Luis Videgaray Caso cerró ayer un capítulo de su ascendente carrera en la administración pública. El hoy ex Secretario de Hacienda y aspirante a la candidatura del PRI para la elección presidencial de 2018, subió escalones vertiginosamente gracias a padrinos como Pedro Aspe Armella y Arturo Montiel Rojas, en una tierra mexiquense que para el joven itamita con doctorado en el MIT fue fácil de conquistar. Eso hizo con Enrique Peña Nieto: lo conquistó y ganó toda su confianza, al punto de hacerlo depender de sus decisiones. Su paso por la SHCP, sin embargo, le costó caro a todo el país: menos crecimiento, más deuda, menos empleos y más pobres. Y no sólo eso: su error de traer a Trump a Los Pinos dejó en ridículo a su Presidente, y a él le costó el cargo y sus sueños de grandeza.
Por Sandra Rodríguez y Dulce Olvera
Ciudad de México, 8 de septiembre (SinEmbargo).– Luis Videgaray Caso era considerado como un “inteligente”, “talentoso” y “prestigioso” estudiante de la Licenciatura en Economía del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), institución educativa fundada por el empresario Alberto Bailléres. Era principios de los años 90, Carlos Salinas de Gortari era Presidente de la República y México vivía un periodo de profundas reformas constitucionales para permitir la apertura económica a los mercados internacionales. A la cabeza de tal transformación estaba el Secretario de Hacienda, Pedro Aspe Armella, también Economista egresado del ITAM y, desde 1996, fundador la consultora Protego, dedicada a “obtener recursos en los mercados mexicanos e internacionales para empresas con alto potencial de crecimiento”.
La amistad de Videgaray con el hijo de un asesor de Aspe, explica a SinEmbargo el investigador académico Ernesto Villanueva Villanueva, fue el vínculo que condujo al primero a la Secretaría de Hacienda en la que fungió como asesor durante dos años, entre 1992 y 1994.
“Videgaray conoce a Carlos Lorenzo Sales Sarrapy en el ITAM. Sales era hijo del asesor de Hacienda, Carlos Sales, también muy inteligente, con una trayectoria familiar en las finanzas Públicas. Videgaray tenía un gran prestigio, hicieron buena química y empezaron a colaborar juntos”, dice Villanueva, integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y que conoce a Videgaray.
Al terminar el salinismo, agrega el perfil aún disponible en la página electrónica de la Secretaría de Hacienda, el joven Videgaray –entonces de 28 años– se convirtió, en 1996, en asesor del primer Secretario de Energía de la Presidencia de Ernesto Zedillo, Jesús Reyes Heroles González Garza, a quien también conoció en sus tiempos de estudiante y quien, según relató el propio Videgaray en un evento reciente sobre la Reforma Energética, fue sinodal de su examen profesional.
“Lo libero de cualquier responsabilidad por mis actos y dichos posteriores a partir del día de mi examen profesional”, bromeó el todavía Secretario Videgaray el pasado 27 de enero, al inaugurar un congreso sobre energéticos y saludar desde el micrófono a su antiguo maestro y hoy presidente ejecutivo de Energea, empresa creada hace cinco años cuando un grupo de expertos, dice su página web, “previeron la inminencia de una reestructura de fondo en el sector”.
En 1997, Reyes Heroles fue enviado como Embajador de México a Estados Unidos y su joven asesor salió de la administración pública para estudiar, en 1998, un doctorado en Economía en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), de donde egresó con la tesis “La respuesta fiscal a los choques petroleros”.
Ese mismo año, según su perfil en la página de la Secretaría de Hacienda, se integró como director de Finanzas Públicas en Protego.
“Era una consultora económica de asesoría para el sector privado y público. Se tienen comentarios críticos sobre el desempeño de esa consultoría por asesorar a gobiernos estatales en cómo bajar recursos federales y obtener créditos sin límite (como deuda interna). No fue una cuestión muy pulcra”, dice Villanueva.
