Destiny 2: Forsaken es un gran paso dentro de la saga y es un paso para bien. Sabemos que aún hay un largo camino que recorrer y dos expansiones más para lo que sigue de este nuevo año, pero sin duda se nota un cambio completo dentro del juego que regresa a sus orígenes y eso hay que agradecerlo.
Ciudad de México, 8 septiembre (SinEmbargo).- Cuando hablamos de Destiny, los que hemos jugado el juego desde sus inicios podemos pensar en todos y cada uno de los cambios que vinieron tras el primer año, el segundo, el tercero y ahora el cuarto con la secuela del juego. Cambios para bien, cambios para mal, cambios que representaban iniciar de cero una y otra vez; cambios que llegaron en forma definitiva con Destiny 2 y que supusieron un balance total del juego en todos los aspectos; sin embargo un juego tan equilibrado un competencia por ver quién era el mejor jugador y no quien era el que tenía las mejores armas o armaduras sería lo que al final desgastaría la nueva fórmula de Destiny 2 y es lo que nos trajo el día de hoy a Forsaken, la última expansión de la saga.
Forsaken toma la mayoría de las mecánicas que fueron implementadas en Destiny 2 y las arroja a la basura, tenemos nuevas ramas dentro de cada clase de supers para titanes, cazadores y hechiceros; hay nuevas armas, armaduras y aventuras, una nueva -y vieja- zona que explorar, una historia que nos deja sorprendidos a todos, un sinfín de misiones, recompensas y por fin una secuela digna de la saga.
Primero debemos mencionar que en Forsaken no empezamos nuevamente de cero y esta es una de las mejores decisiones que se pudo tomar; en cierto se siente como un reset completo al juego, sin embargo nosotros solo podemos seguir subiendo de nivel de donde nos quedamos en la última expansión del juego: “warmind”; ahora podremos llegar hasta el nivel 50 y nuestro nivel de luz -el cual es como nuestro nivel de poder, después del nivel normal de nuestro personaje- será de 600, esto es sin duda un gran avance con respecto a los niveles 30 y 395-400 de luz que teníamos anteriormente. Pero hay algo más y no es sólo tener una barra enorme de niveles que llenar, en esta ocasión es un tanto más complicado llegar a ese nivel máximo de luz; lo que nos recuerda a Destiny 1 porque necesitarás jugar horas para poder conseguir las mejores armas y armaduras para poder llegar así a este nivel; todavía tendremos que esperar a la nueva incursión que saldrá en las próximas semanas para poder probar que tan rápido o lento podremos conseguir mejores armas y armaduras para lograr el objetivo.
En este videojuego regresamos a un viejo lugar conocido de Destiny 1, el Reef, donde existe “The prisión of elders”, esta prisión que albergaba a las criaturas más peligrosas del universo y que han escapado de la mano de Uldren Sov, el hermano de la reina de los awoken. Esta aventura nos introduce a una línea más oscura dentro; también vivimos la muerte de uno de los personajes más emblemáticos de la franquicia y esto desata una cadena de eventos que nos lleva a nuevos lugares que explorar, nuevas misiones y un destino final conocido como “dreaming city” que exigirá el mayor esfuerzo de los jugadores para salir victoriosos de todos los desafíos con los que cuenta, algo que le da un toque más ambicioso y competitivo; justo lo que necesitaba el juego, un lugar que te exija horas y horas de juego pero que al final te ofrecezca recompensas dignas del tiempo que invertiste.
El modo jugador vs jugador también ha sido modificado y regresan los clásicos modos de juego en Forsaken, sólo podemos hablar de “Gambit” y es justo lo que necesitaba un juego como Destiny 2. En este nuevo modo de juego, además de enfrentarnos a más jugadores en equipos de cuatro, también enfrentaremos a enemigos de diferentes razas. Nuestra misión es sencilla: derrotar a los enemigos y estos tirarán unos “motes” que tendremos que depositar en el centro del mapa, al llegar a 75 convocaremos a un enemigo más fuerte y si lo derrotamos ganamos, sencillo. Pero en Gambit la dinámica es más emocionante; ya que cada que depositemos 5, 10 o 15 motes aparecerán enemigos en el campo contrario, haciendo la tarea un poco más complicada, así como cada 25 motes se abrirá un portal donde un jugador podrá ir a invadir al campo contrario para hacer aún más difícil el juego del equipo contrario. Gambit es emocionante, intenso y sobre todo divertido.
También tenemos un nuevo sistema de recompensas y misiones mejoradas que te ofrecerá opciones diarias y semanales, cada una de estas cuenta con una caducidad de 24 horas y siete días respectivamente; las recompensas pueden variar entre tokens para subir de nivel con la vanguardia, el crisol, gambit y demás; también podrás obtener piezas de armaduras o armas como recompensa por estas misiones. Respeco a las armas, el nuevo sistema sufre un cambio que regresa a sus raíces, ahora podrás jugar como quieras, si quieres tres escopetas, puedes hacerlo, tres arcos o tres snipers, puedes hacerlo; todo depende del jugador, pero regresa un poco la dinámica de Destiny 1 y adiós a la que vimos en Destiny 2; las armas pesadas seguirán siendo las más poderosas, pero ahora las escopetas, snipers, rifles de fusión regresan a ser armas especiales lo que hace que el modo jugador vs jugador tome un giro completo a como se vivía antes.
Destiny 2: Forsaken es un gran paso dentro de la saga y es un paso para bien. Sabemos que aún hay un largo camino que recorrer y dos expansiones más para lo que sigue de este nuevo año, pero sin duda se nota un cambio completo dentro del juego que regresa a sus orígenes y eso hay que agradecerlo.
