El banco central previó que Argentina, Brasil y México no recuperarán hasta 2022; Perú caerá 12.6 por ciento , con un rebote del 9.9 por ciento.
Argentina sufrirá un retroceso de su economía este año del 11.7 por ciento y Chile del 5.9 y Colombia se contraerá 6.8 por ciento.
Madrid, 8 de octubre (EFE).- La pandemia de COVID-19 causará este año un desplome de la economía latinoamericana del 8.1 por ciento, la mayor caída de las últimas décadas y por encima de otras regiones emergentes como Europa del Este (-4.4) y Asia (-3), según el consenso de analistas recogido por el Banco de España en un informe publicado este jueves.
En 2021, la región volverá al crecimiento con un repunte del PIB del 4.1 por ciento, el mismo previsto para Europa del Este pero un punto inferior al de Asia -excluida China-, señala la entidad en el Informe de Economía Latinoamericana del segundo trimestre de 2020.
El Consensus Forecast, que considera a los seis grandes países (Brasil, México, Argentina, Chile, Colombia y Perú), muestra además una incertidumbre "mucho mayor que en años anteriores", lo que causará una recuperación gradual e incompleta, señala la entidad española.
De hecho, Argentina, Brasil y México no recuperarán hasta 2022 el nivel de actividad previo a la crisis del coronavirus.
De las grandes economías consideradas, Perú será la que más caiga este año, el 12.6 por ciento interanual, y la que más crezca en 2021, con un rebote del 9.9 por ciento.
El PIB de Brasil, la mayor economía de la región, descenderá en 2020 el 11.7 por ciento y retomará el crecimiento en 2021 con un alza del 3.2, mientras que la de México, la segunda en tamaño, caerá el 9.9 por ciento y subirá el 3.7 en estos dos años.
Argentina sufrirá un retroceso de su economía este año del 11.7 por ciento y Chile del 5.9, países que el año que viene crecerán el 5.1 y el 4.6 por ciento, respectivamente.
Por último, Colombia verá cómo su economía se contrae este ejercicio el 6.8 para recuperar el crecimiento en 2021 con un alza de su PIB del 4.6 por ciento.
La región encaró la crisis sanitaria con unas perspectivas de crecimiento inferiores a las de otras regiones emergentes por obstáculos estructurales como su dependencia del ciclo de precios de las materias primas, su baja inversión en infraestructuras o el escaso rendimiento obtenido del gasto educativo, recuerda el Banco de España.
A pesar de las mejoras que se han producido en asuntos como la reducción de la deuda pública, la pobreza y la desigualdad, la entidad señala que los países de la región se beneficiaría de la aplicación de reformas para hacer más competitivas su economía e inversiones en economía e infraestructuras.