Los investigadores de un importante complejo hospitalario en Pretoria, Sudáfrica, informaron que sus pacientes con coronavirus están mucho menos enfermos que los que han tratado antes, y que otros hospitales están viendo las mismas tendencias.
Ciudad de México/Washington/Johannesburgo, 7 de diciembre (SinEmbargo/AP).– El virus de la COVID-19 se está propagando más rápido que nunca en Sudáfrica, una indicación de cómo la nueva variante de Ómicron está impulsando la pandemia.
Pero hay indicios tempranos de que Ómicron puede causar una enfermedad menos grave que otras formas del virus, dice The New York Times.
Los investigadores de un importante complejo hospitalario en Pretoria, Sudáfrica, informaron que sus pacientes con coronavirus están mucho menos enfermos que los que han tratado antes, y que otros hospitales están viendo las mismas tendencias. De hecho, dijeron, la mayoría de sus pacientes infectados fueron admitidos por otras razones y no tienen síntomas de COVID.
Pero los científicos advirtieron que no se debe dar demasiada importancia a las posibles buenas noticias de menor gravedad o las malas noticias, como la evidencia preliminar de que una infección previa por coronavirus ofrece poca inmunidad a Ómicron.
La variante se descubrió el mes pasado y se necesitan más estudios antes de que los expertos puedan decir mucho al respecto con confianza. Más allá de eso, el verdadero impacto del coronavirus no siempre se siente de inmediato, ya que las hospitalizaciones y muertes a menudo se retrasan considerablemente con respecto a los brotes iniciales.
Conforme la variante Ómicron del coronavirus se extiende por el sur de África y aparece en otros países, los científicos observan ansiosos el desarrollo de una batalla que podría determinar el futuro de la pandemia. ¿Podrá el competidor más reciente de la Delta, que predomina en el mundo, desbancarla?
Tras analizar los datos de Sudáfrica y Gran Bretaña, algunos científicos dejan entrever que Ómicron podría ser la vencedora.
“Aún es muy pronto, pero cada vez más comienza a llegar información poco a poco que deja entrever que Ómicron probablemente desplazará a Delta en muchos lugares, si no es que en todos”, dijo el doctor Jacob Lemieux, que supervisa las variantes para una colaboración de investigación encabezada por la Escuela de Medicina de Harvard.
Pero otros señalaron el lunes que es demasiado pronto para saber qué probabilidad hay de que Ómicron se extienda con más eficacia que Delta o, si lo hace, con qué rapidez podría imponerse.
“Sobre todo aquí en Estados Unidos, donde estamos viendo aumentos significativos de la Delta, si Ómicron va a sustituirla creo que lo sabremos en unas dos semanas”, dijo Matthew Binnicker, director de virología clínica de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota.
Quedan muchas preguntas cruciales por responder sobre Ómicron, incluyendo si el virus causa una enfermedad más leve o más grave y hasta qué punto podría evadir la inmunidad de personas vacunadas contra la COVID-19 o que ya padecieron la enfermedad.
En cuanto a la propagación, los científicos destacan lo que está ocurriendo en Sudáfrica, donde se detectó por primera vez esta variante. La rapidez con la que Ómicron ha infectado a la gente y casi ha alcanzado el predominio en Sudáfrica ha hecho que los expertos de la salud se preocupen de que el país se encuentre en el inicio de una nueva ola que pueda llegar a abrumar a los hospitales.
La nueva variante hizo que Sudáfrica pasara en poco tiempo de un periodo de baja transmisión, con un promedio de menos de 200 casos nuevos al día a mediados de noviembre, a más de 16 mil diarios el fin de semana.
Según los especialistas, Ómicron representa más del 90 por ciento de los nuevos casos en la provincia de Gauteng, el epicentro de la nueva ola. La variante se está extendiendo rápidamente y alcanzando el predominio en otras ocho provincias de Sudáfrica.
“El virus se está extendiendo con rapidez extraordinaria”, declaró Willem Hanekom, director del Instituto de Investigación Sanitaria de África. “Si se observan las pendientes de esta ola en la que nos encontramos en este momento, es una inclinación mucho más pronunciada que las tres primeras olas que experimentó Sudáfrica. Esto indica que se está extendiendo rápidamente y que, por tanto, podría ser un virus sumamente contagioso”.
Sin embargo, Hanekom, que también es copresidente del Consorcio Sudafricano de Investigación de las variantes de COVID-19, dijo que el país tenía un número tan bajo de casos de Delta cuando surgió Ómicron que “no creo que podamos decir” que haya superado a la Delta.