Andrés Manuel López Obrador recibe hoy su constancia como Presidente de la República electo en los comicios del 1 de julio. Hace 38 días que el tabasqueño no para. Desde su triunfo en las urnas y durante el último mes y una semana que anteceden a la recepción de su acta de mayoría se ha reunido con empresarios, víctimas de la violencia, con las delegaciones políticas y diplomáticas de los principales aliados comerciales del país [Estados Unidos, Canadá y China], con los gobernadores de las entidades federativas y hasta con rivales políticos, como es el caso de José Antonio Meade Kuribreña a quien invitó a desayunar a su casa.
López Obrador ha trabajado también con el que será su Gabinete en materia de seguridad, energía, economía, desarrollo social, medio ambiente. Ha delineado sus 25 proyectos estratégicos para el sexenio en materia de inversión, obra pública y atención a grupos vulnerables y ha dado varios golpes: la descentralización del Gobierno federal, la eliminación de las delegaciones federales en los estados y la creación de un coordinador federal en cada entidad que haga los trabajos de todas las oficinas de la Federación, la revisión de los 105 contratos otorgados a través de las rondas petroleras y la revisión y consulta pública de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México.
Ciudad de México, 8 de agosto (SinEmbargo).- “Lo que estamos haciendo ahora es adelantando el trabajo en la medida de lo posible”, dijo Andrés Manuel López Obrador en el “Foro Escucha para la pacificación del país” que se realizó en Ciudad Juárez, Chihuahua, un día antes de recibir su constancia como Presidente Electo.
La frase formó parte del discurso de inauguración de una de las tantas actividades que ha tenido en el último mes y una semana, después de lograr el triunfo en las urnas el 1 de julio. Se refirió así, y lo dijo tal cual, al trabajo político que antecedió al reconocimiento formal y legal del encargo que le dieron más de 30 millones de mexicanos en los comicios del mes pasado: la Presidencia de la República.
Desde el 2 de julio, López Obrador ha parado, si acaso, los cuatro días que se tomó para descansar en su rancho “La Chingada” en Palenque, Chiapas, pues se ha reunido con todas las cámaras empresariales, incluidos lo banqueros, con los miembros de los que serán los titulares de las secretarías de su Gabinete, con los diputados, senadores, alcaldes y gobernadores electos del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y ha delineado incluso, en un mes, la política exterior que quiere mantener con los principales aliados económicos de México: Estados Unidos, Canadá y hasta China.
Donald Trump, Presidente de Estados Unidos, se ha dirigido a él, ha modificado el discurso que había utilizado contra Enrique Peña Nieto, todavía Presidente de la República, y hasta ha elogiado al tabasqueño por llegar a la silla presidencial con la legitimidad de la votación del 53 por ciento de los electores el 1 de julio.
“El triunfo electoral lo mantiene con una velocidad notable, si comparamos con Fox [Vicente Fox Quesada]. Cuando Fox ganó la actividad política del Presidente electo, y luego ya con la constancia de aceptación legal ya Presidente, nomás esperando tomar el poder, fue muy lento, tuvo pocas actividades. En cambio aquí se nota que lleva prisa, que quiere ganar el tiempo perdido, y el tiempo perdido es para él desde 2006, cuando le arrebataron la victoria. Desde entonces se han acumulado los problemas, las soluciones hoy son más difíciles que cuando él intentó la primera y la segunda vez ser Presidente”, dijo Lorenzo Meyer Cossío, investigador e historiador de El Colegio de México (Colmex).
Meyer resumió el papel del Gobierno actual y la del futuro Presidente en una frase: “[Peña Nieto] perdió de una manera aplastante, su partido está casi desaparecido, ¿qué poder le queda? El formal, el cascarón; es nomás el Presidente del cascarón’, y Andrés Manuel es el Presidente de los más de 32 millones que votaron por él”.
El que será el Gabinete de López Obrador ya trabaja oficialmente desde el día siguiente a la victoria. Rocío Nahle García, quien será la próxima Secretaria de Energía, dijo antier que el equipo de transición del próximo Presidente ya inició con la revisión de los 105 contratos de las rondas petroleras que se dieron con la Reforma Energética; la que será la titular de la Secretaría de Gobernación (Segob) Olga Sánchez Córdero, y el próximo Secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo Montaño encabezan la organización de la que será la agenda en seguridad y justicia para cumplir con el principal compromiso de Andrés Manuel: justicia y combate a la corrupción e impunidad.