Fue cuestión de tiempo que Videgaray, priísta desde su juventud y parte de la firma de uno de los funcionarios más importantes del salinismo, conociera, en 2003, al entonces diputado local y ya delfín de la clase política del Estado de México, Enrique Peña Nieto. De acuerdo con la ex diputada del Movimiento Ciudadano, Luisa Alcalde, fue Aspe quien los “presentó” cuando el entonces Gobernador y “jefe político” de Peña Nieto, Arturo Montiel, requirió reestructurar la deuda del estado.
En 2005, cuando Peña Nieto ganó la elección como Gobernador del Estado de México, Videgaray dejó Protego y entró como Secretario de Finanzas al gabinete del mexiquense. Y fue entonces, dice Villanueva, que se tejió “la vinculación afectiva y profesional” entre ambos.
“SÍ ME GUSTARÍA SER GOBERNADOR”
La carrera de Luis Videgaray fue avanzando conforme se fue perfilando la candidatura presidencial de Enrique Peña Nieto, claramente vislumbrada en el priísmo nacional a partir del triunfo del mandatario mexiquense en la elección interna de 2009.
Entonces, su cercano Secretario de Finanzas –que además era coordinador nacional de los secretarios de Finanzas estatales– llegó al Congreso como Diputado federal de representación proporcional y, hasta 2011, presidió la comisión de Presupuesto y Cuenta Pública. Ahí, Videgaray contrató como asesor al hoy Secretario de Educación, el licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Iberoamericana y Maestro en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Oxford, Aurelio Nuño, entonces de 32 años.
Y, de acuerdo con registros oficiales, el hoy ex titular de Hacienda se pronunció desde entonces por los recortes en el gasto público que luego aplicó desde el Gobierno. “Se dispuso que el Ejecutivo presentara un Programa Nacional de Reducción del Gasto y se amplió en más de 100 mil millones de pesos los recursos para los sectores de Comunicaciones y Transporte (…)”, escribió el entonces Diputado Videgaray en un artículo publicado por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara.
“Los recursos con los que se ejerce el presupuesto no son del Gobierno federal, de las entidades federativas o de los municipios del país, sino de la gente que contribuye al gasto público”, agregó Videgaray en su texto.
La “vena política” empezó a concentrar la atención de Videgaray alrededor de 2011, estima Villanueva, a instancia de su amigo también desde los tiempos del ITAM, el abogado Virgilio Andrade.
“Sí me gustaría ser Gobernador”, dijo el todavía Diputado Videgaray en entrevista con Radio Fórmula en marzo de 2011, en la víspera de la elección del Estado de México.
La amenaza del entonces Alcalde de Ecatepec, Eruviel Ávila Villegas, de lanzarse como candidato opositor, sin embargo, decantó por éste último la opinión del entonces Gobernador del Estado de México, y Videgaray se quedó como coordinador de la campaña de un estado crucial para la elección que más importaba y que también encabezó como coordinador general: la presidencial de 2012.
Con Videgaray en la jefatura, Peña Nieto también sumó a su equipo de campaña, como “coordinador de mensaje y mercadotecnia” a Aurelio Nuño; al también economista del ITAM, Emilio Lozoya Austin –a quien nombró coordinador de vinculación internacional– y a otros priístas como el ex candidato a gobernador Baltazar Hinojosa, entonces ex alcalde de Matamoros y ex funcionario del Gobierno de Tomás Yárrington Ruvalcaba –hoy prófugo– y que, en enero de 2012, fue nombrado por el hoy titular del Ejecutivo como coordinador de la primera circunscripción de su operación de campaña.
Los errores del equipo encabezado por Videgaray empezaron pronto a ser evidentes, desde la campaña presidencial. Era el hoy ex Secretario de Hacienda, de acuerdo con una crónica de El País, quien le hacía señas desde su asiento en primera fila a Peña Nieto cuando éste no pudo citar los nombres de tres libros que hubieran marcado su vida y que le requirió un reportero de El Mundo.
“Mira, realmente no podría señalar un libro que haya marcado mi vida”, dijo Peña Nieto el 3 de diciembre de 2011, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. “Un saludo a toda la bola de pendejos, que forman parte de la prole”, agregó un mensaje “retuiteado” por su hija Paulina Peña el 5 de diciembre siguiente.
