Luis Enrique Miranda Nava, el nuevo encargado de combatir la pobreza en México es fan de uno de los deportes más costosos para practicar: el golf. Para jugarlo le gusta tener toda la comodidad del mundo, por ello él y su amigo íntimo, Enrique Peña Nieto, acostumbran cerrar las instalaciones del campo en turno cuando hacen su recorrido por los 18 hoyos. Los socios tienen que esperar, el acceso es imposible cuando los políticos se apoderan del green.
Por Marco Malvido
Ciudad de México, 8 de septiembre (SinEmbargo/JuanFutbol).– El nuevo encargado de combatir la pobreza en México es fan de uno de los deportes más costosos para practicar: el golf. Y para jugarlo le gusta tener toda la comodidad del mundo, por ello él y su amigo íntimo, Enrique Peña Nieto, acostumbran cerrar las instalaciones del campo en turno cuando hacen su recorrido por los 18 hoyos.
Primero el Club de Golf Los Encinos, al que acostumbraban visitar cuando Peña Nieto gobernaba el Estado de México y Miranda era el segundo a cargo (2005 – 2011); después el Ixtapan Golf Resort Country Club, ubicado a hora y media de Toluca, donde ambos poseen lujosas villas. Los socios tienen que esperar, el acceso es imposible cuando los políticos se apoderan del green.
Los temas más íntimos, los negocios, la vida en la cúpula presidencial desde una perspectiva relajada eran escuchados atentamente al menos una vez al mes, cada que la agenda lo permitía, por Luis Enrique Miranda entre swing y swing, desde el tee de salida, hasta llenar la tarjeta final.
Un caddie del club Los Encinos que prefirió guardar anonimato, le dijo a CÁMARA HÚNGARA que en los tiempos del sexenio anterior, rara vez se le vio a Miranda conectar un birdie, mucho menos un eagle.
“Ahora parece que ya trae buen nivel el señor Miranda. A él sí lo llegué a acompañar más de una vez en los recorridos que hacía con mi patrón [se guarda el nombre], pero al Presidente, a ese sí no me tocó verlo. Decían que cerraba el campo con sus guardaespaldas para que nadie los molestara, pero no me tocó estar”, recuerda el anónimo caddie en contacto telefónico con esta casa editorial.
En la actualidad los socios de Los Encinos ya no tienen que padecer la exclusividad de su campo. Hoy el club preferido por Peña Nieto y su compadre Miranda es el Ixtapan Golf Resort Country Club. 18 hoyos, canchas de tenis, un spa de nivel Beverly Hills, lago para pesca deportiva, otro para remar y salones de juego.
Horas y horas de recreación para el nuevo secretario de Desarrollo Social han transcurrido en este sitio, en compañía de Peña Nieto, en una zona VIP mexiquense donde el panorama está rodeado por aguas termales, clubes de golf, zonas residenciales y parques recreativos, administrados por los hijos de Arturo San Román Chávez, ‘El Señor de los Balnearios’, QEPD.
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Resulta curioso que Luis Enrique Miranda reciba ahora el nombramiento como titular de Sedesol. En teoría, tendría que ser un aliado de los pobres, pero de forma indirecta, los sectores más vulnerables han sido atropellados por gente relacionada de primera mano con él, como los San Román.
Francisco Cruz Jiménez, periodista y escritor del libro Los Golden Boys, narró en entrevista con SinEmbargo que a partir de 1947, Alfredo San Román Chávez, comenzó a construir su imperio, gracias a concesiones gubernamentales, entre ellas el permiso para explotar los borbollones de San Gaspar.
En su momento, dicha concesión generó la oposición de pobladores y pequeños hoteleros. El disgusto popular se mantiene, ya que desde entonces, empresas de San Román, como Nueva Ixtapan (NISA), han resultado favorecidas como la principal concesionaria de agua de riego. Concesión renovada en 1997, durante el mandato de Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000).
Gracias a decretos políticos, los San Román monopolizaron toda el agua del municipio, incluso la de riego que se distribuye a los campesinos. Comuneros de la región otomí narran que desde hace años los San Román han ido despojando de sus tierras a sus pobladores originarios para luego construir grandes campos de golf y zonas residenciales.
También se dio la monopolización del sector turístico con el reimpulso en el sector inmobiliario que facilitó la construcción del Golf Resort & Country Club Gran Reserva, donde Miranda ahora presume tener mejor hándicap que el propio Presidente, o bien, donde en algún tiempo cambian la rutina para montar en el club hípico.
Si el recorrido por los 18 hoyos resultó muy agotador, no hay problema. El Presidente y el nuevo integrante de su gabinete, poseen reconfortantes “villas de descanso” en el exclusivo Resort.
De acuerdo a una publicación en una de las revistas de Editorial Notmusa, la propiedad de EPN ahí ubicada, se construyó sobre dos terrenos, cuenta con dos pisos, cinco recámaras, estacionamiento, jardín con fuente que simula un río, dos salas de televisión, estancia y acabados de lujo, como pisos de mármol. Es la más grande de la zona. Los terrenos por cierto, pertenecían anteriormente a Kurt Visetti, ya fallecido, quien fuese Presidente del Deportivo Toluca entre 1987 y 1989.
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Una creencia empresarial muy arraigada dice que los mejores negocios se cierran en los campos de golf y en los pasillos de los hoteles. Ambos escenarios, alejados de oficinas herméticas o salas de reuniones, son los ideales para tomar decisiones.
