De acuerdo de Our World in Data, que realiza la Universidad de Oxford, en Latinoamérica México supera a Ecuador y Bolivia –lo que no es consuelo alguno– entre las naciones que tienen datos abiertos. Y ni compararse con Israel, que en número de inmunizados está muy por encima no sólo a México y a Estados Unidos, sino de cualquier país del mundo. Israel sirve, en todo caso, como referencia.
Ciudad de México, 8 de febrero (SinEmbargo).- Teresa García Gasca, Rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), aseguró que “vamos retrasados”, pero México tendrá una vacuna propia para combatir a la COVID-19.
“El Gobierno mexicano no ha apoyado a sus propios proyectos vacunales. Desde el inicio de la pandemia, se hizo notar la importancia de desarrollar una vacuna propia que garantizara el abasto. Desde luego, no es algo sencillo, es costoso, pero ya contamos con uno de los ingredientes más importantes: el talento y experiencia de científicas y científicos mexicanos”, escribió García Gasca en sus redes sociales.
La científica y profesora universitaria dijo que “comprar vacunas extranjeras está bien, lo que no es correcto es dejar de apostar a proyectos propios. Existen al menos cinco proyectos mexicanos de primer nivel, que avanzan lentamente ante la indiferencia ignorante del Gobierno mexicano que únicamente ve afuera lo que podría desarrollar adentro”.
La Rectora señaló que el proyecto vacunal en la UAQ sigue adelante, luchando por abrir el camino.
“No dejaremos de insistir mientras podamos. Nuestro país merece una vacuna propia pero, sobre todo, merece abrir los ojos y darse cuenta de que sí se puede. Que la ciencia mexicana está a la altura y sólo necesita de la confianza de su gente. Vacuna necesitaremos de aquí en adelante, vamos retrasados pero, estoy segura, veremos vacuna mexicana”, añadió.
¿CÓMO VA MÉXICO?
Entre el 18 y 19 de enero de este año, Brasil, la mayor economía de la región, empezó su programa de vacunación. Toda la pandemia ha estado en un torbellino: primero porque Jair Bolsonaro minimizó los efectos del SARS-CoV-2; luego porque se negó a usar cubrebocas y después porque tomó un componente químico, la hidroxicloroquina, de efectos no comprobados e incluso compró en grandes cantidades para repartirlo en la población. El Presidente brasileño enfermó de COVID-19; pero no sirvió de mucho: no se corrigió.
Ahora Brasil, el tercer país del mundo con más casos y con 230 mil fallecimientos, ha superado a México en su programa de vacunación cuando empezó casi un mes después. La autoridades mexicanas iniciaron la campaña de vacunación antes que nadie en la región, pero ya no ha avanzado. Ahora finca su esperanza en que lleguen los cargamentos de AstraZeneca y del Instituto Gamaleya en el corto plazo para retomar el ritmo, porque Pfizer se comprometió con muchos y no pudo con el encargo. Europa ha puesto candados a sus exportaciones. Y los calendarios de todos los países fuera de la Unión Europea se han retrasado.
¿Cómo va México respecto a la región latinoamericana? Tampoco va bien. ¿Y cómo va respecto a Norteamérica? Peor. Estados Unidos lidera en el hemisferio norte de América y luego le sigue Canadá, dos naciones ambiciosas que han gastado enormes cantidades para garantizarse dosis como para cubrir entre tres y seis veces a sus poblaciones.
De acuerdo de Our World in Data, que realiza la Universidad de Oxford, en Latinoamérica México supera a Ecuador y Bolivia –lo que no es consuelo alguno– entre las naciones que tienen datos abiertos. Y ni compararse con Israel, que en número de inmunizados está muy por encima no sólo a México y a Estados Unidos, sino de cualquier país del mundo. Israel sirve, en todo caso, como referencia.