DE TOLUCA A LOS PINOS, “CÍRCULO DE LEALES”
Esta proclividad del hoy mandatario a confundir o ignorar en público datos básicos se mantuvo una vez que el equipo encabezado por Luis Videgaray Caso –en una elección marcada por las denuncias de compras de votos y del apoyo de Televisa– ganó la Presidencia de la República.
El coordinador de la cuestionada campaña se convirtió entonces en Secretario de Hacienda y el PRI del Estado de México, formado en la tradición de que “un político pobre es un pobre político”, trasladó su poder de Toluca a Los Pinos.
Lo primero que hicieron: gestionar el Pacto por México, acuerdo logrado por Videgaray y Nuño –además del hoy Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong– con los dirigentes de los principales partidos de la oposición para aprobar las once Reformas Estructurales que continuarían la apertura económica iniciada desde la llegada de Aspe a la Secretaría de Hacienda.
Entre las modificaciones destacaban, por la complejidad de generarles consenso, la Reforma Educativa, que hizo obligatoria la evaluación como método de ascenso y permanencia en el servicio profesional docente; y la Energética, que modificó el artículo 27 Constitucional –como hizo Salinas en su sexenio– para permitir la inversión privada en la producción y explotación de los hidrocarburos.
Como la propensión del Presidente Peña Nieto a cometer errores en público continuaron, también, las muestras de disgusto de su familia hacia la vida sin lujos y, en noviembre de 2014, la publicación Aristegui Noticias reveló que habitaban una mansión valuada en siete millones de dólares y comprada al empresario tamaulipeco Juan Armando Hinojosa, uno de sus principales contratistas desde que era Gobernador del Estado de México.
Y se mantuvieron, además, las muestras públicas de insolvencia administrativa del equipo encabezado por Videgaray, considerado hasta la fecha el hombre más cercano a Peña Nieto y cuya influencia, como indica su presunto liderazgo en la organización de la visita del candidato republicano Donald Trump, no se limitó en el gabinete a la Secretaría de Hacienda: para cuando estalló el conflicto de la mansión –conocida como “casa blanca”–, el Gobierno de Peña Nieto era ya cuestionado a nivel internacional por la desaparición de 43 estudiantes en Iguala, Guerrero.
Y, en febrero siguiente, para tratar de “apagar el incendio” iniciado por la difusión de la “casa blanca”, a Videgaray Caso se atribuyó también la decisión de nombrar en la Secretaría de la Función Pública a Virgilio Andrade, que terminó en agosto siguiente exonerando a Peña Nieto y a su propio amigo, encontrado también por The Wall Street Journal como propietario de una casa comprada a Hinojosa.
El antiguo ex asesor de Videgaray y convertido este sexenio como Jefe de la Oficina de la Presidencia, Aurelio Nuño, dinamitó meses después la relación con los maestros inconformes con la Reforma Educativa –en junio pasado se registró el homicidio a balazos de seis maestros disidentes en Nochixtlán, Oaxaca– y el mismo Videgaray tuvo que salir ayer del gabinete, una semana después de que Trump dijera desde Los Pinos que construiría un muro en la frontera con México.
“Cualquiera que sean sus otras cualidades, con frecuencia se observan impermeables tanto a los imperativos de la política democrática y a las formas del resto del mundo”, criticó el influyente medio británico The Economist en un artículo posterior a la visita de Trump y que cuestionó también la “preferencia” de Peña Nieto de gobernar sólo rodeado del “círculo de leales” de sus años como Gobernador.
“A alguien en el círculo cercano de Peña Debió haber parecido una idea genial invitar a los candidatos de elección presidencial americana (…) Casi cualquier experto en política exterior los hubiera desengañado”, agregó el texto de The Economist, titulado “Lo indecible y lo inexplicable”.
“PARA USTED, SEÑOR VIDEGARAY”
Es, sin embargo, el resultado del trabajo de Videgaray como Secretario de Hacienda lo que mayor discrepancia muestra con las descripciones de “inteligente” y “prestigioso” que se le atribuían en sus años de dirigente estudiantil itamita e, incluso, con los reconocimientos como Ministro de Finanzas del Año otorgado en 2014 por las revistas, Euromoney, The Banker y América Economía.
