Siempre ha sido un personaje secundario, pero, al mismo tiempo, con ansias de poder. Sus peripecias han sido clave para el transcurso de la saga, y, a pesar de ser un villano, es un personaje muy querido entre los seguidores de Marvel.
Por Raúl Bobé
Londres, 8 de junio (EFE).- Los antiguos tanques de combustible de la Tate Modern -central eléctrica reconvertida en museo- se convirtieron este martes en una sala del tiempo durante el preestreno exclusivo de la nueva serie de Disney+ y Marvel, Loki, al que acudió el actor protagonista, Tom Hiddleston.
En la mitología nórdica, Loki es el dios del engaño. Hijo adoptivo de Odín y hermanastro del poderoso Thor, dentro del “MCU” (Universo Cinematográfico de Marvel) hasta ahora ha estado a la sombra del rey del trueno.
Siempre ha sido un personaje secundario, pero, al mismo tiempo, con ansias de poder. Sus peripecias han sido clave para el transcurso de la saga, y, a pesar de ser un villano, es un personaje muy querido entre los seguidores de Marvel.
“Quiere una audiencia. Es una diva de los pies a la cabeza. Quiere flores, quiere desfiles, un monumento en el cielo con su nombre grabado”, pronuncia Iron Man (Robert Downey Jr) en Los Vengadores.
Por fin lo ha conseguido, y un enorme secretismo rodeó a todo el evento. Solo los asistentes -y algunos paparazzis- conocían de antemano la localización, y antes de entrar, los dispositivos electrónicos debían guardarse en una bolsa hermética, para evitar cualquier tipo de filtración.
Un centenar de invitados, entre los que se encontraban trabajadores esenciales del servicio de salud británico (NHS), se congregaron de forma distanciada frente a un escenario cúbico, que pretendía emular la forma del preciado “teseracto”.
Precisamente es este artefacto el causante de la serie. Loki muere en Avengers: Infinity War tras entregárselo al malvado Thanos, pero en la última película de la saga, el grupo de superhéroes viaja a 2012 y, en un descuido, Loki se hace con el teseracto y se volatiliza.
El primer capítulo retoma lo que ocurre después y nos introduce en la Autoridad de Variación del Tiempo (TVA, en inglés), que, al estilo de la serie española de “El Ministerio del Tiempo”, se encarga de controlar que todos los acontecimientos siguen su rumbo sin ningún percance.
Cierto es que el capítulo carece de la épica que rodea a los títulos de Marvel para convertirse, por momentos, en una serie de detectives con toques de ciencia ficción.
El dios nórdico del engaño pasa a ser un personaje mundano, despojado de sus poderes, y Hiddleston junto al fichaje de Owen Wilson como “Mobius” ofrecen un tándem prometedor en una serie que difunde su primer capítulo este miércoles.
Al término de la proyección, y ataviado con un impecable traje, hizo su breve aparición estelar en la sala Hiddleston, que no pudo evitar inmortalizar con varios selfies el que aseguró que era su primer evento social en más de 15 meses.
Admitió estar “muy emocionado” por este renacimiento de Loki, un personaje “complejo y divertido” al que esta serie le otorgará “nuevas dinámicas y nuevas aventuras”.
Fue, además, el propio Hiddleston quién anunció la “sorpresa” de la velada: la presentación de Sophia Di Martino como un personaje “secreto” de la serie, y la proyección del segundo episodio de Loki, de mayor ritmo y en donde comienza a desgranarse el argumento principal sobre las líneas temporales.
Para un villano como Loki, la vida es un juego y el tiempo es su consola. Sin embargo, en la serie deja atrás sus característicos cuernos y su cetro, para mostrar su parte más humana sin perder su carisma, su inteligencia y su desparpajo a lo largo y ancho del espectro espacio-temporal.
Una década y varios viajes en el tiempo más tarde, Loki parece haber encontrado el sitio que merece en la laberíntica trama de Marvel y Hiddleston avisa: “Esperen lo inesperado. Loki siempre guarda sorpresas”.