El Presidente peruano Pedro Castillo negó ayer ser “corrupto” en dos actividades públicas, un día antes del tercer intento que busca destituirlo impulsado desde el Parlamento, y en medio de una sequía que afecta a los Andes y de una quinta ola de infecciones por COVID-19.
Por Franklin Briceño
LIMA (AP).— El Presidente peruano Pedro Castillo disolvió el miércoles el Congreso e instaló un Gobierno de emergencia.
En un mensaje televisado a la nación, el mandatario dijo que se convocará en la mayor brevedad a elecciones para un nuevo Congreso con facultades constituyentes, que elaborará una nueva carta magna en un plazo de nueve meses.
A partir de la fecha se gobernará mediante decretos ley y habrá toque de queda a partir 22 hora local (03:00 GMT) hasta las 4 de la mañana (09:00 GMT).
También se reorganizará el Poder Judicial, el Ministerio Público, el Tribunal Constitucional y la Junta Nacional de Justicia.
El anuncio se produjo cuando Castillo se enfrentaba a un tercer intento de destitución en un año y medio de gestión impulsado por un desprestigiado Parlamento que iba a debatir su posible remoción por “permanente incapacidad moral”.
La Fiscalía investiga al mandatario en seis casos preliminares, la mayoría por presunta corrupción, y su hipótesis es que Castillo usó su poder para lucrar a cambio de otorgar obras públicas. El Presidente ha negado las acusaciones.
El primer Presidente de origen rural en 200 años de república, que llegó al poder en 2021 sin ninguna experiencia política, ha modificado cinco veces su Gabinete con más de 60 cambios de secretarios, lo que ha provocado una parálisis de varias políticas de Gobierno.
Aunque es el primer Presidente investigado en funciones, no sorprende en un país donde casi todos los exmandatarios de los últimos 40 años están indagados por corrupción y ligados a multinacionales, como la constructora brasileña Odebrecht.
Desde 2016 Perú vive una crisis política caracterizada por parlamentos y presidentes de turno que buscan eliminarse por desacuerdos entre sí. En 2019 el mandatario Martín Vizcarra (2018-2020) disolvió el Congreso y convocó elecciones legislativas. En 2020 el nuevo Legislativo removió a Vizcarra. El nuevo Presidente, Manuel Merino, duró menos de una semana y renunció por marchas que dejaron dos muertos y 200 heridos. Francisco Sagasti llegó al poder y tras nueve meses entregó el puesto al actual mandatario.
El enfrentamiento con el Parlamento y la Fiscalía es tan fuerte que Castillo pidió recientemente la visita de una misión de alto nivel de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que concluyó en un informe que se necesita una tregua política para estimular el diálogo entre las partes.
En medio de la lucha por el poder, la sequía más potente en medio siglo golpea los Andes y miles de aldeas rurales sufren la falta de lluvias que no permiten el inicio de la siembra de papas. Los pastos naturales han comenzado a agotarse provocando la muerte de ovejas y camélidos.
Al mismo tiempo la gripe aviar ha matado a más de 18 mil aves marinas silvestres y ha provocado al menos un contagio en una granja de aves que pone en peligro la crianza de pollos y pavos, cuya venta es popular en diciembre porque se usa en las cenas de Navidad y Año Nuevo.
El Gobierno también afirma que desde hace una semana el país sufre una quinta ola de infecciones de COVID-19. Desde el inicio de la pandemia han muerto más de 217 mil peruanos y 4.3 millones se han contagiado, según datos oficiales.
Al Parlamento y todas las instituciones, los llamo a la más amplia unidad para trabajar unidos por un país que nos necesita juntos para resolver sus grandes problemas y para el cual nos ha elegido democráticamente por un periodo de 5 años. (2/2)
— Pedro Castillo Terrones (@PedroCastilloTe) December 3, 2022