De acuerdo con un seguimiento de SinEmbargo, durante los tres años y nueve meses que dirigió la Secretaría de Hacienda sus acciones desembocaron en el freno del crecimiento económico y el acelerado incremento de la deuda pública, además de que, afectados por los bajos precios internacionales del petróleo, jamás se observaron los resultados de las reformas estructurales que impulsó junto con Osorio y Nuño desde el Pacto por México.
La economía mexicana creció 2.5 por ciento en 2015, pero para este año las estimaciones de analistas económicos calculan no más de un dos por ciento. La desaceleración durante el segundo semestre de este año, según el Banco de México, es resultado de un débil crecimiento mundial, de una expansión de Estados Unidos menor a la esperada y a la caída de los precios del petróleo.
Pero la contracción es también reflejo de una caída en las exportaciones manufactureras (incluyendo automóviles), en las petroleras y de una débil inversión, mientras que el consumo, clave para el crecimiento, exhibió una desaceleración respecto al dinamismo que había venido presentando en los trimestres anteriores, reportó en su informe trimestral.
Además, lo afirmó un análisis de Standard and Poor’s y expertos consultados, la corrupción también ha golpeado a la economía por ahuyentar a las inversiones, las cuales generan empleos.
El “deslucido” y “decepcionante” crecimiento económico de México es resultado de la ausencia de un sistema político basado en transparencia, rendición de cuentas y aplicación de la Ley, determinó la calificadora.
En cuanto al incremento desmesurado de la deuda pública, Moody’s y Standard and Poor’s lanzaron llamadas de alerta al Gobierno para que alcanzara una pronta consolidación fiscal que impida que se siga disparando, lo cual provocaría la salida de inversionistas.
Es decir, Videgaray debió realizar un gasto público eficiente y generado fuentes de ingresos alternas al petróleo para equilibrar las pérdidas y con ello no aumentar más el déficit de las finanzas públicas.
Al cierre del segundo trimestre de 2016, el saldo de la deuda neta se ubicó en 6 billones 519 mil 981.7 millones de pesos, el 34.5 por ciento del PIB, informó Hacienda.
En palabras del Gobernador de Banxico, Agustín Carstens Carstens, la deuda se acerca al “límite de lo razonable”, por lo que es necesario una política fiscal “prudente”.
Finalmente, el brillo de Luis Videgaray Caso se apagó a la par de las expectativas de productividad y desarrollo de las reformas estructurales.
La Reforma Energética, a diferencia de lo que prometía, no ha reducido el precio de la luz ni del gas; no aumentó la producción y exportación de petróleo ni reactivó a las empresas productivas del Estado en crisis: Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Los gasolinazos son resultado, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas), del impuesto a la gasolina aplicado por Hacienda. Esto provocará, estima, que en el 2017 y 2018 su precio se eleve a 18 pesos por litro.
Aunque la liberación de su precio al mercado internacional y la llegada de nuevas marcas de gasolineras busca reducir su valor, ese impuesto ahuyenta a las empresas internacionales y actualmente solo Gulf ha venido a invertir. Hidrosina y Oxxo Gas son mexicanas, pero solo tienen alrededor de 700 gasolineras en comparación con las más de 11 mil estaciones que hay en el país.
Asimismo, Hacienda reportó que la producción de petróleo cayó 2.7 por ciento en julio al pasar de dos mil 276 miles de barriles diarios en 2015 a 2,213 en 2016. La implementación de la Reforma, según, la subiría a 3 millones en 2018.
Otra Reforma, la Fiscal, que buscaba reducir la informalidad mediante el Régimen de Incorporación, no pudo por su parte abatir la inmensa informalidad del trabajo en México y, para julio, el 57.1 por ciento de la población ocupada trabajaba en el sector informal, sin beneficios como seguridad social pero, también, sin contribuir al fisco.
“Cualquiera que sea el cálculo político, la lógica económica es clara: después de haber rastrillado una gran cantidad de impuestos por parte de la reforma tributaria del año pasado, ahora el dinero debe ser gastado para evitar estrangular la economía”, advirtió The Economist en 2014.
“Los mexicanos deben estar esperando que tan pronto como se apruebe la (Ley secundaria de la) Reforma Energética, con suerte a finales de este mes, habrá una bonanza de proyectos de obras públicas. Si no es así, el pesimismo sobre la capacidad del gobierno para manejar la economía sólo crecerá”, agregó el texto titulado “La debilidad de la economía de México. Para usted, señor Videgaray”.
