Un reportaje del semanario Zeta apunta a que México ha optado por la extradición como medio para tener “contento” a Estados Unidos en el tema de la lucha contra el narcotráfico. El Gobierno mexicano ha entregado a 44 presuntos criminales, la mayoría de ellos del Cártel de Sinaloa. En prisión se encuentran otros 61 objetivos de la justicia norteamericana, por algunos de los cuales han formalizado la solicitud de extradición.
Tijuana, Baja California, 8 de abril (Zeta).– Durante el sexenio del Presidente Andrés Manuel López Obrador, México ha entregado en extradición a por lo menos 44 personas investigadas por delitos, la mayoría relacionada con el crimen organizado reclamados por la comisión de diversos delitos en los Estados Unidos de América. Sin embargo, los estadounidenses esperan que, al menos, otros 86 presuntos imputados sean extraditados, aunque 25 de ellos no han sido detenidos.
Para el Gobierno mexicano, una de las fórmulas para llevarse bien con el vecino país del norte, además de ayudar a la contención de migrantes desde la frontera Sur de México, ha sido la de extraditar a líderes y miembros de las organizaciones criminales más reputadas sin poner tantos obstáculos como los había en las administraciones anteriores, que eran muy puntillosos en aspectos de legalidad y celosos de la soberanía nacional.
López Obrador llevó excelente relación en el tema con el exmandatario norteamericano Donald Trump, pero en el corto periodo de Joe Biden, ya ha entregado a dos presos mexicanos, uno de ellos de los considerados “peces gordos” de la delincuencia organizada que operaba en ambos países: Raúl Flores Hernández “El Tío”, quien hábilmente realizaba gestiones tanto para el Cártel de Sinaloa, como para el Cártel Nueva Generación (CJNG).
En dos años y tres meses, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y la Fiscalía General de la República (FGR) han hecho entrega al U.S. Marshall de:
– 10 miembros del Cártel de Sinaloa.
– 6 del CJNG.
-3 del Cártel Arellano Félix (CAF).
– 3 de la organización Beltrán Leyva.
-3 del Cártel de Juárez.
– 3 líderes de células de Los Zetas.
– 10 delincuentes independientes o que no se especificó el grupo al que pertenecen, entre ellos un exgobernador del Estado de Coahuila.
De los siguientes conglomerados criminales, se extraditó a una persona: Cártel del Golfo, La Familia Michoacana, Los Rojos, Los Laredo, Los Granado y Barrio Azteca.
Además, existe una lista de 25 extraditables que no han sido aprehendidos por autoridades mexicanas, la cual encabeza el sinaloense Rafael Caro Quintero, presunto autor del secuestro y homicidio del agente de la DEA, Enrique Camarena, en 1985.
Al Cártel de Sinaloa pretenden detenerle a 13 de sus militantes, así como a ocho del CJNG, dos de los Beltrán Leyva, uno del viejo Cártel de Guadalajara y otro independiente o que no se expresó su afiliación criminal.
En tanto que de 61 reclamados en extradición por EU, quienes ya se encuentran recluidos en distintas prisiones del territorio nacional, el Cártel de Sinaloa tiene 16 hombres, cinco Zetas, cinco del Cártel del Golfo, cuatro del CJNG, tres del CAF, tres de Beltrán Leyva, tres del Cártel de Juárez, dos de La Familia Michoacana y dos de Los Laredo.
A 13 personajes se les tiene como independientes, entre ellos al exgobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores. También hay un preso de cada una de las siguientes organizaciones: Los Caballeros Templarios, Barrio Azteca, Los Granados, Guerreros Unidos y la pandilla WSK de Los Ángeles.
Para la actual administración gubernamental mexicana, cuya política criminal no tiene como prioridad la guerra contra el narcotráfico, ha sido fácil resolver que la mejor manera de dar estabilidad y gobernabilidad al país, es librarse de aquellos objetivos prioritarios del Gobierno vecino. Al tiempo que se despresurizan y pacifican los centros penitenciarios, ya no ven entrar a grandes capos del narcotráfico, pues estos ya no son aprehendidos, pese a la inseguridad y la violencia que sus acciones generan en las calles.
LOS ENTREGADOS
Aunque el tema de las extradiciones inició con lentitud durante los primeros meses del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, para abril de 2019 se registraba la extradición de Óscar Adán Rodríguez Guevara “El Güero Chihuahua”, del CAF, a una Corte Federal de San Diego, California. El 12 de julio de ese año se conoció de la entrega de Jesús Navarrete Castelán “El Papayo”, integrante del grupo delictivo Los Rojos. Y el 30 de ese mismo mes, la FGR extraditó al exmiembro del Cártel de Sinaloa, Nayar Josué Beltrán Campos “Ny New” o “Ingeniero”. Todos ellos por importar distintos tipos de drogas a EU.
