Quise venir aquí de vacaciones con mi esposa porque teníamos muchas ganas de conocer una playa fría, teníamos muchas ganas de reinventar la vacación habitual de tirarse al sol y conocer otra dimensión de la naturaleza. Es algo que cultivamos poco los mexicanos, generalmente tenemos una idea de la vacación tendiente al lugar común, y está muy bien el bronceador, y está muy bien jugar volleyball, pero a veces es lindo estar perchado sobre un acantilado y sentir el viento en la cara y perderse simplemente en el sonido del mar.
Por Nicolás Alvarado