“INTELIGENCIA” EN EL SECTOR PRIVADO
La inteligencia y el talento mostrado por Luis Videgaray en sus años de estudiante del ITAM y que no se aprecia en su trabajo público se observan, en cambio, en el sector privado.
En octubre de 2012, justo después de ganar la elección presidencial con Peña Nieto, él mismo compró a Hinojosa otra mansión –ésta en la localidad mexiquense de Malinalco– por un costo similar al que el empresario había pagado por ella al también hombre de negocios Nelson Vargas.
De acuerdo con el folio 11824 del Instituto de la Función Registral del Estado de México, Hinojosa no ganó un peso en la operación y Videgaray adquirió una deuda de 7.5 millones de pesos pagaderos hasta 2030.
“El señor doctor Luis Videgaray Caso se obliga a pagar el importe del adeudo reconocido en la cláusula primera que antecede, dentro de un plazo máximo de 18 años contados a partir de la fecha de firma del contrato de compraventa (…) es decir, que el deudor deberá de pagar totalmente el adeudo existente a favor de ‘Bienes Raíces H&G’ a más tardar el día primero del mes de septiembre del año 2030”, dice la segunda cláusula del contrato de compraventa escriturado en noviembre de 2013.
Otros beneficiados en el sector privado con el trabajo de Videgaray son el círculo empresarial formado alrededor de los gemelos Jaime y Carlos Ruiz Sacristán; el primero actual presidente de la Bolsa Mexicana de Valores y el segundo ex Secretario de Comunicaciones y Transportes con Ernesto Zedillo y ex Subsecretario de Normatividad con Aspe Armella.
El segundo fue, además, consejero de la empresa Obrascón Huarte Lain hasta que la difusión de audios por presuntos sobornos de sus directivos a funcionarios del Gobierno federal y del Estado de México. Y es también, hasta la fecha, presidente del Consejo de Administración de Infraestructura Energética Nova, filial en México de la compañía californiana Sempra, una de las más beneficiadas por la apertura energética y que en lo que va del sexenio, de acuerdo con datos del Portal de Obligaciones de Transparencia, ha ganado más de 5 mil millones de pesos (21 mil desde 2005).
Actualmente, de acuerdo con lo que informó el propio Ruiz Sacristán, la compañía mantiene su interés de convertirse en una de las primeras acreedoras de los fondos de inversión denominados Fibra E, con los que el Gobierno federal busca financiar la infraestructura de la naciente industria privada de la energía mexicana creada con la Reforma Energética.
La idea de crear estos fondos, dijo el propio Videgaray al presentar la Fibra E en la sede de la BMV el 5 de octubre de 2015, fue del hermano de Ruiz Sacristán, Jaime.
“Hace un momento me recordaba Jaime. Fue hace casi exactamente cuatro meses; el 8 de junio tuvimos una reunión de trabajo con la AMIB [Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles] donde platicamos de cómo podríamos detonar juntos, crear instrumentos, avenidas para utilizar más al público inversionista a través de la Bolsa Mexicana de Valores para detonar la inversión que requiere el país particularmente en el contexto de las reformas estructurales”, dijo Videgaray Caso.
“Y de ahí surgió la idea, y también otras conversaciones previas […] de crear una categoría especial de inversión que permita canalizar el apetito que existe entre los inversionistas institucionales, el gran público inversionista para participar de la transformación del país, específicamente en el sector de la energía y en el sector de la infraestructura en general. Y así surge esta figura que hoy se presenta y se discutirá que es la llamada ‘Fibra E’, los Fideicomisos de Inversión en Infraestructura y Energía, que parte en primer lugar de experiencias en otros países muy exitosas”, agregó el entonces Secretario de Hacienda.
Otro particular beneficiado con el trabajo de la Secretaría de Hacienda y sus dependencias fue el propio empresario Juan Armando Hinojosa, que si bien perdió el contrato de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para construir el tren de alta velocidad de México a Querétaro, mantuvo otros contratos con el gobierno federal y, en especial, con instancias de la Secretaría de Hacienda. Nueve de ellos, de acuerdo también con el POT, para servicios de transportación aérea ejecutiva de diversos funcionarios.
