AMLO iniciará su Gobierno con un Producto Interno Bruto (PIB) difícilmente mayor al 2.5 por ciento, una inflación de alrededor del 4.25 por ciento, de acuerdo con analistas del Banco de México, y una deuda de récord de 10 billones 578 mil millones de pesos, la cual se estima que cierre el año en un 45.1 por ciento en proporción del Producto Interno Bruto (PIB).
Por su parte Héctor Magaña, coordinador del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, dijo que tendrán que pasar varios años para que se logre recuperar un nivel de finanzas públicas sanas, por lo que el recorte debe venir acompañado de un incremento en gasto en infraestructura productiva que rindan frutos a mediano y largo plazo que se vea reflejado en un crecimiento económico.
Por Laura Quintero
Ciudad de México, 8 de agosto (EconomíaHoy/SinEmbargo).- El panorama económico con el cual iniciará Andrés Manuel López Obrador su administración el próximo 1 de diciembre es complicado debido al bajo crecimiento económico, a la elevada inflación y al gran endeudamiento récord heredado por Enrique Peña Nieto, lo cual dará un reducido margen de maniobra al próximo Gobierno y especialistas refieren que pasarán varios años para recuperar finanzas sanas.
“Deuda pública, crecimiento económico y el readecuamiento de la administración pública son los tres desafíos iniciales con los que tendrá que lidiar la próxima administración porque en su conjunto puede hacer la diferencia sobre todo en los primeros años de la administración”, aseguró José Luis de la Cruz Gallegos, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic).
AMLO iniciará su Gobierno con un Producto Interno Bruto (PIB) difícilmente mayor al 2.5 por ciento, una inflación de alrededor del 4.25 por ciento, de acuerdo con analistas del Banco de México, y una deuda de récord de 10 billones 578 mil millones de pesos, la cual se estima que cierre el año en un 45.1 por ciento en proporción del Producto Interno Bruto (PIB).
“Tiene el reto de hacer un reordenamiento de la administración y de las finanzas públicas, va a tener que hacer una enorme tarea al interior del sector público federal. Durante los últimos 15 años el Gobierno federal contó con recursos económicos muy importantes (…) pero no generaron crecimiento ni desarrollo, los recursos fueron malgastados y la inversión se destinó principalmente a gasto corriente”, aseguró José Luis de la Cruz.
La deuda que recibirá AMLO es mayor a la que recibió Peña Nieto la cual implica mayores requerimientos financieros además de que tiene una carga de pasivos contingentes muy importante, por lo que los ajustes que realice deberá hacerlo sin recurrir a más deuda, aseguró de la Cruz.
En lo que se refiere a la reducción del gasto gubernamental, el especialista dijo que si bien es necesario hacer ajustes, éstos tendrían que empezar por el gasto operativo que llega a superar tres veces o más el gasto en servicios personales, por lo que lo más viable es hacer más eficiente la administración pública y revisar qué es en lo que se está gastando.
“Debe lograr una mayor vinculación entre el gasto de gobierno y los sectores productivos, enfocar más recursos a la inversión pública y debe definir qué dependencia será la responsable del crecimiento económico porque no existe, ya que la administración actual es acéfala en materia de crecimiento y se necesita que una dependencia sea la responsable de hacer crecer al país”, aseguró.
CRECIMIENTO ECONÓMICO, EL SALVAVIDAS
Por su parte Héctor Magaña, coordinador del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, dijo que tendrán que pasar varios años para que se logre recuperar un nivel de finanzas públicas sanas, por lo que el recorte debe venir acompañado de un incremento en gasto en infraestructura productiva que rindan frutos a mediano y largo plazo que se vea reflejado en un crecimiento económico.
“Lo que va a tener que plantear López Obrador es una obsesión por el crecimiento económico, va tener que enfocar las baterías de su estrategia a propiciar un mayor crecimiento económico sin generar más impuesto y sin endeudarse”, afirmó el especialista.
TLCAN, UNA PIEZA CLAVE “SOBRE EL TABLERO”
La resolución favorable del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es una pieza clave para los retos que enfrentará la próxima administración ya que superarlo dará estabilidad a ciertas variables macroeconómicas, aseguró Héctor Magaña, coordinador del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey.
“En caso de no lograrse un acuerdo podría provocar que el tipo de cambio se depreciara lo cual provocaría ajustes al alza en materia de inflación, lo cual provocaría incrementos en las tasas de interés en detrimento del crecimiento económico”, advirtió Magaña.