ARRANCA: Es originario de Salvatierra, Guanajuato. Fue fundador del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) por el que se convirtió en diputado de la LII Legislatura del Congreso de Guanajuato de 1982 a 1985, donde fue coordinador de su grupo parlamentario.
En la década de los ochenta Carlos Navarrete, junto con Jesús Ortega Martínez, Jesús Zambrano Grijalva y Miguel Alonso Raya, fueron conocidos como “Los Coroneles”.
En 1987 participó en la fusión de su partido con el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), para formar el Partido Mexicano Socialista (PMS). Colaboró en la campaña presidencial de Heberto Castillo Martínez y después en el movimiento de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en el Frente Democrático Nacional (FDN).
Navarrete es electo Diputado Federal para la LIV Legislatura de 1988 a 1991 y es fundador del PRD en 1989.
En la LVI Legislatura llega a San Lázaro de nuevo, pero ahora por el PRD, para ocupar la curul entre 1994 y 1997.
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GALOPE: La carrera de Carlos Navarrete al interior del PRD ha sido sustanciosa y se sabe que busca la candidatura de su partido para llegar al GDF en 2018. Navarrete ha ocupado cargos importantes desde muy joven. Fue presidente del Sol Azteca en Guanajuato y luego en el CEN de la dirigencia de López Obrador, fue secretario de Planeación, vocero y secretario de Comunicación y Prensa de 1999 a 2002. Entre 2002 y 2005 fue secretario general nacional.
En 2006 fue electo Senador de la República y coordinador de la Fracción Parlamentaria del PRD. En 2012 fue precandidato del PRD a la jefatura de gobierno del Distrito Federal y el diciembre de 2012 fue nombrado por Miguel Ángel Mancera, Secretario de Trabajo y Fomento al Empleo del gobierno del Distrito Federal. En octubre de 2013 Navarrete renunció para buscar la dirigencia del PRD. Un año después, en octubre de 2014 fue electo dirigente nacional del Sol Azteca por los consejeros nacionales.
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LA COLA: Uno de los lastres que pesan sobre Navarrete rumbo a 2018, son los resultados que tuvo como dirigente del partido. Con él el PRD se hundió en la más severa crisis y perdió ocho de las 14 delegaciones que gobernaban en el Distrito Federal y la mayoría de las curules en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Dos días después de tomar protesta, Navarrete viajó con todos los miembros del nuevo Comité Ejecutivo Nacional (CEN) a Iguala y pidió perdón por los actos del ex Alcalde perredista José Luis Abarca Velázquez, a quien se le vincula con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
A pesar del escándalo Navarrete y el Consejo Nacional, constituido en un 70 por ciento por consejeros de la corriente Nueva Izquierda (NI), Alternativa Democrática Nacional (ADN) y aliados, decidieron respaldar al ex Gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero.
El 18 de octubre de 2015, dos semanas después de que Navarrete fue electo presidente nacional, se reunió el Consejo Nacional de nuevo para tratar el caso Iguala.
La reunión se dio en total hermetismo, sin presencia de los medios de comunicación. Ahí se decidió no exigirle la renuncia ni licencia al entonces Gobernador de Guerrero, aún cuando en las calles de Chilpancingo y del Distrito Federal, la población protagonizaba marchas multitudinarias solicitando juicio político para el mandatario.
Una semana después, el 23 de octubre, Ángel Aguirre pidió licencia, para finalmente en medio del escándalo por nepotismo y corrupción renunciar al PRD y a su cargo como Gobernador en abril de este este año.
Después, uno de los principales eventos que enfrentó la dirigencia de Navarrete Ruiz, fue la renuncia del fundador y “líder moral” del partido: Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
De acuerdo con expertos, permitir esa renuncia y darle la espalda a Cárdenas, fue uno de los principales errores de “Los Chuchos”.
Cárdenas se fue del partido luego de solicitar la renuncia de Navarrete y de todo el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de la fuerza política y de la negativa de los dirigentes de cumplirle su deseo.
Durante los últimos meses, en lo que va de 2016, Navarrete ha estado ausente de los medios de comunicación y con un bajo perfil, realizando algunas gestiones en Guanajuato, como la construcción del lienzo charro del Rincón de Tamayo, proyecto al que el político gestionó recursos federales.
