Ciudad de México, 8 de septiembre (SinEmbargo).– Es cierto: apapachar a una mascota es una cosa fascinante y es una acción bastante común ir a la cama con el perro o el gato para disfrutar una siesta, pero expertos aseguran que compartir cama –sin tomar las medidas necesarias– podría afectar la salud de los humanos e incluso algunas de las enfermedades podrían ser muy riesgosas. Además, dormir con ellas no sólo puede provocar algún problema físico, sino también comportamientos indeseables en tu animal de compañía.
Contra todo pronóstico de los amantes de los animales, algunos expertos aseguran que dormir con una mascota, en lugar de hacer el sueño más ameno, lo altera. Un estudio realizado por Mayo Clinic en Estados Unidos reveló que alrededor del 46 por ciento de las personas que se quejaban de tener problemas de sueño dormían con un animal doméstico, de los que los perros y gatos eran los más populares.
Esta última aseveración es respaldada por otro estudio realizado por el Centro para el Control y Prevención de enfermedades también en EU y que, además, revela que alrededor de 100 enfermedades de las 250 conocidas que se transmiten entre humanos y animales son causadas por dormir con las mascotas. Entre los riesgos a la salud podemos encontrar alergias, infecciones y disminución de las defensas.
Las personas que están más propensas a adquirirlas son bebés, niños y personas inmunodepresivas.
Y es que por más que nos esforcemos porque no suceda, las mascotas suelen ser portadoras de organismos como bacterias, parásitos (externos e internos), hongos, etcétera, que los convierten en focos de infección para los seres humanos. Esto sucede porque mientras tu perro o gato va al baño, pasea por algún lado o husmea en algún lugar puede pescar alguno de estos indeseables organismos o ensuciarse de más.
El mal de changas (que puede llegar a ser mortal) es un ejemplo de las enfermedades transmisibles. Recientemente, un estudio realizado en Argentina demostró que el riesgo de contraer la enfermedad aumenta entre aquellos que tienen perros y gatos pero, aún más, entre quienes acostumbran a dormir con ellos. Contraer parásitos y lombrices intestinales, enfermarse por el arañazo de un gato, contraer tiña y hasta la peste bubónica se agregan a la lista de riesgos a la salud. Por otro lado, los animales también pueden tener alérgenos, como ácaros, polvo y partículas de piel muerta que pueden acentuar las alergias o generar nuevas.
Puede parecer lamentable seguir enlistando desventajas de dormir con tu mascota, pero aún hay más: en el caso particular de los perros, dormir con los dueños puede resultar contraproducente para su salud mental. De acuerdo con la Asociación Civil “Súper Cachorros”, enfocada a fomentar la tenencia responsable de mascotas: “un perro […] necesita tener su propia cama. El hecho de que duerma en una cama junto a ti, aumenta el apego existente […] y lo hará mucho más dependiente. Eso puede generar problemas serios de ansiedad por separación, hiperapego y provocar que cuando lo dejes solo, sea una experiencia muy difícil de sobrellevar para él. Los problemas de ansiedad por separación pueden llegar a ser tan serios que tu perro podría caer en depresión, pérdida del apetito o conductas destructivas”.
La misma organización recomienda que, aún cuando el dueño asegura no tener problemas con la higiene, sería conveniente que considere los problemas emocionales que pueden surgir en la mascota.
Si después de todo esto el dueño se resiste a “dejar ir” a su amigo, lo conveniente es que ponga mucha atención a la higiene. Las recomendaciones incluyen que el animal cuente con todas sus vacunas, se encuentre aseado y desparasitado, que se le cepillen los dientes con frecuencia, evitar que laman la cara o cualquier otra parte del cuerpo (sobre todo en caso de niños pequeños), que se laven las cobijas con frecuencia, cerciorarse de que no tenga parásitos externos y eliminar el pelo muerto con cepillado.