En su más reciente canción "Chéni", que en purépecha significa miedo y fue grabada durante el confinamiento por COVID-19, habla de la incertidumbre y el miedo que genera la autenticidad, pero también refleja su sentir en el encierro como artista independiente que financia su propio proyecto.
México, 8 jun (EFE).- Mágica, amante de la música mexicana, libre, fiel a sus creencias, una artista en transición y reivindicativa, son solo algunas de las muchas características que definen a La Bruja de Texcoco, un icono LGBT que encarna las tradiciones de México y que encanta con sus instrumentos.
La cantante mexicana trans La Bruja de Texcoco comenzó la celebración del mes del Orgullo LGBT+ con una canción profunda sobre su camino hacia la feminidad y a la aceptación propia, siendo Artista Radar en Spotify y preparando un concierto en directo con otros grandes artistas.
Años atrás, a Octavio Mendoza se le acercó un curandero en una fiesta en Texcoco y le dijo "tú eres una mujer, eres una de mis brujas", a lo que ella respondió "claro, mi magia es la música", narra a Efe La Bruja de Texcoco sobre el primer gran manifiesto de lo que se convertiría en una transición a su identidad femenina.
Ahí comenzó lo que hoy es un proyecto musical definido con sonidos novohispanos, prehispánicos y populares mexicanos, que ha ido abriéndose espacio en la escena musical del país, cuya estética y letras han resignificado la concepción de la feminidad.
"Es importante demostrarme que hay unas nuevas formas de ser travesti, quiero mostrar mi feminidad pero no quiero ser alta, rubia, delgada y lampiña. Este es mi cuerpo y me invita a mostrarme para que otras personas se sientan cómodas", señala.
Su amor por la música surgió a muy temprana edad, con el paso del tiempo estudió arpa jarocha con Mario Barradas en la Casa de la Música Mexicana, y de ahí se dedicó "a viajar, porque la verdadera música tradicional se aprende en las fiestas en las comunidades", explica.
"DE BRUJAS PETENERAS Y CHACHALACAS"
En aquel entonces, Octavio se ganaba la vida como docente en diversos niveles escolares, pero un día decidió dejar todo para dedicarse a su música y en el 2019 presentó "De Brujas, peteneras y chachalacas", su primer disco pagado con su sueldo de maestro que comenzó a abrirle muchas puertas.
"Presentamos el disco y toqué en el Zócalo, en el Teatro de la Ciudad, tuve una gira en Europa y de repente estoy aquí encerrada en mi casa. Estos dos años han sido de estar invirtiendo cualquier ingreso que entra de una manera chida (buena), tratar de hacer un vídeo, grabar", explica la compositora, quien vive en carne propia las desventajas económicas que los artistas independientes afrontan.
Y en este camino, su música no es lo único que ha salido a la luz, pues al nacer sus canciones desde las profundidades de su ser y de experiencias ante esta nueva forma de afianzarse en el mundo como mujer, ha tenido que convivir con una exposición pública a la que aún no se acostumbra.
"Aventarme (lanzarme) a la música no ha sido nada sencillo, para mí era muy raro que de repente todo el mundo supiera mi historia. Antes lo que yo hacía a escondidas de ponerme un huipil (vestido tradicional mexicano) en privado se ha hecho muy grande, pero al final es algo que me llena", considera.
En ese proceso, la Bruja también ha logrado reconciliar las tradiciones mexicanas, acusadas de machistas, con su apariencia física con la que logra reivindicar lo mexicano y lo femenino.
"México es muy violento hacia las feminidades, pero me di cuenta que yo podía ser lo que quisiera ser. México está lleno de personas mágicas, de brujas y de curanderos, creemos en el poder de la música, de las plantas, eso México lo tiene muy marcado", señala.
Es por ello que la Bruja celebra a las muxes de Oaxaca, las maringuias de Michoacán y a los chuntaes de Chiapas, todas ellas expresiones femeninas protagonizadas por hombres nacidas de la tradición indígena mexicana.
UNA NUEVA ETAPA
En su más reciente canción "Chéni", que en purépecha significa miedo y fue grabada durante el confinamiento por COVID-19, habla de la incertidumbre y el miedo que genera la autenticidad, pero también refleja su sentir en el encierro como artista independiente que financia su propio proyecto.
"Es una canción que escribí con esta idea de mostrarme como soy. Mi proceso de transición va acompañado de cosas lindas pero también de muchos sentires como el miedo de mostrarte como eres y sobretodo el miedo a sentirte vulnerable", asegura la Bruja de la canción que ahora forma parte de la lista de reproducción de Spotify para celebrar el mes del Orgullo y que movió cielo y tierra para poder grabar.
Entre sus próximos proyectos están algunas colaboraciones y el 18 de junio tendrá una presentación desde el Pepsi Center de Ciudad de México en el que presentará un espectáculo como parte de la iniciativa de Reactivación del Entretenimiento y la Música en México (REMM), que lleva a cabo conciertos a puerta cerrada y transmitidos por en línea.