Ciudad de México, 8 de enero (SinEmbargo).– Como un emisor de la paz, “El Gusano” mítico de la NBA arribó otra vez a Corea del Norte. Un territorio que el mundo occidental mira con recelo y sumo cuidado. Tanto hermetismo se ha roto gracias a uno de los atletas más distinguidos que han jugado en la mejor liga del mundo. Miembro de un equipo de época comandado por Michael Jordan, Dennis Rodman arribó al Salón de la Fama en una ceremonia en la que se ahogaba en su propio llanto, con un discurso emotivo lleno de lamento. Hoy, en el cumpleaños de Kim Jong-un, líder del país asiático, el recién nombrado entrenador nacional, ha llevado a un grupo de ex basquetbolistas para jugar un partido amistosa.
“Es una gran idea para el mundo”, declaró Rodman a CNN tras recibir serias críticas por este viaje. En Estados Unidos, ven como una burla que el dictador Jong-un esté utilizando a Dennis. El norteamericano se ha defendido de todas estos cometarios. “Quiero que el mundo sepa que no está tan mal”, opina Rodman sobre Corea del norte. Su traslado ha recibido la condena del Departamento de Estado. Diversas organizaciones activas en cuestión de derechos humanos, han catalogado a la nación de Jong-un como de las peores del planeta. Ídolo de los Detroits Pistons y los Chicago Bulls, aterrizó el lunes junto a un séquito de acompañantes.
El 2013 cerró con la noticia de la ejecución de Jang Song-thaek, tío del principal mandatario, acusado de traición al sospechar que intentaba derrocar al régimen. “Se eliminó escoria”, declaró Kim Jong a la agencia norcoreana. Hoy, la fiesta de su cumpleaños –que se presume cerca de los 30 años–, tendrá un espectáculo de primer nivel. Vin Baker, Kenny Anderson y Cliff Robinson, entre otros, bajaron del avión con su estatus de ex figuras de la NBA. Hace dos años, la muerte de Kim Jong-il, entregó el poder al joven dictador quien estuvo cerca del féretro de su padre en todo momento. Su relación con Rodman, provocó un revuelo mediático.
Con una bufanda rosa en su cuello, Rodman se mostró sonriente a su llegada a Pyongyang. “Es mi amigo y le quiero”, declaró a su llegada sobre Kim Jung-un. Mientras la agenda política pone como prioridad el desarrollo nuclear de Corea del Norte que pone nervioso a Estados Unidos, Dennis simplemente quiere jugar basquetbol para intentar unir a los dos países. “El Gusano” comparó su labor con lo que pasa cada cuatro años en los Juegos Olímpicos. “Cuando pasa eso no hay problema. Eso es todo lo que estoy haciendo”, se defiende.
En febrero de 2013, el reconocido aficionado de los Chicago Bulls, logró conquistar a Rodman durante el rodaje de un documental sobre él. Kim Jong-un fue testigo de las proezas de Michael Jordan, Scottie Pippen y de Dennis, uno de los mejores reboteadores en la historia de la liga. Hoy, los ojos de la política estadounidense estarán pendientes de un partido no oficializado por cualquier organismo oficial. Un ídolo al que no “le importa las críticas recibidas”, vuelve a estar en el centro del huracán, como cuando jugaba con su estilo ríspido sobre la duela. Jong-un sonrió al verlo y se dieron un abrazo.
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