“Entre estos traslados se encuentran los viajes de Alfredo del Mazo Maza, primo del Presidente Enrique Peña Nieto, hasta enero director general del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) y hoy candidato a Diputado federal por el Estado de México y cuya gerencia de adquisiciones, el 14 de marzo de 2013, otorgó de manera directa un contrato de 10.7 millones de pesos a la compañía aérea Eolo Plus SA de CV, propiedad de Hinojosa Cantú”, publicó SinEmbargo el 31 de marzo de 2015.
“El objeto de este convenio, indican datos oficiales, fueron los ‘servicios de transportación aérea ejecutiva nacional e internacional para el director general [Del Mazo Maza], personal directivo, así como el presidente [Videgaray} y presidente suplente del consejo directivo de Banobras de 2013 a 2015”, agregó el reporte.
Y Protego, la firma en la que Videgaray se convirtió en reestructurador de deudas de los gobiernos estatales durante el panismo y que hoy se llama Evercore, aumentó los 43.3 millones de pesos que había ganado en contratos con el gobierno federal desde el año 2002 a 98.7 millones de pesos en lo que va del sexenio de Peña Nieto. Sesenta millones de éstos apenas el pasado 3 de mayo, cuando junto con otras consultoras –como Adhoc, propiedad del ex subsecretario de Transportes y hoy también consejero de Ienova, Aarón Dychter– Evercore ganó el contrato para proveer “servicios de consultoría consistentes en la planeación, coordinación y control del programa de zonas económicas especiales” entre abril y diciembre. Es decir, 6.6 millones de pesos mensuales.
La unidad administrativa que celebró el contrato, muestra la información oficial: la gerencia de adquisiciones del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, dependiente orgánicamente hasta ese momento de Videgaray.
También en este sexenio, Evercore incorporó a la empresa mexicana Diavaz a su portafolio de inversiones y, en diciembre pasado, ésta última obtuvo la licencia para estrenarse en el negocio de la extracción de hidrocarburos iniciado con la Reforma Energética.
“Los contratos, obtenidos por Diavaz el 15 de diciembre, durante la tercera licitación de la Ronda Uno, le permitirán explotar uno de los campos petroleros más importantes de Tamaulipas, denominado Barcodón, con un volumen original de 166 millones de barriles de aceite y 48 mil millones de pies cúbicos de gas. El otro contrato se ubica en la zona denominada Catedral, ubicada en Chiapas”, reportó SinEmbargo el pasado 5 de junio.
“Usted y sus socios planean aprobar esta Reforma Energética con una sola finalidad: Hacer negocios”, le dijo a Videgaray en 2013 la entonces Diputada por el Movimiento Ciudadano, Luisa Alcalde.
“Imagínese que un mes y medio después de ser nombrado Lozoya Austin como director general de Pemex, tan solo un mes y medio después, Pemex adjudicó de manera directa, sin licitación, la primera fase del gasoducto Los Ramones, un proyecto de mega infraestructura gasífera con un costo de más de 2 mil millones de dólares; ese mega proyecto se le asignó nada menos favor de Sempra, ahora IEnova, empresa que dirige en México Carlos Ruiz Sacristán, compañero del propio Lozoya Austin en OHL. ¿Quiere saber a qué empresa asignó Pemex para llevar a cabo el armado financiero? A Protego, de Pedro Aspe, ni un mes y medio llevaban Lozoya y usted en el cargo y ya habían realizado el primer gran negocio relacionado con el petróleo. Luego de este recuento de hechos, le pregunto: ¿puede usted negar que la Reforma Energética que propone beneficiará directamente a su grupo político, enriqueciéndolo a costa de la gran mayoría de los mexicanos?”, expuso la legisladora entonces, ante los abucheos de varios de sus colegas.
“Indudablemente México requiere una Reforma Energética. No estamos aprovechando nuestro potencial para detonar crecimiento para detonar bienestar y estamos dejando de lado lo que la naturaleza nos dio para impulsar el crecimiento económico”, dijo Videgaray en su respuesta, luego de agradecer a Alcalde “su interés en mi biografía personal, aunque con algunas imprecisiones”.