Trabajadores portuarios de Veracruz, impacientes ante el silencio del presidente Andrés Manuel López Obrador por la falta de solución a su conflicto laboral, buscaron el apoyo del presidente de Brasil, Ignacio Lula Da Silva, a fin de que intervenga por ellos ante el mandatario mexicano. Mediante una carta, le piden su apoyo para resolver los pendientes que datan de 1991, tras la requisa que ordenó el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari. Piden la devolución de seis edificios de los que fueron despojados, cuentas bancarias incautadas, pensiones para quinientos extrabajadores y la ejecución de la sentencia para recuperar la concesión del muelle número 9, la cual ya ganaron en juicio pero hasta la fecha no se las han entregado. En abril pasado, el presidente López Obrador realizó una gira por el puerto y sostuvo diálogo con el dirigente de los obreros portuarios, Alejandro Pulido Cueto. Ahí ofreció resolver el conflicto. Los extrabajadores creyeron en la palabra presidencial, tanto, que el propio mandatario se puso una gorra de sindicalista portuario, como muestra de apoyo. Le dijo a Pulido Cueto que hablara con Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación, para solucionar el asunto. Pulido entabló comunicación con la funcionaria, tal como lo ordenó el mandatario, pero tres días después lo bloqueó. Lo mismo ocurrió con Zoé Robledo, director del Instituto Mexicano del Seguro Social, quien ofreció cubrir las 500 pensiones, de las cuales sólo otorgaron 11 como muestra de que “si hay voluntad”. Hasta la fecha no hay comunicación y sigue imperando el silencio oficial. Por ello, los portuarios recurrieron a Lula Da Silva, a quien le piden, mediante una carta, que intervenga ante el presidente López Obrador a fin de solucionar el problema previo al cierre de su sexenio.

Trabajadores del Sindicato de maniobristas, carretilleros, estibadores y checadores del puerto de Veracruz, afectados por la requisa de  Carlos Salinas de Gortari en 1991, siguen esperando que el presidente Andrés Manuel López Obrador les haga justicia. Cuando faltan menos de dos meses para que concluya el sexenio, piden al mandatario mexicano que “cumpla su palabra” para recuperar su patrimonio, el cual perdieron hace más de tres décadas.

Ante el silencio de López Obrador –sus promesas siguen incumplidas –los trabajadores, encabezados por Alejandro Pulido Cueto, solicitaron la intervención del presidente de Brasil –Luis Ignacio Lula Da Silva –para que intervenga ante el mandatario mexicano a fin de que antes de que concluya el sexenio se les resuelva el conflicto laboral que arrastran desde junio de 1991, cuando perdieron su fuente de trabajo, propiedades, cuentas bancarias y hasta maquinaria de gran valor, la cual ha sido explotada por la empresas que se apoderaron de las maniobras en el puerto de Veracruz.

A través de una carta enviada al presidente de Brasil, los trabajadores portuarios solicitan su apoyo para sensibilizar al presidente López Obrador respecto del pendiente que tiene con los obreros del puerto de Veracruz. Este asunto –dice Pulido Cueto –es sumamente preocupante.

— ¿Por qué? –se le pregunta.

— Porque el presidente López Obrador se ha comprometido tanto en lo personal como en sus conferencias mañaneras hasta en cinco ocasiones a resolver este problema y seguimos esperando solución; hay demasiados intereses alrededor suyo, que tienen que ver con Carlos Salinas.  No creemos que el presidente no quiera. Lo que pasa es que hay muchos intereses que siguen protegiendo al expresidente, más aún, cuando él es socio de una de las empresas que operan en el puerto junto con Carlos Slim y Dante Delgado, nuestros verdugos en 1991.

La última vez que Pulido Cueto habló del tema con López Obrador fue el 21 de abril de este año en el puerto de Veracruz, durante una gira del mandatario por aquella entidad. En el hotel Emporio, Pulido le volvió a pedir que atendiera el tema. La solidaridad del presidente fue expresiva, tanto, que hasta se pudo una gorra con el logotipo del sindicato de maniobristas. A los obreros portuarios les revivió la esperanza.

— Busca a Luisa María Alcalde ya pasa sacar este tema –le dijo el presidente a Pulido Cueto. Obviamente nunca le dio un número telefónico para que se comunicara y menos le ofreció la intervención de un mediador del gobierno.

Como pudo, Pulido Cueto consiguió el teléfono de la secretaria de Gobernación y entabló comunicación con ella, tal y como se lo había pedido el presidente. Luego de unos días de charla, que no derivó en ninguna solución, la funcionaria bloqueó el número de Pulido Cueto y jamás pudo seguir comunicándose con ella. Tampoco hubo una explicación respecto del silencio oficial. ¿Esas fueron las órdenes de López Obrador? Nadie lo sabe.

Y precisamente ante el silencio del gobierno, ahora los obreros portuarios buscaron la intervención del presidente de Brasil, Ignacio Lula Da Silva, a quien le solicitaron intervenga ante su homólogo de México para que se resuelva el conflicto laboral.

La carta:

Agradecemos ampliamente el tiempo que pueda tomar, estimado presidente Luiz Inácio Lula da Silva para leer estas líneas y recibir además de nuestra encarecida solicitud, toda la admiración y todo el respeto, de parte de los obreros Brasil y de todo el mundo. Usted es el presidente que más ha devuelto al pueblo que menos tiene.

