Una parte de las miles de piezas recuperadas se exhibirán “en el corazón cultural del país”, en el Templo Mayor, en la Ciudad de México, y luego se van a exhibir en museos regionales y museos comunitarios; el esfuerzo incluye la cooperación internacional, relaciones diplomáticas y la determinación de ciudadanos nacionales y extranjeros.
Ciudad de México, 8 de abril (SinEmbargo).– Esfuerzos diplomáticos, rastreo de información, cooperación con otros países, campañas, participación de varios sectores gubernamentales y también la cooperación de museos y de ciudadanos extranjeros han permitido que México haya conseguido recuperar, hasta ahora, más de 11 mil 500 piezas arqueológicas en lo que va de la administración, algo que las autoridades han calificado como un “hecho histórico” para el país.
Se trata, específicamente, de 11 mil 505 piezas repatriadas a México. Las últimas llegaron hace un par de semanas, entregadas literalmente “a domicilio”, cuando el Vicecanciller de Italia, Giorgio Silli, retornó 43 piezas arqueológicas de la época prehispánica, particularmente de los siglos III al VII d.C.
El Gobierno italiano, a través de sus Carabinieri, rescató las piezas en los últimos meses y años y las entregó directamente de Roma a México.
“Es la primera restitución que se hace así, literal, a domicilio. Y fue algo que llamó la atención, incluso de los pasajeros del avión, los connacionales que en altavoz del avión se dio a conocer que se restituía este patrimonio, pues hubo júbilo, aplausos y mucho orgullo por recuperar lo que había salido de manera ilícita”, contó la Secretaria de Cultura de México, Alejandra Frausto.
Frausto, quien reveló estos detalles en la conferencia matutina del Presidente Andrés Manuel López Obrador el 28 de marzo pasado, puso este último ejemplo de cómo “se fortalecen estos puentes culturales y cómo la restitución y la repatriación de bienes culturales es fundamental”.
“Queremos agradecer, porque ha despertado la consciencia de gobiernos, de administraciones en otros países de museos, de ciudadanos que por alguna razón tenían este patrimonio en su casa, quizá lo heredaron y toman consciencia que no les pertenece”, subrayó.
Cultura lanzó precisamente en este sexenio la campaña “Mi patrimonio no se vende”, con la que se han intensificado los trabajos para el rescate del patrimonio, que es a la vez, de acuerdo con Frausto, una “recuperación de la dignidad” de México.
En el caso de la entrega de piezas por parte de los italianos, sus autoridades detallaron que algunas de ellas ya se habían vendido, “piezas que ya habían comprado particulares” pero que fueron decomisadas y luego entregadas a México.
Unos días antes, el 20 de marzo, Alemania había hecho algo parecido. En la Embajada de aquel país en México, certificó la devolución de 40 piezas del patrimonio histórico mexicano. “En su mayoría, se trata de devoluciones voluntarias realizadas por herederos de coleccionistas privados alemanes que respondieron al llamado de la Embajada para retornar los objetos a México”, explicó la Cancillería en su momento.
Otra parte de los objetos entregados fueron decomisadas tras detectarse su venta por internet y otras fueron incautadas como parte de investigaciones policiales. Pertenecen a diferentes épocas y culturas prehispánicas mesoamericanas, del Preclásico al Posclásico; provenientes de la cultura Maya, de la costa del Golfo, Altiplano Central, Mixteco, Teotihuacana, entre otras.
Ese mismo día, una ciudadana francesa, Marianne Fouchet, hija del destacado intelectual francés Max-Pol Fouchet, entregó tres piezas arqueológicas heredadas de su padre: una pieza de estilo huasteco, manufacturada entre los años 1000 d.c. al 1521 d.c.; una pieza de estilo Ixtlán del Rio, que data de los años 300 a.c. al 600 d.c; y una pieza del estilo Tlatilco y manufacturada entre los años 1500 a.c. al 200 a.c.