Justo ayer, ambos personajes participaron en el Foro Escucha, que tiene como objetivo recoger la opinión de los familiares de las víctimas de la violencia desatada por la guerra contra el narco iniciada por el ex Presidente Enrique Calderón Hinojosa y continuada por la actual administración que ha dejado cientos de miles de muertos y desaparecidos.
López Obrador delineó que busca un plan de pacificación que incluya la voz de las víctimas y de la sociedad civil. Les prometió ayer que se empeñará a hacerles justicia y que para eso, no hay tiempo que perder.
Hace unos días el tabasqueño dijo en una conferencia de prensa que desde el 1 de julio ha estado trabajando en diversos temas de la agenda para la transformación del país. Entre ellos, destacó, la creación de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) para que comience a funcionar desde el 1 de diciembre; también informó que ya se tiene casi terminado el proyecto con el que se busca desterrar la corrupción del país y el cual será presentado ante el Congreso de Unión, en el que Morena y sus aliados son mayoría.
El próximo Presidente de la República destacó que se ha reunido con muchos ciudadanos y especialistas, quienes colaborarán en su Gobierno, así como con investigadores, académicos y representantes de todos los sectores para la elaboración del proyecto para crear la Secretaría de Seguridad.
“Una vez que sea Presidente electo le voy a pedir a Peña Nieto para que se envíe esta reforma. De modo que antes del primero de diciembre podamos tener ya la aprobación para que empiece a funcionar la Secretaria de Seguridad desde los primeros días de diciembre”, anunció.
Y el día ayer, Esteban Moctezuma Barragán, perfilado como próximo titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), dio a conocer que las consultas públicas para dejar atrás la Reforma educativa iniciarán el próximo 27 de agosto y que las iniciativas de leyes podrían estar listas en la primera semana del nuevo Gobierno federal.
Lorenzo Meyer consideró que Andrés Manuel trabaja desde hace meses, antes de ganar la elección.
“Este mes y una semana digamos que el tiempo lo ha aprovechado al máximo. No se tomó ningún descanso. Algunos críticos le pedirían que descansara, que reflexionara, pero quiere aprovechar todo el tiempo. Vio a un montón de personas, dio una buena cantidad de conferencias de escalinata, mandó algunos documentos como la carta a Donald Trump y siguió anunciando los puestos de su Gabinete, los subsecretarios. Está dando la impresión de que el equipo estará formando y funcionando desde el primer día, pero en realidad está funcionando desde antes. Desde hace meses. Es el Andrés Manuel de siempre”, dijo.
José Antonio Crespo Mendoza, politólogo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), opinó que “el sexenio se acabó el 1 de julio” y que “Peña Nieto ya se hizo a un lado por completo y le dejó los reflectores a López Obrador”.
“Antes los presidentes electos estaban nada más en la transición, pero ahora está dirigiendo las cosas y tomando decisiones”, consideró.
“Hay de todo en estas semanas. Para empezar el estado de ánimo de la sociedad; hay mucha esperanza es evidente […]. Han sido semanas muy agitadas, porque no han parado los anuncios sobre los propósitos y los actores que van a protagonizar esos proyectos”, apuntó Sergio Aguayo Quezada, profesor e investigador del Colegio de México (Colmex),.
SIN TIEMPO QUE PERDER
El 3 de julio, dos días después de la elección, López Obrador se reunió con el Presidente Peña Nieto en Palacio Nacional para acordar la forma en la que se daría la transición de un Gobierno a otro.
Al finalizar la reunión López Obrador dijo, en su primera conferencia de prensa como virtual Presidente, que el encuentro fue “cordial, amistoso e importante” y le agradeció su respeto a la elección. Anunció que abordaron temas como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), la Reforma Energética y el presupuesto.
“Lo dije en otras ocasiones, lo repito ahora, va a haber un cambio radical. Lo que vamos a hacer todos lo mexicanos es arrancar de raíz el régimen corrupto”, repitió el tabasqueño, pero ahora desde Palacio Nacional. “No tengo enemigos, no quiero tenerlos; tengo adversarios”, agregó.
También destacó que acordaron trabajar de forma conjunta, sobre todo en el tema del libre comercio. Dijo que Peña lo invitó a una reunión de la Cumbre de la Alianza del Pacífico, la cual aceptó. Pero insistió en que esperaría a ser el Presidente electo para retomar la agenda.
AMLO fue muy enfático en que Peña fue cordial, y le agradeció porque, dijo, eso no tuvo en el pasado.
