Con millones de personas obligadas al confinamiento por las medidas adoptadas por los gobiernos, los latinoamericanos de todo tipo de niveles y grupos sociales pelean por el espacio virtual con marcadas desigualdades.
Por Juan Manuel Ramírez G.
México, 8 abr (EFE).- La propagación y el aumento del COVID-19 en América Latina ha provocado que millones de trabajadores y estudiantes estén obligados al trabajo a distancia, pero esa repentina transición ha mostrado la marcada brecha digital.
Con millones de personas obligadas al confinamiento por las medidas adoptadas por los gobiernos, los latinoamericanos de todo tipo de niveles y grupos sociales pelean por el espacio virtual con marcadas desigualdades.
“No solo existe una brecha digital, hay muchas brechas y muchas razones por las cuales distintos grupos no participan en internet o no tienen internet”, contó en entrevista con Efe, Luis Fernando García, director de R3D: Red en Defensa de los Derechos Digitales.
Agregó que los problemas de la región se repiten porque, entre otros, no hay cobertura suficiente, no hay proveedores privados de acceso a internet, existen brechas de precio, gente que no puede pagar o que no le alcanza.
Además, de brechas de habilidades y de conocimiento, para saber como funciona internet y como pueden aprovecharlo, García dijo que existen “las brechas de género que, junto con actitudes sociales profundamente arraigadas, que discriminan a las mujeres y las margina de la utilización de las tecnologías”
El “teletrabajo”, promovido por la emergencia sanitaria del coronavirus tanto en México como en los demás países de la región, ha demostrado que existen una serie de obstáculos en cuanto al uso y acceso a internet.
García puso como ejemplo México, país donde sigue habiendo un número muy importante, “decenas de millones de personas”, que no tienen acceso a internet o que si lo tienen, es de mala calidad.
Un ejemplo de esta brecha digital quedó de manifiesto en los primeros días de la pandemia en la Ciudad de México cuando se suspendieron clases y los niños no pudieron tener el mismo tipo de educación a distancia por los aparatos electrónicos de los que disponían.
Mientras en casa de la familia Gómez, Natalia, de 10 años, contó que “podía seguir mis clases en mi ‘tablet'”; en casa de la familia García, Ricardo, de 9 años, dijo: “yo tenía que adaptarme al teléfono de mi mamá” ya que no cuentan con computadora en casa.
Ni hablar de las diferencias entre estudiantes que viven en ciudades contra los que viven en lugares rurales, donde en muchos lugares no llega todavía internet, aunque el Gobierno mexicano ha desarrollado un programa para conectar en los próximos años a todo el país.
URGENTE GARANTIZAR EL ACCESO A INTERNET
García señaló que la crisis sanitaria ha hecho evidente “que es urgente garantizar a todas las personas en América Latina un nivel mínimo de acceso a internet” porque “esas desigualdades, que antes de la crisis no se veían, han quedado de manifiesto”.
En su más reciente estudio del pasado febrero, el portal alemán Statista, especializado en estadísticas e indicadores económicos, había unos 425 millones de usuarios de internet en América Latina, siendo Brasil es el país con el mayor número de usuarios de internet, seguido de México y Argentina.
Según los datos unos 150.4 millones de brasileños utilizan internet, en México había 89 millones de usuarios ‘online’ y Argentina contaba con 35 millones.
Para Martha Tudón, coordinadora del programa de derechos digitales en la organización Artículo 19, se debe reconocer y señalar que internet “está reconocido como un derecho humano”.
Explicó que en México el acceso a internet “forma parte de la libertad de expresión y de acceso a la información” y que en un contexto de crisis como el actual “donde se nos pide trabajar y estudiar desde casa” no se puede hacer sin una conexión a la red.
BRECHA DIGITAL, MAYOR DESIGUALDAD
Tudón señaló que en la búsqueda de esos objetivos “se ve limitado por la manera en que se accede a la información” que confirma la existencia de la brecha digital.
Precisó que esta brecha digital, en un contexto de crisis sanitaria, “deriva en una mayor desigualdad” con una ventaja para los hombres de cierta edad.
Para Tudón es importante reconocer que “es muy diferente para una persona que vive sola y que puede utilizar su computadora a la situación de una familia común en la que varias personas de diferentes edades, algunas en un proceso educativo o laboral”.
Según datos dados a conocer en febrero pasado, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los usuarios de internet en México llegaron en 2019 a los 80,.6 millones, después de que en el último año la cifra de internautas subiera 4,3 puntos porcentuales hasta el 70.1 por ciento,
El 70.1 por ciento de la población mexicana mayor de 6 años accedió a la red en 2019, un porcentaje que se elevó hasta el 76.6 por ciento en las ciudades y no pasó del 47.7 por ciento en las zonas rurales, según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2019.