La pandemia rebajó las previsiones a largo plazo sobre el consumo mundial de petróleo: llegará a los 109.3 millones de barriles diarios (mbd) en 2040.
La producción de la OPEP pasará desde los 33.8 mbd del año pasado hasta los 43.9 mbd hacia 2045.
Por Wanda Rudi
Viena, 8 de octubre (EFE).- La OPEP prevé que su participación en el mercado mundial de crudo aumente hasta el 40 por ciento hacia 2045, desde el 34 por ciento que ostenta ahora, cuando ha reducido su producción en casi 10 millones de barriles diarios (mbd) por la caída de la demanda por la crisis del coronavirus.
Ese pronóstico corresponde al escenario que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) estima como el más probable a largo plazo, entre varios modelos analizados en un informe publicado este jueves en Viena.
Con excepción de Canadá, Catar, Kazajistán y Guyana, que aumentarán sus extracciones, los suministros de fuera de la OPEP bajarán a largo plazo, dejando una brecha que llenarán los socios de la organización con el aumento de su producción, dice el documento.
Pero antes de que la OPEP pueda así ampliar su participación en el mercado mundial, verá subir la oferta rival hasta un pico de 71.8 mbd de crudo en 2027 desde los cerca de 65 mbd de 2019, nivel al que habrá vuelto en 25 años.
La producción de la OPEP, que abarca todos los tipos líquidos de petróleo, pasará desde los 33.8 mbd del año pasado hasta los 43.9 mbd hacia 2045.
Con ello, la participación de los trece socios de la organización en el mercado mundial se ampliará hasta el 40 por ciento, desde el 34 registrado el año pasado, vaticina el informe.
Estos pronósticos están sin embargo sujetos a una serie de factores de incertidumbre, sobre todo en relación con la recuperación de la economía mundial tras la pandemia de la COVID-19 y la velocidad de la transición energética a un sistema con menor emisiones de CO2.
IMPACTO DE LA PANDEMIA
La pandemia -y su probable efecto acelerador en la transición hacia energías renovables- ha llevado a la OPEP a rebajar este jueves sus previsiones a largo plazo sobre el consumo mundial de petróleo, en medio de una gran incertidumbre. En su informe anual “Perspectiva Mundial del Petróleo 2020”, vaticina que la demanda de crudo del planeta, tras recuperarse del colapso de 2020, llegará a los 109.3 millones de barriles diarios (mbd) en 2040.
Esa cifra es 1 mbd inferior a la estimada hace un año para 2040.
Según esos cálculos, en los próximos veinte años la demanda aumentaría un 9.6 por ciento -casi 10 mbd- respecto a 2019 (99.7 mbd), un incremento que equivale al gigantesco recorte de la producción que la OPEP+ (la OPEP y sus aliados, entre ellos Rusia) puso en marcha en mayo pasado para afrontar el desplome del precio del barril por la pandemia.
Hacia 2035 el consumo de “oro negro” se habría estabilizado y hacia 2045 habría incluso comenzado a bajar, situándose en 109,1 mbd, según las previsiones.
¿TRANSICIÓN ENERGÉTICA ACELERADA?
“Dado que algunos de los programas de estímulo masivo anunciados para combatir el impacto de la pandemia COVID-19 están explícitamente diseñados para dirigir el apoyo a proyectos ‘verdes’, renovables y similares, es posible que se produzca una aceleración de la transición energética”, admite la OPEP.
“En el futuro, la gran pregunta que pende sobre los mercados de energía y petróleo es hasta qué punto habrá un impacto a más largo plazo en el hábito de los consumidores y, por ende, en la demanda”, destacan los expertos de la organización.
En este contexto, recuerdan los actuales “debates” sobre el impacto que podría tener el aumento del trabajo desde casa, pues reduce los desplazamientos y puede cambiar “el comportamiento de los consumidores”.
“Los viajes internacionales han sido reducidos drásticamente y muchos se preguntan si los de negocios volverán a los anteriores niveles, incluso si se recuperan los de ocio”, añaden.
Al mismo tiempo, a pesar de la disminución de las emisiones este año debido a la muy reducida actividad, los esfuerzos en la lucha contra el cambio climático “siguen en un camino que está lejos de ser suficiente para alcanzar la los objetivos del Acuerdo de París”, por lo que no se descarta que se fijen nuevas metas.
El informe apunta a que la demanda de petróleo podría caer hasta 71 mbd en 2045 -un 29 por ciento menos que el pronóstico del “escenario de referencia”- si se adoptan políticas energéticas más estrictas “en todos los sectores de la economía”.