Al día siguiente de esa reunión, el 4 de julio, López Obrador se reunió en el hotel Camino Real de Polanco con los empresarios del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), con quienes acordó trabajar juntos para sacar adelante al país en temas como pobreza y para brindar oportunidades para los jóvenes.
“Aunque somos mayoría en el Congreso, nada de prepotencia”, dijo al finalizar el encuentro.
“Ni arbitrarios ni prepotentes”, insistió. “Todo por la razón y el derecho”.
Con los empresarios, AMLO repitió una de sus mayores promesas de campaña: darle a los adultos mayores el doble de la ayuda que reciben. También puso gran énfasis en que los empresarios apoyen un programa de apoyo para dar empleo a los jóvenes.
“Hemos establecido una agenda para hablar de temas macroeconómicos, de salud, de la diversificación de los mercados. Nos ha solicitado que le demos prioridad a los mecanismos para apoyar al sur del país”, dijo el presidente del CCE, que agrupa a 12 confederaciones y cámaras empresariales de todo México.
Al finalizar el encuentro, en entrevista, los presidentes de las distintas cámaras, coincidieron en que el encuentro con López Obrador había sido en muy buenos términos y que le daban “un voto de confianza”.
La siguiente semana, el 11 de julio, el tabasqueño se reunió con los gobernadores en donde les habló, entre otros temas, de la descentralización de las dependencias, del presupuesto para el próximo año y les reiteró su plan de austeridad que incluye que todos los funcionarios públicos se bajen el salario, entre ellos los gobernadores.
“Si así lo deciden diputados y senadores, se va a reformar el Artículo 127 de la Constitución para que ningún funcionario público pueda ganar más que lo que percibe el Presidente de la República. Si no se replica en las constituciones estatales, pues ya va a ser una recomendación para que todos actuemos con austeridad”, dijo López Obrador, después de la reunión con integrantes de la Confederación Nacional de Gobernadores (Conago), entre ellos personajes Graco Ramírez, acusado de corrupción, y otros de abusos excesos con la población, como Francisco Vega Lamadrid o Silvano Aureoles Conejo.
“Le pedí a los gobernadores ayuda y apoyo para descentralización del Gobierno federal. No se puede hacer de la noche a la mañana”, dijo también esa noche el tabasqueño.
López Obrador sostuvo esa reunión en el contexto de una de sus decisiones más polémicas: desaparecer a los delegados federales y concentrarlos en un solo delegado que fungirá como un coordinador general que concentre las labores de todos las oficinas federales.
Para los expertos los mensajes que envió López Obrador durante el último mes y una semana es de que no hay tiempo que perder y de que hay que aprovechar la mayoría legislativa que tendrá a partir del 15 de septiembre, pues en 2015 con las elecciones intermedias el triunfo podría no ser de la misma magnitud del 1 de julio.
“Sí habrá cambios fundamentales constitucionales, aunque diga que no, está escondiendo ases bajo la manga. Tiene que aprovechar la mayoría legislativa para su llamada Cuarta Transformación, porque en la elección intermedia no la puede tener seguro repetir la mayoría en el Congreso de la Unión”, dijo Raymundo Tenorio Aguilar, director de las carreras de Economía de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe.
En materia económica López Obrador ha enviado señales positivas al mercado. Se reunió con los empresarios, pero también con personajes como Carlos Slim Helú en un desayuno con las asociaciones de ingenieros del país.
“Hago un gran reconocimiento al ingeniero que con esfuerzo, imaginación, con su talento, es un ejemplo en México y en el mundo por ser uno de los empresarios más exitosos”, dijo López Obrador el lunes al finalizar su discurso ante los ingenieros.
El pasado 31 de julio, Slim Helú fue cuestionado en España sobre el próximo Gobierno de López Obrador. Ante directivos de la empresa FCC, el magnate calificó a las propuestas del virtual Presidente electo como “más sobrias y austeras”, por lo que dijo no ver ningún riesgo para sus empresas.
En el encuentro con Slim y los ingenieros López Obrador les habló de sus 25 proyectos prioritarios, que incluyen la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, la perforación de pozos petroleros, las rehabilitación de las seis refinerías y la construcción de una nueva, así como de la conclusión de hospitales, carreteras que dejó empezadas la administración de Enrique Peña Nieto.
Habrá inversión pública, les dijo, pero dejó claro que no todo se puede hacer con recursos del erario e invitó a la inversión privada.
