En lo que va del 2023, se ha registrado en promedio una agresión —ya sea asesinato o desaparición— contra mujeres trans por mes, quienes además enfrentan otro tipo de violencias tanto en la sociedad como frente a instituciones gubernamentales.
Ciudad de México, 8 de marzo (SinEmbargo).– En la diversidad de la marea morada por el Día Internacional de la Mujer, las mujeres trans se alistan para participar en manifestaciones por la lucha de su reconocimiento institucional, alto a los transfeminicidios y a las agresiones en su contra, pues tan sólo en los tres meses que van del 2023, el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio Contra Personas LGBT ha registrado dos asesinatos y una desaparición de mujeres trans.
El mismo observatorio, creado por la Fundación Arcoíris, detectó en el 2022 14 distintos hechos de crímenes de odio contra mujeres trans.
“En este observatorio, lo que miramos también es que son las mujeres trans quienes enfrentan mayores índices de violencia, son las mujeres trans las que tienen las cifras más altas de crímenes de odio y de atentados a la vida“, lamentó Gloria Careaga, coordinadora general de la asociación civil.
La psicóloga y activista detalló que no sólo es eso, sino que en reiteradas ocasiones han identificado que las mujeres trans son en la población LGBT+ quienes viven agresiones “mucho más crueles que viven otras poblaciones”, que van desde la tortura hasta la forma en que son exhibidos sus cuerpos.
“Esto nos lleva a nosotros tener mayor dificultad incluso para los hallazgos y para las identificaciones, porque son personas que desaparecen, en una primera instancia, entonces que hay que buscar qué pasó con ellas y presionar a las autoridades para que realmente haya un hallazgo”, expuso.
Basta recordar nombres como Paola Buenrostro, asesinada en el 2016; Martha Torres, víctima de transfeminicidio en Irapuato en el 2022; Janine Huerta en Tijuana en el 2020, entre otras mujeres víctimas de crímenes de odio.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) levantó en el 2022 una Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género, en la cual el 35.5 de las personas que se identificaron con un género distinto al asignado al momento de su nacimiento se autodenominaron como personas transgénero o transexuales. Esta encuesta, realizada vía web, consistió en un cuestionario contestado por 14 mil 364 personas de 15 años o más.
Además, la misma encuesta levantada un año antes reveló que 908.6 mil personas de 15 años o más se identificaba como transgénero o transexual, de las cuales el 88.3 por ciento se dio cuenta que “su forma de ser o actuar no correspondía con su sexo de nacimiento” antes de cumplir los 18 años de edad.
A pesar de ello, a diciembre del 2022 apenas 20 estados contaban con normativas y protocolos para que las personas trans pudieran modificar su acta de nacimiento sin necesidad de recurrir a un amparo, para que obtengan un reconocimiento frente al Estado que a su vez les permita acceder a distintos servicios.
Incluso, recientemente, la comunidad trans se manifestó en frente del Congreso de la Ciudad de México en protesta a una iniciativa de Ley presentada por una Diputada del Partido Acción Nacional (PAN), América Rangel, que prohibía que menores de edad pudieran realizarse tratamientos y/o operaciones para cambiar de sexo.
“Desafortunadamente, en nuestro país todavía existen estados en donde no se ha legalizado, no se ha avanzado, en el reconocimiento de las identidades trans que posibilitan realmente ese cambio en su identidad formal, vamos a decir esta documentación formal”, señaló Careaga. “Esto hace que esas personas prácticamente no existan [frente al Estado], o que están mucho más sujetas a sufrir de dificultades para el acceso a los beneficios que cualquier persona tiene, porque si tu documento de identificación no corresponde con tu imagen —eso es lo que te piden en cualquier parte para una cuenta del banco, para acceder a los servicios de salud, para hacer un montón de trámites—, entonces, pues eso representa una dificultad”.
Sumado a lo anterior, Careaga consideró imprescindible abrir el diálogo y que haya mayor información sobre qué significa ser una persona trans, un proceso “complejo” que exige abandonar un pensamiento binario sobre el género y el sexo, pues recordó que aunque existen raíces biológicas y anatómicas en el tema, también hay una gran variabilidad en los cuerpos incluso desde el punto de vista biológico.
“Me parece que las ideas, la falta de educación, que existe en México con respecto al género y la sexualidad, que además son dos dimensiones a las que se les da mucha importancia en nuestra sociedad y por eso resultan muy constitutivas de nuestras propias identidades, pero también muy confrontativas… Si no estás respondiendo a una forma determinada de ser, ahí es donde empiezan los problemas porque ese reconocimiento a una forma, o a un deber ser, de mujer u hombre es lo que genera precisamente el rechazo y este cuestionamiento con respecto a qué es [el sexo y género] y cómo me relaciono con ello”.
“Me parece que es una falta de reconocimiento de la variabilidad humana, por una parte y por otro lado, pues un ataque directo hacia las mujeres trans que es en donde se ha focalizado este discurso, al pensar que hay hombres que simplemente se disfrazan de la mujer para atacar a las mujeres o para ocupar a sus espacios en las elecciones, en los procesos electorales. Hemos visto que eso sucede, pero eso ha sido denunciado por las propias chicas trans y por el movimiento LGBT+ y claramente no estamos a favor de eso”, remarcó.
De acuerdo con el Observatorio de Personas Trans Asesinadas de la organización Transgender Europe, entre el 2008 y septiembre del 2022 se han registrado a nivel internacional cuatro mil 369 asesinatos, de los cuales 649 ocurrieron en México.