Una potencial derrota de Movimiento Ciudadano en Jalisco y el debilitamiento del partido naranja en Nuevo León, derivarían en una caída de sus votaciones en las circunscripciones electorales 1 y 2, que son las regiones del país donde podría obtener más legisladores de representación Proporcional.
Ciudad de México, 7 de noviembre (SinEmbargo).- Todos los sueños de grandeza del partido Movimiento Ciudadano, de convertirse en la segunda fuerza político electoral del país, podrían empezar a desmoronarse en noviembre, si Samuel Alejandro García Sepúlveda entrega la gubernatura de Nuevo León para irse a su aventura presidencial y pone el gobierno estatal a disposición de los apetitos voraces del Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que podrían nombrar a capricho y discrecionalmente al mandatario interino.
La posible pérdida de la gubernatura de Jalisco y el debilitamiento del partido naranja en Nuevo León, que quedaría en manos de la oposición rumbo a los comicios del domingo 2 de junio del 2024, tendría repercusiones serias en una disminución sensible de la presencia de Movimiento Ciudadano en el Congreso de la Unión, donde es la sexta fuerza en la Cámara de Diputados, con 28 curules y la tercera fuerza en la Cámara de Senadores, con 12 escaños.
El partido naranja perdería competitividad en las Circunscripciones electorales 1 y 2, que es donde tiene más posibilidades de obtener diputados por la vía de la Representación Proporcional.
De paso por Guadalajara el pasado 6 de noviembre, para estar presente en el Quinto Informe de Gobierno de Enrique Alfaro, Samuel García Sepúlveda anunció que el domingo 12 de noviembre se registrará como precandidato único de Movimiento Ciudadano a la Presidencia de la República, para iniciar en Jalisco su precampaña el próximo lunes 20 de noviembre.
Hasta el momento, por la votación que logró en los más recientes comicios para diputados federales, del 6 de junio del 2021, Movimiento Ciudadano se ubicó como la cuarta fuerza electoral del país, sólo superado por Morena, PAN y PRI.
Por los estados que gobierna y la población que suman Jalisco y Nuevo León, Movimiento Ciudadano puede equiparar fuerzas con el Partido Acción Nacional, que administra cinco entidades del país, y supera tres a uno al Partido Revolucionario Institucional, que sólo retiene dos gubernaturas.
En los comicios del domingo 2 de junio del próximo año, Morena irá en busca de dos victorias clave, en Jalisco y Guanajuato, que podrían representarle una dominación aplastante en los cinco estados más importantes de la República y al mismo tiempo las entidades que tienen más diputaciones federales de Mayoría Relativa.
Una potencial derrota de Movimiento Ciudadano en Jalisco y el debilitamiento del partido naranja en Nuevo León, derivarían en una caída de sus votaciones en las circunscripciones electorales 1 y 2, que son las regiones del país donde podría obtener más legisladores de representación Proporcional. De las decisiones que la dirigencia de Movimiento Ciudadano tome en noviembre, dependerá en mucho su futuro.
El partido naranja no tendría riesgo de perder su registro, pues con los votos de Jalisco y Nuevo León, aún muy mermados, podría sumar el 3 por ciento de la votación nacional que necesita, pero sí podría quedar después del 2024 como una fuerza electoral marginal, del nivel del PRI, PVEM y PT. En el segundo lugar permanecería un frágil PAN y sólo sería un recuerdo la triste huella del PRD, que está destinado a perder su registro antes de siete meses.
