Resulta interesante notar la forma sutil pero acelerada en que están cambiando las tendencias en la industria alimentaria. Los gigantes más poderosos del mercado están realizando cambios en sus menús incursionando a gran escala con opciones basadas en plantas. Un reciente y muy comentado ejemplo es el de la cadena internacional de comida rápida Burger King, que no solo adecuó una de sus sucursales más transitadas en Madrid para que su oferta fuera 100 por ciento vegetal durante un mes, sino que lo está promocionando sin tapujo alguno con vallas enormes y publicidad abiertamente retadora a su principal competidor.
Burger King es un negocio y como tal, deduzco que su motivación no es la sostenibilidad ecológica, y menos aún el bienestar de los animales. Pero como alguien cuya profesión es la defensa animal, hay dos cosas que me emocionan de esta táctica con claros fines comerciales.
La primera es la disponibilidad. Una de las grandes barreras para la adopción de una alimentación a base de plantas es que no siempre es sencillo encontrar platillos vegetarianos o veganos en los restaurantes promedio. Es por ello que tener un par de restaurantes de comida rápida en tu ciudad, donde la gente tiene la opción de probar algo que no sea de origen animal, es el equivalente al vendedor que logra poner el pie en la puerta e iniciar un primer contacto.
La segunda es que normaliza la presencia de opciones vegetarianas y veganas en los menús. Qué mejor que más personas se habitúen a leer la palabra “vegano” o “vegetariano” en la lista de platillos de un restaurante cuyo segmento meta no son quienes se alimentan de esa forma. La constante exposición a estos platillos en restaurantes conocidos por la mayoría de las personas logra quitar la idea de que comer a base de plantas es algo raro.
Cuando Burger King introduce hamburguesas, nuggets y sándwiches a base de plantas en su menú logra ambas cosas: la disponibilidad y la normalización de un tipo de alimentación que necesita ser acogida por la mayoría de la población mundial si queremos evitar terribles consecuencias para un planeta que ya no puede ser más depredado por la industria de producción de carne, y por supuesto, para los animales explotados por dicha industria.