López Obrador indicó que como hay oferta de compra lo van a dejar unos días en el país vecino para ver si se concreta la venta.
México, 8 may (EFE).- El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó este viernes que ya "hay una oferta de compra" del avión presidencial por parte de un comprador internacional del que no dio más detalles.
"Vamos a hablar muy pronto sobre el avión presidencial, hay una oferta de compra, pero de todas maneras el avión se va a rifar", dijo el mandatario durante su tradicional conferencia en Palacio Nacional, en referencia al sorteo especial que se hará en nombre del avión presidencial valorado en unos 130 millones de dólares.
Detalló que el avión ya concluyó su periodo de pruebas en Estados Unidos antes de ayer "y no hay ninguna falla" por lo que está en condiciones de regresar al país.
Pero indicó que como hay oferta de compra lo van a dejar unos días en el país vecino para ver si se concreta la venta.
A principios de febrero, el Presidente anunció que el avión se rifaría de una manera singular, ya que el premio no será llevarse a casa la aeronave, sino que se repartirá el dinero equivalente a la costosa nave entre varios ganadores y lo recaudado se utilizará para comprar equipos médicos.
"(El avión) se va a convertir en dinero, estamos considerando entregar premios a los 100 que ganen de 20 millones de pesos (841.407 dólares) a cada uno, dos mil millones (unos 84 millones de dólares)", afirmó López Obrador en una conferencia de prensa.
El avión presidencial es un Boeing 787 valorado en unos 130 millones de dólares.
En marzo, el Gobierno mexicano puso a la venta 6 millones de números a 500 pesos cada uno (unos 21 dólares) y habrá 100 boletos premiados.
La idea de deshacerse de la aeronave es una de las principales promesas de López Obrador, quien viaja en vuelos comerciales a sus giras pues asegura que el Boeing 787 representa un lujo excesivo de sus predecesores que va en contra de su política de austeridad.
Esta aeronave fue adquirida en 2012 por el expresidente Felipe Calderón (2006-2012), aunque no llegó a México hasta febrero de 2016, bajo la presidencia de Enrique Peña Nieto (2012-2018) y entre críticas por su costo de 218.7 millones de dólares.