Las ganancias por la difusión de esa grabación podrían ser "mucho más altas" y alcanzar los 50 mil dólares porque las primeras previsiones no han tenido en cuenta parámetros como la geolocalización, la calidad de los espectadores, entre otros, según aseguró un portavoz de la agencia de mercadotecnia británica The Fifth.
Ciudad de México, 7 de noviembre (RT).– Jarvis Kaye, profesional de Fortnite que esta semana fue suspendido de por vida por hacer trampa durante una partida, habría ingresado entre 25 mil y 36 mil dólares con el video en el que asumió entre lágrimas su responsabilidad por haber violado el reglamento de ese videojuego.
Este gamer estadounidense de 17 años subió ese documento gráfico a su canal de YouTube el pasado 3 de noviembre y tenía más de 7.31 millones de visualizaciones, 197 mil comentarios y 366 mil me gusta en el momento en que se ha redactado esta noticia.
Sin embargo, las ganancias por la difusión de esa grabación podrían ser "mucho más altas" y alcanzar los 50 mil dólares porque las primeras previsiones no han tenido en cuenta parámetros como la geolocalización, la calidad de los espectadores, entre otros, según aseguró un portavoz de la agencia de mercadotecnia británica The Fifth al diario The Sun.
La previsión de la agencia Pro Seeders es menos optimista —entre 15 mil y 20 mil dólares sólo en publicidad— y la empresa Fusion Media supone que este adolescente ganó alrededor de 27 mil dólares, pero resulta imposible saber el monto exacto que se embolsó porque las cifras fluctúan cada día y YouTube basa sus pagos en la participación de anuncios publicitarios, no en las visitas.
Kaye formaba parte del clan FaZe y retransmitía con regularidad las partidas de Fortnite que disputaba a sus más de dos millones de seguidores. Sin embargo, el pasado fin de semana utilizó un programa aimbot —permite apuntar automáticamente a los enemigos y acertar cada disparo— y esa acción provocó que la compañía Epic Games le sancionara a perpetuidad por su política de "tolerancia cero" respecto a los trucos de software.
El damnificado ha solicitado que su castigo no sea permanente, ha recibido el apoyo de numerosos compañeros de juego a través de la etiqueta #FreeJarvis (Liberen a Jarvis, en español) y hasta su madre le ha defendido con el argumento de que su hijo no lastimó físicamente a nadie y está muy afectado emocionalmente.