La estudiante Montserrat Paniagua habría sido vista por última vez en Nezahualcóyotl, Estado de México, mientras que Israel Guevara, su pareja sentimental, afuera de las instalaciones del CCH Vallejo.
Ciudad de México 8 de mayo (SinEmbargo).– Montserrat Paniagua Martínez, de 16 años de edad, e Israel Guevara Alejandro, de 17, estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) plantel Vallejo, se encuentran como desaparecidos desde el 3 de mayo. De acuerdo con la Procuradora General de Justicia capitalina, Ernestina Godoy, autoridades locales y de Guerrero trabajan en conjunto porque hay indicios de que ambos habrían huido a dicha entidad.
La funcionaria informó hoy en entrevista con medios que ya se mantuvo un diálogo con los padres del joven, quienes encontraron una nota en la que él habría asegurado que se encuentra bien, en la que pide que no los busquen y afirma que reprobó algunas materias.
“Platicamos con los padres de Israel, se encontró una nota diciendo que está bien, que no lo busquen, que reprobó materias, etcétera”, dijo Ernestina Godoy, y aseguró que la búsqueda continuará.
Las fichas de búsqueda de la Procuraduría de la Ciudad de México indican que Montserrat Paniagua habría sido vista por última vez en la colonia Valle de Aragón Primera Sección en el municipio mexiquense de Nezahualcóyotl.
Mientras que a Israel Guevara lo vieron en la colonia Magdalena de las Salinas, en la Alcaldía Gustavo A. Madero, afuera de las instalaciones del CCH Vallejo.
MIEDO EN EL CCH
Las violencia hacia estudiantes del CCH ha sido denunciada desde hace meses, pero las exigencias por garantías de seguridad para las y los estudiantes aumentaron desde la semana pasada, cuando la joven Aideé Mendoza, de 18 años, fue asesinada adentro de las aulas del CCH Oriente.
Este l lunes las autoridades del planten intentaron que el regreso a clases fuese normal. Pero la conmoción hizo que algunos alumnos ya no quieran estar en el plantel. Incluso hay quien piensa en cambiarse de escuela porque no creen que sea un lugar seguro.
El miedo no sólo inhibió las intenciones de tomar clases de algunos alumnos, sino también las ganas de participar en actividades extraescolares.