Frausto reveló un detalle valioso: “Al conocer la campaña de ‘Mi patrimonio se vende’, [Fouchet] decide ir a la casa de subastas, donde ya había entregado [las tres piezas] para su venta, [para] recuperarlas y entregarlas en nuestra Embajada. Por eso es importante hacer conciencia sobre esto”.
El esfuerzo de la campaña incluye no solamente a las secretarías de Cultura y a Relaciones Exteriores, sino también a la Secretaría de Protección Ciudadana, la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, la Fiscalía General de la República (FGR) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Una parte de las miles de piezas recuperadas se exhibirán “en el corazón cultural del país”, en el Templo Mayor, en la Ciudad de México, y luego se van a exhibir en museos regionales y museos comunitarios, “para que estos espejos de esta antigüedad, que dejaron de reflejarse en las culturas herederas, vuelvan a su lugar de origen del que nunca debieron haber salido”, presumió Frausto.
LOS “PREMIOS MAYORES”
Entre los principales éxitos de la campaña de repatriación de piezas, se encuentra una figura de San Antonio de Padua, recuperada por el FBI en Texas y entregada a México en agosto de 2022. La figura llevaba 20 años extraviada luego de su robo en Jiutepec, Morelos.
Antes, en julio de 2022, México recibió el más grande retorno de piezas, en este caso por la cantidad: una familia de Barcelona devolvió dos mil 522 bienes arqueológicos, una de las restituciones más grandes de la historia. La familia eligió permanecer en el anonimato.
En septiembre, la SRE recobró más de 50 piezas arqueológicas provenientes de Austria, Canadá y Suecia, las cuales fueron entregada en los Consulados de Vancouver, Canadá, y de Albuquerque, EU, por ciudadanos residentes en dichos lugares.
En particular, destacó la devolución de una urna de origen zapoteco que, de acuerdo con el dictamen del INAH, fue elaborada entre los años 600 y 900 d.C. y un fragmento de columna sustraído de la estructura arquitectónica conocida como “El Palacio”, en el sitio arqueológico de Santa Rosa Xtampak, en el municipio de Hopelchén, Campeche.
En diciembre pasado, otro de los retornos más grandes provino de Países Bajos, cuando entregó 223 piezas arqueológicas pertenecientes a diferentes culturas, provenientes del occidente, Altiplano Central, Golfo de México y región sureste. Su elaboración va del periodo Preclásico Mesoamericano (1200 a.C.-400 a.C.) al Posclásico (800 d.C.-1521 d.C.).
También en diciembre, México rescató en Nueva York una carta suscrita por Hernán Cortés en 1539, en otro exitoso caso de patrimonio histórico que ha vuelto al país. En septiembre de 2021, la SRE había informado de la recuperación de documentos históricos que datan de la Conquista de Tenochtitlán, incluidos otros documentos relacionados también con Cortés.
Con apoyo del Fiscal de Distrito en Nueva York , nuestro consulado en esa ciudad logró recuperar carta suscrita por Hernán Cortés en 1539. Mi felicitación a Jorge Islas y a su equipo . Seguimos recuperando patrimonio histórico todos lo días. pic.twitter.com/pJfMvBDz9G
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) December 4, 2022
Documentos históricos del siglo XVI, incluyendo Carta de Hernan Cortés, recuperados por la oficina del Fiscal General de Nueva York y Home Land Investigations. Hoy fueron entregados a SRE y puestos bajo custodia de nuestro consulado en Nueva York para ser trasladados a la CDMX. pic.twitter.com/FnbP4QXoNB
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) September 23, 2021
“Con apoyo del Fiscal de Distrito en Nueva York , nuestro consulado en esa ciudad logró recuperar carta suscrita por Hernán Cortés en 1539. Mi felicitación a Jorge Islas y a su equipo . Seguimos recuperando patrimonio histórico todos lo días”, señaló el Canciller Ebrard en sus redes sociales.
Además, México recobró el 1 de abril pasado el Monumento 9 de Chalcatzingo, la pieza olmeda más buscada del país que fue hallada por la Unidad de Tráfico de Antigüedades de Manhattan, en Estados Unidos.
