“NUDO MIXTECO”: ACCIÓN Y PROGRESO

07/12/2011 - 12:00 am

Año 2015. Estamos en la zona de la mixteca oaxaqueña, un lugar que hace apenas una década, era uno de los sitios más castigados del México indígena. Ahora, un numeroso equipo de líderes, tanto hombres como mujeres, están trabajando con pasión en todo lo que alguna vez fueron sus sueños: proyectos productivos, empresas propias y desarrollos comunitarios que han hecho surgir desde huertos familiares, hasta restaurantes, y fábricas comunales. Al lugar conocido como “el nudo mixteco” le ha cambiado el rostro y, lo mejor de todo, es que este avance social y económico se está extendiendo a otras regiones de Oaxaca gracias al impulso de estos líderes, que están compartiendo su experiencia con otras personas de la entidad y hasta del país… se trata, sin duda alguna, de un efecto multiplicador sin precedentes en esta región.

Sí. Esta es ya una realidad. Al menos es la realidad que se ha planteado lograr la Fundación Pro Mixteca, cuya visión es clara y concreta: “en los próximos cuatro años la meta es transformar las comunidades de la mixteca, impulsando un cambio desde dentro hacia fuera”.

No es un reto fácil. Estamos hablando de una de las regiones más complicadas de México en términos sociales, económicos y sobre todo geográficos de nuestro país, puesto que este paraje del sureste mexicano está sumido en una orografía casi imposible, lo que ha impedido que el progreso llegue puntualmente a todos sus habitantes.

“La Fundación nació de lo que fue primero una vocación religiosa, pues había cientos de voluntarios que desde hace 20 años subían a esta zona de la sierra para hacer misiones, y estas visitas permitieron que algunas personas se dieran cuenta de que en ese lugar había mucho más qué hacer; había que cambiarle el destino a la gente que vive ahí, así que lo religioso se convirtió en un proyecto  de índole social, y que involucrara a todos los habitantes de las comunidades donde se trabajaba, independientemente de la fe que profesaran”, afirma en entrevista Guillermo Zorrilla López de Lara, director de esta organización de la sociedad civil.

 

Deshacer el nudo, persona a persona

En el llamado “nudo de la mixteca”, donde convergen la Sierra Madre Oriental, el eje neovolcánico y la Sierra Madre del Sur, hay una sucesión de valles y montañas conocido como Ñuu Savi (que significa los “Pueblos de la lluvia”) y es, por su complicado acceso, una de las zonas menos exploradas del territorio nacional.

Y precisamente ahí, en el triángulo formado por Huajuapan de León, Tlaxiaco y Juxtlahuaca, a donde se ha propuesto llegar esta organización, que existe desde 2004, año en que se constituyó formalmente como institución sin fines de lucro, y cuyo fin principal es lograr un cambio positivo en el grupo de comunidades que ahí habitan; personas que históricamente han tenido poco o nulo acceso incluso a los servicios más básicos, precisamente por la complejidad geográfica que rodea a este enclave del México profundo.

“Lo que distingue a Fundación Pro Mixteca no es solamente su vocación de ir hasta esos sitios alejados, sino también –y sobre todo– el método que hemos implementado para hacerlo. Nosotros enfocamos toda nuestra atención en ‘la persona’, así, en lo individual, para lograr que cada uno sea promotor del cambio comunitario. Este modelo de ‘promoción humana’ consiste en hacer que la gente quiera cambiar su realidad, que es el primer paso para poder hacerlo de verdad. Fundación Pro Mixteca no hace nada que los habitantes de estas comunidades no quieran, son ellos los que proponen y los que disponen, nosotros lo que hacemos es acompañar su proceso de transformación, y acercarles lo necesario para que el cambio se haga posible”, dice el director de esta organización.

A este método o modelo de acción, Fundación Pro Mixteca lo denomina el “Modelo de Desarrollo Humano”, con el que se pretende que cada persona sea más dueña de su mentalidad,  de su intencionalidad y de su capacidad. Siguiendo este método particular, todas las acciones de esta organización propician que la gente con la que trabajan en la mixteca quiera, sepa y pueda generar su propio desarrollo, sin ningún tipo de imposición ni asistencialismo.

