Si bien la investigación ha confirmado que los baños de hielo pueden ser útiles para reducir el dolor muscular, sus efectos sobre la formación de nuevas proteínas en el cuerpo, importantes para reparar y desarrollar músculos, son más controvertidos.
MADRID, 08 de enero (EuropaPress).- Los baños de hielo, también conocidos como inmersión en agua fría, todavía se promocionan como una estrategia popular tanto para la recuperación rápida del músculo, en horas o días, como para la adaptación al entrenamiento durante semanas y meses. Pero investigadores de la Universidad de Maastricht (Países Bajos) han descubierto que son particularmente ineficaces para esto último.
Atletas exitosos como el tenista Andy Murray son conocidos por usar baños de hielo después del ejercicio, sin embargo, esta nueva investigación sugiere que los baños de hielo no son útiles concretamente para reparar y desarrollar músculo con el tiempo, porque disminuyen la generación de proteínas en los músculos, según publican en el Journal of Physiology.
La idea que hay detrás de los baños de hielo es que al reducir la temperatura corporal, esto a su vez reduce el flujo sanguíneo, la hinchazón y la inflamación en los tejidos de los músculos. Es el mismo concepto que el que está detrás de usar hielo en un tobillo torcido. Si bien la investigación ha confirmado que los baños de hielo pueden ser útiles para reducir el dolor muscular, sus efectos sobre la formación de nuevas proteínas en el cuerpo, importantes para reparar y desarrollar músculos, son más controvertidos.
Los investigadores estudiaron el impacto de los baños de hielo en la generación de nuevas proteínas en los músculos, que generalmente aumenta después de hacer ejercicio, y también después de comer proteínas. Midieron esto usando los llamados trazadores de isótopos estables y biopsias musculares, en un grupo de participantes que hicieron ejercicio de resistencia de ambas piernas durante dos semanas (en total siete sesiones de ejercicio). Después de cada sesión de ejercicio, los participantes sumergieron una pierna en agua fría (8°C) y encontraron una disminución en la cantidad de generación de proteínas en esa pierna.
El investigador de la Universidad de Maastricht, Cas Fuchs, uno de los autores del estudio, destaca que “todos los que hacen ejercicio, ya sean de fin de semana o atletas de élite, quieren aprovechar al máximo sus entrenamientos. Nuestra investigación no descarta por completo la inmersión en agua fría, pero sugiere que si el atleta pretende reparar y o desarrollar su músculo, tal vez deberían reconsiderar el uso de baños de hielo”.