México

Un pendiente va a urnas

La urgencia de un Sistema de Cuidados impacta la agenda de la elección Presidencial

08/03/2024 - 12:05 am

Frente a una elección en la que las mujeres son las principales aspirantes a llegar a los puestos más importantes que se disputan, no es fortuito que el tema del trabajo de cuidados forme parte de las agendas de algunas aspirantes al tratarse de una problemática que involucra principalmente a las mujeres.

Ciudad de México, 8 de marzo (SinEmbargo).- El hablar de trabajo de cuidados en México lleva a otros temas como el lento desarrollo de las mujeres en el ámbito laboral o la pobreza de muchas de ellas; el número de niños, niñas y adolescentes que no asisten a la escuela; la falta de descanso en adultos mayores y hasta un obstáculo cuantificable para el crecimiento económico de todo el país.

Es decir, se trata de una actividad que genera múltiples rezagos al no ser atendida ni reconocida.

El reconocimiento del trabajo de cuidados es una de las principales luchas de los movimientos de mujeres en el mundo. Foto: Cuartoscuro

Pero este no es un fenómeno único de México.

En el mundo se ha discutido en la última década la importancia del trabajo de cuidados y cómo éste recae en las mujeres. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) lo define como “dos tipos de actividades superpuestas: las actividades de cuidado directo, personal y relacional, como dar de comer a un bebé o cuidar de un cónyuge enfermo, y las actividades de cuidado indirecto, como cocinar y limpiar. El trabajo de cuidados no remunerado consiste en la prestación de cuidados por parte de cuidadoras y cuidadores no remunerados sin recibir una retribución económica a cambio”.

Históricamente y hasta la fecha, estas actividades recaen, en su mayoría, en mujeres y niñas de clases medias y bajas. Este trabajo termina limitando su acceso a un empleo formal y remunerado o su permanencia allí. En muchos casos se opta por trabajos informales o de medio tiempo para no descuidar las otras labores, lo que termina por frenar el desarrollo de millones de mujeres. Para la OIT esto “menoscaba su goce general de los derechos humanos”.

Frente a las elecciones presidenciales de 2024, la candidata puntera incluyó en sus principales promesas, por primera vez, un plan para el trabajo de cuidados. Claudia Sheinbaum propuso entre otras cosas, la creación de un Sistema Nacional de Cuidados que apoye a las mujeres a compartir la carga y el tiempo que dedicamos a cuidar a los hijos.

Por su parte, Xóchitl Gálvez afirmó que su proyecto contempla crear también un Sistema Nacional de Cuidados, que ayude a las mujeres en la atención de niños, adultos mayores y personas con discapacidad. Lo hará, en caso de ganar, reviviendo el Seguro Popular, las estancias infantiles, las escuelas de tiempo completo y programas de salud, como Médico en tu Casa.

Jorge Álvarez Máynez, candidato de Movimiento Ciudadano (MC), habló de la creación de un sistema de cuidados con retribución acompañado de acciones de seguridad para las mujeres.

También la aspirante puntera para el Gobierno de la capital, Clara Brugada presentó sus principales objetivos para que la Ciudad se convierta en la primera ciudad de los cuidados en México.

La población de mujeres de más de 60 años continúan trabajando en sus hogares y la mayoría vive en pobreza. Foto: Romina Gándara, SinEmbargo MX

Esas tres propuestas dadas a conocer hasta el momento buscarán atender un tema que en México aún carga con una larga lista de estereotipos. El principal, que esas tareas les corresponden, por obligación, a las mujeres que destinan en promedio un 63.4 por ciento de su tiempo de trabajo total a tales actividades.

LOS CUIDADOS EN NÚMEROS

La Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC) realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), expone la dinámica de los cuidados, que son un derecho y además un trabajo no remunerado que desempeñado principalmente por las mujeres.