“Nuestra fundación no da ningún tipo de apoyo económico de manera directa, sino que ‘acompañamos’ a las comunidades en su proceso de transformación. Nosotros no damos recursos, ni ofrecemos nada regalado; lo que busca y hace la organización es provocar un cuestionamiento, una reflexión entre sus habitantes, para que ellos propongan y dispongan los proyectos productivos que son necesarios y posibles en sus comunidades… y sólo después de eso, Fundación Pro Mixteca entra en acción, apoyándolos y facilitándoles las herramientas o los contactos necesarios para que los sueños de estas personas se conviertan en una realidad”, asevera Zorrilla López de Lara.

Para lograr este “cuestionamiento” que luego se transforma en cambios tangibles, el organismo cuenta de momento con dos promotores familiarizados con la metodología de la fundación, y que viven permanentemente en la zona mixteca. Ellos recorren semanalmente las 30 comunidades con las que trabajan en la actualidad, y realizan evaluaciones permanentes tanto de los proyectos que ya están en marcha, como de las ideas o propuestas nuevas que van surgiendo entre los habitantes de la mixteca oaxaqueña.

“Es importante tener en cuenta que se trata de una zona muy olvidada, donde durante mucho tiempo ha reinado la desesperanza y la desilusión, y también la desconfianza. Y puesto que nuestra labor no es llegar a imponer nada, sino fomentar que sean ellos mismos quienes se decidan a realizar los sueños y proyectos que tienen en mente, nuestro trabajo ahí implica mucha dedicación y paciencia. Estamos hablando de procesos que son muy largos, no sólo por la naturaleza misma de los emprendimientos, sino porque, insisto: nuestra meta principal es fomentar un cambio de mentalidad; sólo de esta manera las transformaciones y los cambios serán duraderos… sólo así, los proyectos que se realicen no serán abandonados o dejados a medias”, sentencia Guillermo Zorrilla.

Transformar la naturaleza del pensamiento, en total respeto a la madre naturaleza

Hablando en términos de transculturación, la cultura mixteca –que se extiende a otros estados– es una de las más resistentes del México indígena.  Pero especialmente en Oaxaca, esta región mantiene hasta el día de hoy una fuerte influencia sincrética de sus tradiciones y de su “modus vivendi” tradicional.

De acuerdo con los mapas actuales, la mixteca oaxaqueña se extiende por 189 municipios de esta entidad del sureste, que aunque es rica en recursos naturales, en el Ñuu Savi, los “Pueblos de la lluvia” que viven dentro del “nudo mixteco”, no corren con la misma suerte de abundancia a su alrededor. Los pobladores de este sitio alejado, se dedican mayoritariamente a la agricultura de subsistencia y en mucho menor medida a la artesanía o al comercio en cortas escalas.

La Fundación Pro Mixteca ha decidido precisamente trabajar aquí “en este nudo”, y sus actores saben que el cuidado de la naturaleza es primordial para la subsistencia de sus habitantes, así como también, el respeto a unas fuertes tradiciones indígenas.

“Trabajamos con seis principios básicos –dice Guillermo Zorrilla–: en primer lugar, con el individuo, con la persona y con los sueños que cada uno tiene y quiere lograr; en segundo lugar, con la Solidaridad, que implica a su vez el Bien Común; es decir, contamos con que los proyectos que se lleven a cabo sean de beneficio para otros, lo cual facilita el trabajo en equipo, porque hay intereses comunes, aunque el proyecto sea de una persona o una familia; está también la Subsidiariedad. Como dijimos, nosotros no aportamos recursos en metálico, sino que somos facilitadores, así que contamos con que cada uno de los involucrados colabore con lo que le corresponde hacer y, finalmente, trabajamos con aquellos proyectos que tengan un profundo respeto a la naturaleza, proyectos eco-eficientes que no dañen el espacio vital donde habitan nuestros beneficiarios, a eso se refiere el sexto principio, que es precisamente la eficacia.”

Con un presupuesto anual aproximado de 2 millones de pesos, Fundación Pro Mixteca trabaja en tres microregiones de la mixteca oaxaqueña y en algunas otras comunidades más alejadas. En total, su campo de acción actual se extiende a 40 líderes sociales y a otros 75 en capacitación. El organismo realiza talleres y jornadas de acción comunitaria, y los dos promotores que viven en la zona acompañan constantemente el proceso transformador.

