Ha pasado apenas una semana del arranque de las campañas presidenciales. En este breve periodo, es posible ya advertir el tono de las campañas de los tres principales candidatos presidenciales. Por un lado, Josefina Vázquez Mota, candidata del Partido Acción Nacional, se enfrenta a sus propios problemas internos: el equipo no responde, y ella mismo ha caído en varios errores que han frenado su ascenso en las encuestas. El candiodato de las izquierdas Andrés Manuel López Obrador, por su parte, se enfrenta a una campaña muy distinta al 2006: ahora, empujando con dificultad cuesta arriba, debe convencer por encima de sus propias limitaciones y la maquinaria de sus dos opositores. Y Enrique Peña Nieto ha mostrado, en esta semana, el color y sabor de lo que será su carrera por Los Pinos: el viejo PRI en acción, sin retoques y sin máscaras.
La revista Proceso –que se puede consultar todos los domingos y lunes en SinEmbargo.mx, como parte de la oferta de sus agencias informativas– publica este día un balance de las tres principales campañas presidenciales:
• PRI: VANIDAD, VACUIDAD, VIEJO PRIISMO
Si bien en su equipo de campaña Enrique Peña Nieto se rodeó sobre todo de jóvenes universitarios, conocidos con el mote de Golden boys, sus actos proselitistas rezuman las fórmulas más anquilosadas del viejo priismo. Ostentación y derroche, vacuidad discursiva, despliegues de lambisconería, frivolidad, son algunas de las características más acusadas de esos eventos. IR A LA INFORMACIÓN
• PAN: LA CAMPAÑA ESTÁ EN PROBLEMAS
La campaña de la panista Josefina Vázquez Mota empezó con el pie izquierdo. Su equipo de apoyo se cuartea. Sus tropiezos son cosa de todos los días: van de su casi desvanecimiento en Baja California al repudio que generó en Tres Marías, Morelos, cuando fue corrida de un restaurante y vapuleada en un puesto de quesadillas. Tanta es la confusión que incluso debió cancelar la etapa veracruzana de su gira. IR A LA INFORMACIÓN
• IZQUIERDA: A VER SI CON EL CAMBIO DE IMAGEN
En muchas circunstancias difiere la campaña presidencial de 2012 respecto de aquella de 2006, sobre todo para López Obrador, que repite como candidato de coalición por la izquierda. Los principales obstáculos: no arrastra los reflectores como cuando fue jefe de gobierno capitalino, el favorito tempranero de la “oposición” es del PRI, y tanto éste como la candidata oficialista cuentan con un presupuesto varias veces mayor que el del tabasqueño. IR A LA INFORMACIÓN