Los miembros del International Dockworkers  Council  (Consejo Internacional de Estibadores) nos identificamos plenamente con usted y su política social de alta protección a las clases trabajadoras. Los obreros portuarios de más de cien países lo reconocemos como el gran luchador de las causas laborales . Por esa razón pedimos lo siguiente:

Interceda por nosotros  y nuestros compañeros de los sindicatos de Maniobristas, Checadores  y Estibadores  de Veracruz  para que su amigo , otro gran referente del humanismo obrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador, resuelva el conflicto laboral, económico y social que les provocó el neoliberal  Carlos Salinas de Gortari en 1991. Los sindicatos portuarios de Veracruz tienen toda razón jurídica para recibir la justicia  por parte del actual Gobierno de México.  Ayúdenos presidente Lula a que el presidente AMLO determine la reparación de los daños que hace 33 años un gobierno neoliberal  les provocó.

Reconocemos que la voluntad política de ambos presidentes  está y seguirá estando del lado correcto de la historia, con los desprotegidos y agredidos por los sicarios que han generado desesperanza, dolor, y muerte por todo lo largo y ancho de Latinoamérica. Por favor, ayude a que el presidente de México haga justicia a los Maniobristas, Checadores  y Estibadores de Veracruz.

Deseamos que sigan naciendo más Lulas y más AMLOs

Hasta la victoria, presidente!!

Por su parte, Jordi Arangunde, coordinador laboral de International IDC, expuso en una misiva dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador:

Presidente López Obrador , en México el periodo neoliberal de 1938 hasta finales de 2018, se padeció un retroceso antiobrerista. Muchos obreros ultrajados. Tus palabras exactas, presidente , (pronunciadas) el 1 de mayo de 2024.

A IDC (la organización que agrupa las causas de los trabajadores portuarios en cien países) nos preocupa salvaguardar los derechos portuarios en todo el planeta.

Te pedimos apurar la solución. Más de cien puertos en el mundo estamos atentos a que cumplas lo prometido, Las actividades comerciales portuarias son importantísimas para la economía de cada país. Y México no es la excepción. Deseamos que ninguna operación se interrumpa en ningún puerto mexicano. Por el bien de todos.

Confiamos en que el gobierno más protector de los trabajadores, tu gobierno, no termine la administración sin cumplir la palabra empeñada al Movimiento Sindical Portuario de los Maniobristas, Estibadores y Checadores de Veracruz junto con IDC-México.

Alejandro Pulido Cueto, el dirigente de los trabajadores maniobristas de Veracruz, dice que lo que el Gobierno Federal debe devolverles son seis edificios, las cuentas bancarias, el pago por el usufructo ilegal de la maquinaria que explotaron durante treinta años las nuevas empresas que se hicieron cargo de las maniobras portuarias, la pensiones para los trabajadores –son más de 500 –y la entrega de la concesión del muelle número 9, la cual ya ganaron en juicio pero el gobierno no ha ejecutado.

Los portuarios han conseguido una inversión inicial de 700 millones de dólares para el muelle 9, pero ésta no ha podido ejecutarse debido a que el gobierno federal no les ha entregado la concesión que les corresponde, pese al fallo judicial que les otorgaron.

Hace poco más de un mes, Alejandro Pulido se encontró en un evento en el puerto de Veracruz a Zoé Robledo Aburto, director del Instituto Mexicano del Seguro Social; al abordarlo le recordó el tema pendiente de las pensiones para los trabajadores portuarios. El funcionario le dijo: “Hagamos el mismo esquema que hicimos con los obreros de Cananea”. Eso acordaron. Pero de las casi 500 pensiones que deben entregarles a los trabajadores portuarios, en una reunión en la Secretaría de Gobernación, en la que estuvieron presentes abogados insensibles y reacios a escuchar la problemática de los portuarios, concedieron once pensiones. Y aseguraron que antes de que concluya el mes de agosto entregarían el resto. Pero la comunicación con el titular del IMSS se interrumpió, igual como pasó con Luisa María Alcalde.

— Faltan menos de dos meses para que López Obrador deje el poder –se le pregunta a Pulido Cueto, el dirigente de los trabajadores portuarios de Veracruz. ¿Sigues confiando en el presidente López Obrador?

— Seguimos confiando en el presidente porque él ha empeñado su palabra en cinco ocasiones en nuestro caso; nos ha ofrecido solución a nuestro conflicto. Si él tiene voluntad, este problema lo puede resolver en menos de cinco minutos. Esperemos que no nos abandone y tenga consideración de los obreros, sobre todo los viejos, que ya se nos están muriendo por hambre, enfermedades incurables y abandono. Es una desgracia la nuestra. Pero como no tenemos solución, nos vemos obligados a pedir ayuda internacional. A ver si así logramos nuestro objetivo: la justicia laboral que, hasta ahora, nos han negado.

Ricardo Ravelo

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Ricardo Ravelo Galó es periodista desde hace 30 años y se ha especializado en temas relacionados con el crimen organizado y la seguridad nacional. Fue premio nacional de periodismo en 2008 por sus reportajes sobre narcotráfico en el semanario Proceso, donde cubrió la fuente policiaca durante quince años. En 2013 recibió el premio Rodolfo Walsh durante la Semana Negra de Guijón, España, por su libro de no ficción Narcomex. Es autor, entre otros libros, de Los Narcoabogados, Osiel: vida y tragedia de un capo, Los Zetas: la franquicia criminal y En manos del narco.

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