Con paciencia, mucha presencia y al paso de los años, algunos proyectos ya han visto la luz y están en marcha, mientras que otros están en proceso de gestación, en distintos niveles de avance:

“Hoy en día, tenemos ya 10 proyectos caminando en 18 comunidades. Hay de todo y lo importante aquí es que cada uno ha sido iniciativa de los habitantes, tenemos a personas trabajando en sus propios sueños y lo mejor es que cada uno de ellos beneficia a su vez a los habitantes de ese lugar. Tenemos proyectos desde muy simples a complicados: producción de miel orgánica, de mermeladas, de ajo, o café, instalación de huertos familiares o jardineras con material reciclado, elaboración de estufas rurales, proyectos para reforestar o para hacer cisternas captando el agua de lluvia… Son todos diferentes, pero todos responden a la necesidad del lugar y todos –sin excepción- se hacen en total armonía con la naturaleza”, dice el director de Fundación Pro Mixteca.

 

Soñar no cuesta nada; realizar algunos sueños sí…

“Nuestro modelo dice que la acción de la Fundación debe propiciar que la gente quiere y sepa actuar para generar su propio desarrollo.  Si la persona asume la responsabilidad de llevar adelante su sueño, eso es un gran avance, porque ha cambiado la mentalidad, sin embargo, luego nos toca a nosotros entrar en la acción de facilitar que ese cambio, que ese sueño sea posible, por eso estamos en la actualidad esmerándonos en captar más recursos, en lograr que más gente se involucre con lo que hace la Fundación Pro Mixteca; queremos ser consecuentes con lo que enseñamos, y no dejar proyectos sin realizar en estos lugares donde trabajamos”, afirma Zorrilla López de Lara.

Hasta ahora, esta institución se ha beneficiado de la ayuda de otros organismos de la sociedad civil y empresas que colaboran con aportaciones económicas, tales como la Fundación Alfredo Harp Helú o el Grupo Bimbo, así como de las ayudas de personas que hacen pequeñas donaciones. Estos fondos se dedican íntegramente a mantener las acciones de la Fundación Pro Mixteca en sus zonas de acción y a pagar los cuatro salarios de las personas que aquí laboran  de forma remunerada.

Sin embargo, la Fundación Pro Mixteca tiene a su vez sus propios sueños: aumentar al personal que tiene destinado en Oaxaca,  para poder también incrementar su radio de acción a otras comunidades y apoyar más proyectos productivos en la Sierra.

“Mientras estamos cumpliendo con lo que hacemos en Oaxaca, nosotros también tenemos nuestras metas internas, para poder mejorar la respuesta que damos a quienes han confiado en nosotros: queremos en primera instancia aumentar nuestra base de donantes,  posicionar nuestra influencia en distintas audiencias para incrementar nuestra presencia entre varios tipos de audiencia, y diseñar cuanto antes un modelo de comunicación interactivo con nuestros benefactores y nuestros beneficiarios”.

El reto para la Fundación Pro Mixteca no es sencillo, aunque tampoco imposible. A corto plazo la idea es tener a cuatro promotores más basados en Oaxaca que les permitan diseñar proyectos productivos en otras 30 comunidades.

Por ahora, su influencia ya es palpable. Su acción es tangible entre unas 25 mil personas que viven en el llamado “nudo de la mixteca” y es posible que su visión para 2015 pueda cumplirse ahí en Ñuu Savi, entre los que se llaman a sí mismos los “Pueblos de la lluvia”, un sitio que podría transformarse por completo en los próximos años si la propia visión y mentalidad de sus habitantes logra cambiarse paulatinamente, hasta hacerse perdurable.

 

 

DONATIVOS PARA LA FUNDACIÓN PRO MIXTECA

CUENTA BANAMEX: 69354, SUCURSAL  750, con recibos deducibles de impuestos.

CONTACTO: Guillermo Zorrilla López de Lara.

Tel: +52 (55) 2164 0786.

[email protected]

 

 

Cristina Ávila-Zesatti
Es periodista especializada en temas internacionales y en el llamado ‘Periodismo de Paz’. Fundadora y editora general del medio digital Corresponsal de Paz www.corresponsaldepaz.org
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