Esos primeros meses de la administración fueron calculadores. Sin embargo, el acelerón en materia de extradiciones con los estadounidenses se dio a partir del 27 de octubre de 2019, con la entrega de René Roque Martínez, presunto abusador sexual de dos menores en Oakland. Dos días más tarde, se daría la extradición del Gobernador de Coahuila, Jorge Juan Torres López, acusado bajo cargos de asociación delictuosa para cometer lavado, fraude bancario y fraude, por 8.8 millones de dólares. El 17 de noviembre fue turno de Luis Arellano Romero -hombre cercano a Joaquín “El Chapo” Guzmán-, trasladado a una prisión en Texas.
LOS PENDIENTES
Entre los criminales pendientes de ser extraditados todavía quedan en México personajes de muy alto calibre criminal, ya sea por su liderazgo en clanes delictivos, por su parentesco con otros capos, por la gravedad de sus acciones o la impunidad que han demostrado ante la debilidad de un sistema legal nacional que, está visto, no resiste el embate de los cárteles del narcotráfico y otras expresiones de la delincuencia organizada.
Aún están presos en prisiones federales mexicanas los extraditables Mario Cárdenas Guillén, hermano del exlíder del Cártel del Golfo, Osiel “El Mata Amigos”, reclamado por la Corte Federal del Distrito para el Distrito del Este de Texas, Estados Unidos de América, por el cargo de asociación delictuosa para distribuir cocaína en territorio estadounidense. Y qué decir de Ángel Humberto Chávez Gastélum “Don Ángel”, buscado por el Juzgado de Distrito Central de Los Ángeles, California, por los delitos de homicidio, operaciones con recursos de procedencia ilícita, contra la salud en la modalidad de posesión con fines de comercio y distribución de cocaína y metanfetamina. Ambos en el penal federal Altiplano.
En la misma prisión, aguardan el momento de su extradición Servando Gómez Martínez “La Tuta”, de Los Caballeros Templarios; Fernando Sánchez Arellano “El Ingeniero”, del CAF; Jorge Iván Gastélum Ávila “El Cholo Iván”, del Cártel de Sinaloa; Abigael González Valencia “El Cuini”, del CJNG; Carlos Arturo Quintana “El 80”, de “La Línea”, del Cártel del Golfo; Jaime Durán González “El Hummer”, de Los Zetas; Édgar Pineda Celis “El Chato”, de Guerreros Unidos; y los esposos Antonio Laredo Donjuan y Mercedes Barrios Hernández, de Los Laredo.
En diversas cárceles del país, están otros personajes que formal o preliminarmente ya han sido solicitados por la Unión Americana para llevarles ante jueces de ese país: Jesús Ricardo Patrón Sánchez “El H-3”, hermano de Juan Francisco “El H-2”, escindidos del clan de los Beltrán Leyva; Enrique Arballo Talamantes “El Junior”, del Cártel del Golfo; Eugenio Hernández Flores, exgobernador de Tamaulipas; J. Jesús Méndez Vargas “El Chango”, de La Familia Michoacana; los hermanos Martín, Héctor y Sergio, de apellidos Avendaño Ojeda, del Cártel de Sinaloa; y Édgar Alejandro Herrera Pardo “Cabo 8”, del CJNG.
Entre los no detenidos, y sobre quienes pesan importantes recompensas ofrecidas por el Gobierno estadounidense, figuran Rafael Caro Quintero, exlíder del Cártel de Guadalajara, quien fue dejado en libertad por una pifia judicial el 9 de agosto de 2013; Ismael “El Mayo” Zambada, líder visible del Cártel de Sinaloa; Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, mandamás del CJNG, en coordinación con sus cuñados “Los Cuinis”; y los hijos de “El Chapo” Guzmán, Ovidio y Joaquín Guzmán López, así como Jesús Alfredo y Archivaldo Iván Guzmán Salazar.
Los tres fugitivos del Reclusorio Sur de la Ciudad de México, miembros del Cártel de Sinaloa que el 29 de enero de 2020 escaparon antes de ser extraditados a Estados Unidos, son Víctor Félix Beltrán “El Vic”, Luis Fernando Meza González y Yael Osuna Navarro, personajes cercanos a Guzmán Loera. Tampoco ha sido detenido uno de los enemigos de esa organización criminal, Fausto Isidro Meza Flores “El Chapo Isidro”, del clan de Los Mazatlecos, quienes operan para los Beltrán Leyva en Sinaloa y Nayarit.
Nombres y más nombres resaltan en la relación bilateral entre México y Estados Unidos en el eje de la procuración y administración de justicia internacional.