquier intento de irrupción en sus sistemas. Unos 48 estados aceptaron una oferta del gobierno federal de verificar sus bases de datos de votantes y buscar puntos vulnerables en sus sistemas después de intentos de hackers de penetrar en los de dos estados a mediados de año.