El economista Tenorio Aguilar precisó en entrevista que el mensaje de López Obrador durante el último mes fue ambiguo y descartó que el buen comportamiento del peso frente al dólar, y de los mercados, tenga que ver con los anuncios y el triunfo del tabasqueño.
“En materia de las variables macroeconómicas habla de conservar anclada la inflación, no sobreendeudar al Gobierno, mantener el equilibrio en las finanzas estatales con una eficiencia en las transferencias, pero para mí aún así anda muy ambiguo. Y eso que me he leído todo el ‘pejenomix’”, dijo.
El economista explicó que la economía se ha mantenido estable del 1 de julio a la fecha, por las subastas diarias del Banco Central, el manejo eficiente de las reservas y por la renegociación de la deuda interna y externa.
“Tranquilos. Él todavía no gobierna. Hubo compañeros analistas que decían que si ganaba AMLO llegábamos a 25 pesos por dólar. Eso jamás iba a ocurrir porque tenemos una Comisión Bancaria de Valores que están llevando el sistema financiero. Hay mecanismos que no tiene que ver con AMLO”, dijo.
El impacto de las decisiones de López Obrador en materia económica se verá, consideró el economista, durante el primer y segundo año de su administración.
“Le urge a él, porque no la tiene segura en las elecciones intermedias”, dijo.
REUNIONES Y NOMBRAMIENTOS POLÉMICOS
Las últimas semanas de López Obrador han estado marcadas también por nombramientos. La mayoría acertados, de acuerdo con los analistas, pero uno de ellos muy polémico: el de Manuel Bartlett Díaz para dirigir la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El nombramiento de Manuel Bartlett ha sido criticado por su presunta participación en el fraude electoral de 1988 que le arrebató la victoria a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, y también por su falta de experiencia en el sector energético.
La misma Tatiana Clouthier Carrillo, perfilada para formar parte de la Segob durante el sexenio de Andrés Manuel, aseguró que Manuel Bartlett no era la mejor opción para estar al frente de la empresa. “Creo que había mejores opciones, y que una persona que no sea bien recibida, no quiere decir que ya se acabó el país”, dijo.
El virtual Presidente de la República defendió el nombramiento de Bartlett Díaz y argumentó que el ahora Senador cuenta con la experiencia suficiente en el sector.
“Respeto mucho sus puntos de vista, pero el licenciado Bartlett desde hace muchos años ha estado defendiendo la industria eléctrica nacional, y por eso decidí proponerlo para ser el director de la Comisión Federal de Electricidad”, argumentó.
En entrevista con SinEmbargo Manuel Bartlett defendió su designación: “Yo fui Secretario de Gobernación seis años, tenía que estar pendiente de la energía, es un pilar del país. Como Secretario de Gobernación siempre tuve la atención del sector energético, la CFE, ¿qué mas experiencia quieren? Fui Gobernador del estado de Puebla y mi función fue llevar la electricidad y la energía eléctrica a todas las comunidades apartadas, en los cerros, en las selvas; ahí trabajé con la delegación de la CFE y tuve que gestionar con el director de la Comisión, conozco cómo funciona; no me pueden decir que no tengo experiencia: tengo toda la experiencia para esa empresa”, afirmó.
Sergio Aguayo Quezada opinó que el nombramiento de Manuel Bartlett significa que el “viejo régimen se resiste a desaparecer” y habla de un pago de cuotas.
“Las cuotas destruyeron al PRD [Partido de la Revolución Democrática], fue una de las razones, incluso al PAN [Partido Acción Nacional]. Me parece un mal comienzo. Y tengo mis dudas de que pueda hacer un buen trabajo [Bartlett] pensando en un cambio de régimen. Sería muy funcional en un sistema tradicional, pero es disfuncional para una Cuarta Transformación”, dijo.
Sin embargo, señaló que a pesar de ese nombramiento, hay indicios de que durante el próximo Gobierno habrá cambios.
“Es posible que ahora sí habrá un cambio de régimen, en lo político, porque en lo económico será difícil. En política y seguridad, en atención a los más vulnerables sí hay indicios de que puede haber cambios profundos”, precisó.
José Antonio Crespo agregó que las últimas semanas fueron agitadas, con nombramientos positivos y algunos “bastante contradictorios”.
“Hay mensajes contradictorios sobre el aeropuerto, sobre lo que se va hacer. La reunión que tuvo con José Antonio Meade, pero está metiendo agenda a diario”, dijo.