Sujetos armados asesinan a niña de 4 años y a su padre en Fresnillo, Zacatecas

08/01/2023 - 10:46 pm

Los vecinos se comunicaron a los números de emergencias para reportar los disparos. Más tarde, los paramédicos confirmaron el fallecimiento de ambas víctimas.

Ciudad de México, 8 de enero (SinEmbargo).- Un hombre adulto y su hija, de cuatro años de edad, fueron asesinados durante un ataque armado que se llevó a cabo en el municipio de Fresnillo, en Zacatecas. El fallecimiento de la menor se ha convertido en el primer homicidio de un infante en lo que va del año.

El padre y la menor fueron víctimas mortales cuando un grupo de sujetos armados les abatieron mientras se encontraban en la vía pública alrededor del mediodía de ayer en la esquina de las calles de Jalpa y La Paz, de la colonia Industrial, en el municipio previamente mencionado.

Según la información que circula, reportes preliminares indican que elementos de emergencia fueron avisados por los vecinos de la zona de una agresión con detonaciones de armas de fuego, sin embargo, al acudir al lugar referido, los paramédicos determinaron que el padre ya había fallecido y trasladaron a la menor en ambulancia, pero también se concluyó su deceso poco después.

Al acudir al lugar referido, los paramédicos determinaron que el padre ya había fallecido y trasladaron a la menor en ambulancia, pero también se concluyó su deceso poco después. Imagen ilustrativa. Foto: Genaro Nájera, Cuartoscuro

Las autoridades habrían implementado un operativo en la zona y sus alrededores en busca de los responsables, aunque hasta ahora no se reportan sospechosos ni detenidos por los hechos descritos.

VIOLENCIA OPACA ESFUERZOS EN ZACATECAS

Los niveles de violencia registrados en Zacatecas nuevamente han prendido alertas. En las últimas semanas se han reportado bloqueos, personas que han sido desplazadas de sus comunidades así como el asesinato del coordinador de la Guardia Nacional, el General Brigadier José Silvestre Urzua Padilla, y el del Juez Roberto Elías Martínez. Situaciones que explican —en parte​​— por qué en 2021 fue la entidad con la mayor tasa de homicidios con 109 de estos crímenes por cada 100 mil habitantes, y sobre todo por qué está entre los 10 estados más violentos actualmente, además de tener dos de los municipios con peor percepción de seguridad de todo el país.

Las cifras que proporciona el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) permiten ver cómo la descomposición de la seguridad en Zacatecas avanzó durante el Gobierno del priista Alejandro Tello Cristerna, quien al asumir el poder en septiembre de 2015 cerró ese año con 286 víctimas de homicidios dolosos, una cifra que para 2021 —al cierre de su administración y los primeros meses del morenista David Monreal, quien tomó protesta en septiembre de ese año— aumentaría un 468 por ciento.

El comportamiento de otros delitos es similar. En enero de 2015, por ejemplo, no se registraron víctimas de feminicidio, pero de 2016 a octubre de 2022 autoridades federales contabilizan 91 casos. Las personas afectadas por el delito de extorsión aumentaron 424 por ciento de 2015 a 2021, al pasar el primer año de 98 a 514 en este último. De 2015 a octubre de 2022 las víctimas de este delito suman 2 mil 322.

Especialistas y autoridades coinciden en que, por su ubicación geográfica, Zacatecas es territorio de disputa entre los cárteles de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación, considerado el más peligroso del país. Una problemática que está detrás de los indicadores de inseguridad.

El Secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval reconoció que la violencia en la entidad se debe a que es “un nudo de comunicaciones” donde confluyen las carreteras que pueden dirigirse a diferentes partes del país, principalmente hacia el norte. De acuerdo con esta información, los delitos los concentran municipios clave para el tránsito como Fresnillo, Guadalupe y la capital.

“Si lo unimos por la parte de narcomenudeo, bueno, estas son las áreas que tienen una mayor cantidad de población, es donde pueden realizar esa actividad ilícita de narcomenudeo, entonces, se convierten estos municipios en un mercado a disputar por parte de las organizaciones delictivas, esto podría ser el por qué, qué es lo que está sucediendo”, dijo el 9 de septiembre de 2022 en conferencia con el Presidente Andrés Manuel López Obrador desde Zacatecas.

En noviembre de 2022 se cumplió un año desde que el Gobierno federal implementó el Plan Zacatecas II para responder con mayor presencia de la Guardia Nacional y el Ejército a la oleada de violencia. Sin embargo, el número de víctimas de delitos en la entidad dan cuenta de que la respuesta no ha sido suficiente.

La estrategia también es calificada por investigadores como Edgar Guerra Blanco, del Programa de Política de Drogas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), como “un fracaso”, pues, dice, recuerda a los operativos fallidos que en las últimas décadas se han implementado en el estado y otros lugares del país en contextos de crisis para enfrentar a la opinión pública más que los “problemas de raíz”, como la lucha por el control territorial.

El investigador Sánchez coincidió al recodar que los gobiernos estatales y federales llevan años, al menos desde que el expresidente Felipe Calderón declaró “una guerra” contra el narcotráfico, sin atender las alertas de la ciudadanía.

“Las autoridades no estuvieron a la altura para hacerles frente en su momento y ahora nos encontramos en una situación todavía más difícil en términos de escala de la violencia. Nos enfrentamos a un esquema donde ambas organizaciones [los cárteles de Sinaloa y el de Jalisco] tienen un importante caudal de recursos, ejércitos sicariales muy grandes y ante la similitud de fuerzas no se puede prever un ganador, quizá no lo haya y terminemos entrampados en una oleada de violencia que dure varios años en este entidad”, lamentó.

De acuerdo con Guerra Blanco, otro factor que sigue sin ser atendido es reforzar a las policías municipales y del estado, en cambio, el Gobierno federal actual apuesta por darle más tareas a personal militar –a través de la Guardia Nacional y el Ejército–. A ello se suma la corrupción local y la impunidad que caracteriza al sistema de justicia.

-Con información de Montserrat Antúnez Estrada

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