La titular del Inegi, Graciela Márquez señaló en la presentación de esta encuesta que la característica más sobresaliente de las tareas de cuidados es el hecho de que descansan sobre un desequilibrio social:

“Para nadie es ajeno que la carga de trabajo relacionada con los cuidados recae, de manera desproporcionada, en sólo una parte de la población. Esta situación, derivada de prejuicios, estereotipos asociados al género, causa brechas de desigualdad y afecta negativamente al bienestar”.

Actualmente en México, se estima que hay 58.3 millones de personas que necesitan recibir algún tipo de cuidado, lo que representa al 45.2 por ciento del total de la población.

Son 37.6 millones de personas que recibieron en sus hogares algún tipo de cuidado, ya sea por parte de un integrante de su propio hogar o de otro hogar que proporcionó ese cuidado. Es decir, de cada 10 personas susceptibles a recibir cuidado, seis lo recibieron.

Ese es el escenario de quienes necesitan cuidados en México, la otra cifra es de las que cuidan que son 31.7 millones de personas de 15 años y más que han brindado cuidados a personas en su hogar o en otro hogar.

Y el dato abrumador: el 86.9 por ciento de todos los cuidadores, son mujeres.

Con base en esta cifra, el Inegi muestra los problemas que se desencadenan, como la participación de las mujeres en el mercado laboral, ya que mientras el 17.3 por ciento de los hombres que cuidan no forman parte de la Población Económicamente Activa (PEA), dispara en el caso de las mujeres la cantidad llega hasta el 48.9 por ciento.

Eso muestra una desventaja para las mujeres para incorporarse a las actividades productivas y en consecuencia a recibir un salario y la independencia económica se vuelve algo inalcanzable.

Una gran proporción de niñas y adolescentes también realizan trabajos de cuidados y en muchos casos ven trucado su acceso a los primeros niveles educativos. Foto: Graciela López, Cuartoscuro

Casi la mitad de las mujeres que trabajan y que además brindan cuidados, no pueden trabajar más de 35 horas a la semana.

Las propuestas sobre el trabajo de cuidados es la propuesta de un Sistema Nacional de Cuidados que buscaría, entre otras cosas, combatir los estereotipos de que estas tareas les corresponden a las mujeres.

Eso también lo midió el Inegi, ya que se comprobó que el principal motivo de las personas que no están de acuerdo en que se les lleve a una residencia cuando sean mayores, es la creencia de que el cuidado es responsabilidad es de las hijas, hijos o la familia.

También está cuantificada la repercusión en el ámbito educativo. El 91.5 por ciento de niñas y niños de cero a cinco años que no asisten a educación inicial o kínder y entre la población de tres a cinco años, el 25 por ciento no asiste. Todos son cuidados principalmente por las madres y las abuelas.

En el caso de los hombres, el 17 por ciento dice participar en este tipo de actividades pero destina un poco menos de horas, alrededor de 25.6 horas semanales.

Tan solo en 2022, el valor económico de las labores domésticas y de cuidados que realiza la población de 12 años y más reportó un monto de 7.2 billones de pesos a precios corrientes, lo que equivale al 24.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Las mujeres contribuyeron con 72 por ciento y los hombres el 28 por ciento.

Esto quiere decir que una mujer realizó trabajo no remunerado en labores domésticas y de cuidados equivalente a 77 mil 192 pesos anuales; cada hombre realizó actividades similares por un monto promedio de 31 mil 844 pesos

Las jefas de hogar realizaron actividades con un valor similar a los 75 mil 976 pesos; las mujeres que hablan alguna lengua indígena generaron valor económico promedio de 85 mil  561 pesos y las que contaron con nivel de escolaridad de secundaria completa aportaron 84 mil 954 pesos. Todo derivado de actividades de cuidados y apoyo.

Daniela Barragán
Es periodista por la UNAM, con especialidad en política por la Carlos Septién. Los últimos años los ha dedicado al periodismo de datos, con énfasis en temas de pobreza, desigualdad, transparencia y género.
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