Para Pablo Chambers, principal de la firma de investigación de mercados Futurio, la relación entre los negocios y el golf se basa en la ética del ejecutante. Él considera que un buen golfista no hace trampa para alcanzar altos puntajes. No importa si la pelota cae en las trampas de arena o si están a centímetros del hoyo, los contrincantes confían en que, mutuamente, no recurrirán a trucos para mejorar sus ángulos de tiro.
El caddie del club Los Encinos se lo confirma a CÁMARA HÚNGARA: “El señor Miranda no hacía trampa. Sus tarjetas pocas veces eran las mejores, pero se esforzaba por aprender”.
Y el esfuerzo ha valido la pena. Entre las pendientes y descensos de uno de los clubes más ostentosos del país, ha repasado junto al Presidente una y otra vez, las estrategias con las que zafó de la investigación a la que fue sometido por la Procuraduría General de la República (Fiscalía) por servir de prestanombres de 123 propiedades al ex Gobernador Arturo Montiel, con quien empezó su carrera política, allá por 1999.
Comenzó como director jurídico, subió a subsecretario de Asuntos Jurídicos y escaló a secretario de Administración y Finanzas. Peña Nieto lo llamó a su gobierno estatal y lo hizo subsecretario de Gobierno en 2007. Estuvo dos años en esa posición hasta que logró ascender a secretario. Así se convirtió en el número dos al mando en el Estado de México.
Esta semana no habrá golf. Tras la visita de Donald Trump, rodó la cabeza de Luis Videgaray y fue necesario el reacomodo en el gabinete. El Presidente ha llamado a uno de sus más íntimos allegados a tomar el relevo en la recta final de su sexenio en un puesto clave.
La capacidad de Miranda para enfrentar la pobreza está en duda. La misma exesposa de Peña Nieto, Maritza Díaz Hernández, manifestó su consternación en twitter:
“Error garrafal tener como operador político a @LuisMirandaNava, tú @EPN mejor q yo, sabes q tu compadre no tiene la capacidad para eso”.
Puede que tenga razón, pero qué importa, cuando su tesón lo han llevado a mejorar notablemente en el campo de golf, donde los negocios más importantes se cierran.
¿QUIÉN ES MIRANDA NAVA?
Miranda Nava nació en Jocotitlán, Estado de México, el 3 de junio de 1964. Su padre, Luis Miranda Cardozo, fue presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México. Su currículum no presenta ningún dato que lo relacione con experiencia en combate a la pobreza.Es conocido el compadrazgo con Enrique Peña Nieto a quien conoce desde que Arturo Montiel Rojas gobernó el Estado de México (1999-2005). Los dos pertenecieron a ese grupo apodado como “Golden boys”. La autoría del mote se atribuye a Manuel Cadena quien era de una generación arriba y nombró así a quienes en sus treinta y pocos acompañaban a Montiel porque según él, brillaban en conjunto.
En el Gobierno del Estado de México se inició como Coordinador de Asuntos Jurídicos, puesto desde el cual, le tocó el movimiento de los comuneros de San Salvador Atenco quienes se oponían a la construcción del Aeropuerto Internacional de Texcoco. Los de Atenco dieron una batalla en las carreteras con palos y machetes que se inició con Montiel, pero concluyó cuando Peña Nieto era Gobernador. En contra de sus líderes, fueron interpuestas varias demandas penales.
En 2006, la Policía Federal Preventiva y la Agencia de Seguridad Estatal del Estado de México se enfrentaron con los opositores al Aeropuerto, aglomerados en el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra. Hubo dos muertos, 207 detenidoso (10 menores de edad), 146 detenciones arbitrarias, y 26 violaciones de mujeres.
En 2012, durante la campaña electoral, Salvador Atenco se convirtió en el episodio más reclamado al entonces candidato Enrique Peña Nieto. Justo por el recuerdo de las heridas que dejó ese episodio surgió el grupo #Yosoy132 en la Universidad Iberoamericana (UIA).
En 2006, Luis Miranda Nava era candidato a la alcaldía de Toluca por el PRI, pero perdió la elección frente al candidato del Partido Acción Nacional, Juan Rodolfo Sánchez Gómez.
Miranda Nava es Licenciado en Derecho por la Universidad Isidro Fabela, incorporada a la Universidad Autónoma del Estado de México. La cédula profesional, número 6871740 la obtuvo en 2011, poco antes de incorporarse a la campaña de Peña Nieto para la Presidencia de la República. Luego, se convirtió en vicecoordinador político del equipo de transición.
Su declaración patrimonial en la Secretaría de la Función Pública se reduce a su currícula escolar y laboral. No declara ni propiedades inmuebles, ni bienes muebles ni inversiones. Suscribió que está de acuerdo en hacer público su posible conflicto de interés; es decir con quienes no puede hacer ningún contrato como servidor público; pero no brindó ningún nombre de cónyuge o familiar.
El sexenio de Enrique Peña Nieto lo arrancó como Subsecretario de Gobierno en la Secretaría de Gobernación, en cuyo cargo está Miguel Ángel Osorio Chong. Desde ahí, se encargó de las negociaciones con los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que en 2013 se apostaron en el Zócalo de la Ciudad de México. Fue Miranda Nava quien firmó el primer acuerdo de paz con los maestros disidentes el 2 de mayo de 2013. “Privilegiar el diálogo como una vía de construcción de propuestas orientadas al mejoramiento de la educación”, fue uno de los compromisos aquella vez. Pero el acuerdo fue roto por los hechos.
Tres años después, en Nochixtlán, Oaxaca, once personas murieron y 40 más resultaron heridas cuando elementos de la Policía Federal y estatal intentaron desbaratar un bloqueo carretero de los maestros disidentes. Después, en la Segob se instalaron cuatro mesas de negociación. Miranda Nava se quedó a cargo.