El nuevo informe de la Comisión estadounidense para la Lucha contra el Tráfico de Opioides Sintéticos destacó que es importante que la lucha contra cárteles mexicanos que suministran el fentanilo se haga de la mano de un combate a la demanda de esta droga en Estados Unidos.
Nueva York, 8 de febrero (EFE/SinEmbargo).– El fentanilo, que ha provocado una crisis de sobredosis y un billón de dólares en pérdidas a Estados Unidos, proviene de México como un producto de muy baja pureza que se fabrica en laboratorios ilegales con materia prima generalmente traída de China y atraviesa la frontera por tierra gracias a organizaciones criminales, según un informe publicado este martes.
El documento fue elaborado por la Comisión para la Lucha contra el Tráfico de Opioides Sintéticos en EU, conformada por funcionarios de varias agencias federales, desde Seguridad Nacional hasta el Tesoro, y legisladores de distinto signo político.
Los expertos aluden directamente al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al que reclaman “hacer más” contra “la amenaza que los cárteles suponen para la salud y seguridad” en México y EU, y le recriminan el “incesante” flujo de precursores [químicos] de la República Popular China a México.
Durante la presentación del informe, el legislador republicano de Michigan, Fred Upton, hizo un llamado a canalizar los esfuerzos para combatir el tráfico de drogas en la frontera. “Hay que duplicar nuestros esfuerzos contra los cárteles mexicanos para asegurar la frontera y que no haya el tráfico ilegal de opioides. Hay que forzar al Gobierno de China a que regularice la industria farmacéutica, que está suministrando a los cárteles la materia prima para fabricar los opioides sintéticos”, declaró.
El informe también reconoció que la batalla contra el ingreso de fentanilo debe de ir de la mano con disminuir la demanda de estos narcóticos de parte de ciudadanos estadounidenses.
La comisión, que pide al Gobierno de EU colaborar con los países implicados en la cadena de suministro de las drogas -concretamente China, India y México-, sugiere 78 medidas urgentes para combatir la crisis y considera esenciales “nuevos métodos, recursos adicionales y la reconsideración de las intervenciones en marcha”.
EL PAPEL DE LOS CÁRTELES MEXICANOS
El fentanilo es producido mayoritariamente por dos cárteles de México, mientras que pequeñas cantidades son fabricadas en Canadá y dentro del mismo Estados Unidos. Datos de la Administración de Control de Drogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) indicaron que en 2019, el 71 por ciento de las tabletas apócrifas analizadas en Estados Unidos habían sido producidas por técnicas de organizaciones criminales mexicanas.
La Comisión estadounidense notó que el Estado mexicano se enfrenta con diversos retos para combatir el tráfico de drogas: el poder económico y uso de armas de los cárteles, los sobornos, amenazas y asesinatos de políticos y civiles -muchos de los cuales quedan impunes-.
“El Presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien inició su presidencia con una política de ‘abrazos, no balazos’ hacia los cárteles a pesar del incremento constante de la violencia, debe de hacer más en los próximos meses y años para atender más directamente la amenaza que los grupos criminales representan a la salud y seguridad de las sociedades mexicana y estadounidense”, opinó en el informe.
El documento también destacó el uso de las redes sociales y el Internet para la cadena de compra-venta de los narcóticos, ya que los vendedores se comunican con compradores a través de plataformas encriptadas, mismas que se encuentran “fuera del alcance de la ley”.
Otros métodos para la distribución de opioides son el correo postal, sistemas de carga comercial, entre otros.
SOBREDOSIS POR OPIOIDES INCREMENTÓ 30%
Según el informe, más estadounidenses han fallecido debido a una sobredosis de drogas desde 1999 que el total de militares fallecidos en todas las guerras en las que ha participado Estados Unidos. “El número de ciudadanos que mueren a causa de los opioides cada año es más de dos veces aquellos que mueren por armas de fuego, accidentes vehiculares o suicidio”, apuntó la Comisión.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), el número de decesos ocasionados por el consumo de opioides sintéticos, principalmente fentanilo, representó dos tercios del total de muertes por sobredosis en Estados Unidos entre junio de 2020 y mayo de 2021, un incremento del 30 por ciento con respecto al año anterior.
Los expertos recalcaron que en este periodo de tiempo, 100 mil personas fallecieron en EU por sobredosis, es decir, 170 decesos diarios. En dos tercios de esas muertes, que sobre todo afectaron a personas jóvenes de entre 18 y 45 años, había presencia de opioides sintéticos y el más común de ellos era el fentanilo, una droga 50 veces más potente que la heroína, que la comisión considera el “impulsor principal de la epidemia” actual.
EL COSTO DE LA MUERTE POR SOBREDOSIS
Las sobredosis por drogas ya cuestan un billón de dólares anuales a las arcas de EU, que ha visto acelerarse la crisis de los opioides durante la pandemia de COVID-19, principalmente debido al tráfico ilegal de fentanilo.
El consejo de asesores económicos de la Casa Blanca calculó en 2018 que el costo de las muertes por sobredosis ascendía a 696 mil millones de dólares, pero desde entonces ha aumentado la demanda de opioides, en parte debido al empeoramiento de la salud mental durante la pandemia, y las cifras se han agravado.
En el documento de 70 páginas, los expertos aseguran que los opioides sintéticos suponen más que una emergencia de salud nacional, porque “amenaza la seguridad nacional y el bienestar económico del país”, y los comparan con “una arma de destrucción masiva a cámara lenta en forma de pastilla”.