Se trata de un bajorrelieve olmeca de 1.8 metros de altura y 1.5 metros de ancho, el cual data del periodo Preclásico Medio (800-400 a.C.). Representa a un “monstruo de la tierra” y tiene rasgos iconográficos que lo asocian con otras piezas de la Zona Arqueológica de Chalcatzingo.
Y es que precisamente de EU es de donde provienen la gran mayoría de piezas rescatadas en el sexenio. En el último corte conocido hasta ahora, en respuesta a la solicitud de información 330018322000138, la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que hasta febrero de 2022 se habían recuperado 10 mil 569 piezas arqueológicas. De ellas, 10 mil 158 provienen del país vecino del norte.
LOS PENDIENTES
A pesar de los esfuerzos mexicanos, de las campañas y de la cooperación de instituciones y ciudadanos extranjeros, el tráfico y la subasta de este tipo de piezas históricas sigue llevándose a cabo fuera del territorio nacional.
Apenas la semana pasada, una subasta realizada por la Casa Millon, donde 83 piezas arqueológicas de las culturas olmeca, tlatilca y otras, fue condenada por el Gobierno mexicano. “Nuestra historia y pasado no es un objeto de lujo para adornar una casa”, señaló en redes sociales Frausto.
Sin embargo, a pesar de la presión, que en otros casos ha funcionado –en marzo de 2022, consiguió detener la subasta de una pieza en Austria–, en esta ocasión la prestigiosa subastadora siguió adelante con lo previsto y vendió las piezas por entre 30 mil y 100 mil euros cada una.
En noviembre de 2021, varias de piezas prehispánicas fueron vendidas durante la subasta “Archéologie, Arts d’Orient & Art Précolombien” en Francia a pesar de que la Secretaría de Cultura mexicana protestó en contra del hecho y solicitó vía legal y diplomática que se detuviera la venta.
La subasta de Artcurial estaba conformada por 232 lotes, de los cuales 26 incluían 37 piezas prehispánicas que fueron elaboradas por culturas maya, azteca, mixteca, y originarias de las regiones de Colima y Nayarit.
Es inmoral lucrar con el patrimonio que salió de manera ilícita de México.
Nuestra historia y pasado no es un objeto de lujo para adornar una casa.
Alto a la subasta de la casa Millon Maison de ventes aux enchères #MiPatrimonioNoSeVendehttps://t.co/xxUslKecFA pic.twitter.com/Yl4TseDBz2
— Alejandra Frausto (@alefrausto) April 3, 2023
“Nos duele mucho el saqueo del patrimonio arqueológico mexicano. Por supuesto que todas estas piezas que salen ilegalmente no sólo constituyen un daño a nuestro patrimonio, sino que pierden la mayor parte de su valor”, dijo Diego Prieto, director del INAH, a finales de marzo en la conferencia del Presidente.
“El patrimonio arqueológico vale en cuanto se le identifica en su contexto, se reconoce su origen, su vínculo con poblaciones, con ciudades, con edificaciones en donde se contextualizan, de manera que los bienes que han sido saqueados se convierten sólo en objetos de curiosidad, en bienes importantes del arte mexicano, pero pierden gran parte del valor desde el punto de vista de la investigación científica y de la recuperación de información arqueológica”, añadió.
Por su parte, Frausto completó: “Los invito y hago un llamado a los connacionales, a las mexicanas y mexicanos que por alguna razón tengan una pieza arqueológica, que acudan al Instituto Nacional de Antropología e Historia, la registren. Si van a ser custodios de estas piezas, conviértanse en guardianes verdaderos del patrimonio cultural, regístrenla. A las y los mexicanos, a todos aquellos también fuera de las fronteras, que conozcan del tráfico, denuncien por favor”.
La titular de Cultura también elogió el papel que ha desempeñado Beatriz Gutiérrez Müller, la esposa de López Obrador, con respecto a la campaña “Mi patrimonio no se vende”: “Tenemos [su] extraordinario apoyo permanente, que nos ha ayudado a dar un eco muy grande a esta campaña que ve sus resultados”.