Yazmín Alcalá Canto, profesora del Departamento de Parasitología de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia indicó que a diferencia de París, en donde es común ver a las chinches en casi cualquier espacio público, en la Ciudad de México estos insectos aún no se han convertido en una plaga, sin embargo, puntualizó, en caso de no tomar las medidas preventivas necesarias, el problema podría írsele de las manos a las autoridades capitalinas.
Ciudad de México, 7 de octubre (SinEmbargo).- La creciente proliferación en espacios públicos de chinches, un insecto de apenas un milímetro de longitud que se alimenta de sangre humana y que se asocia al movimiento de las personas, ha generado gran preocupación entre los habitantes de la Ciudad de México.
De acuerdo con la Universidad Estatal de Virginia, las chinches son insectos que pertenecen a la familia de Cimicidae. Este grupo se caracteriza porque se alimenta exclusivamente de sangre. Las chinches de cama, como se conocen popularmente (Cimex lectularius), tienen cinco estados de desarrollo. Cada estado de desarrollo (ninfas) debe alimentarse de sangre para poder pasar al siguiente estado de desarrollo.
Uno de los grandes problemas que generan estos insectos, señala la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) por sus siglas en inglés, es su rápida propagación, pues pueden trasladarse con facilidad a otras zonas de la casa o esconderse en la ropa o pertenencias de otra persona, para así comenzar con una nueva infestación. A estas problemáticas se añade la dificultad que genera encontrar los lugares en donde se reproducen.
En redes sociales, los usuarios han compartido decenas de fotografías y videos en donde muestran la presencia de chinches en vagones del metro de la Ciudad de México y en las aulas de diversas facultades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Ante esta situación, la UNAM ha implementado diversas medidas como la fumigación de los salones en más de 10 facultades para erradicar cualquier tipo de riesgo y garantizar que los estudiantes tengan espacios limpios y seguros.
Pese a las denuncias y la evidencia compartida por los estudiantes en redes sociales, la UNAM aseguró que no ha encontrado nidos, ni presencia de estos insectos en ninguna de las facultades fumigadas ni en alguna de las instalaciones de Ciudad Universitaria.
“De las inspecciones practicadas por nuestros especialistas universitarios, basadas en quejas sobre la presunta existencia de insectos en algunos edificios de nuestra Universidad, podemos afirmar que hasta ahora no ha sido detectada la presencia de éstos en instalaciones de esta casa de estudios”, afirmó la máxima casa de estudios en un comunicado compartido en redes.
#BoletínUNAM La UNAM informa > https://t.co/6WOWHX7Rwi pic.twitter.com/pIZbrXTIDL
— UNAM (@UNAM_MX) October 3, 2023
Ante esta situación, Yazmín Alcalá Canto, especialista egresada de la Maestría y Doctorado en Ciencias en el área de parasitología veterinaria de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, explicó que las chinches son insectos que han acompañado a los seres humanos a lo largo de la historia y que su creciente proliferación se debe a la movilidad de las personas.
“Actualmente se debe a que han aumentado mucho los traslados y los viajes, en el caso por ejemplo de quienes vivimos en la Ciudad de México, pasamos mucho tiempo en el transporte público, nos movemos tanto. Muchos de nuestros estudiantes viven muy lejos de la universidad, entonces en sus mochilas llevan ropa para cambiarse, chamarras, incluso algunas cobijas, y pues son sitios idóneos para que se trasladen estos insectos, son unas polizonas fantásticas y se van ocultas en mochilas, ropa o maletas”.
PARÍS Y SU PROBLEMA CON LAS CHICNHES
Desde hace varias semanas, la ciudad de París, Francia, trata de contener la proliferación de chinches en los espacios públicos, situación que ha desatado la psicosis en la capital francesa.
El problema ha generado una mayor preocupación entre la población debido a que los insectos están presentes en la mayoría de los espacios públicos como cines, transporte público y ahora en las escuelas. A esta inquietud se suman la de los hoteleros quienes recuerdan la cercanía de la celebración de los Juegos Olímpicos de París 2024 en unos meses.
En redes sociales es común encontrar una gran cantidad de fotografías y videos en donde se observa a estos insectos en los asientos de los trenes, en habitaciones de hoteles y demás espacios.
No es la primera vez que la capital francesa vive una oleada de estos bichos. De acuerdo con la agencia nacional de seguridad sanitaria, Anses, por sus siglas en francés, este problema ha afectado a uno de cada 10 hogares en Francia en los últimos años.
Según la Anses, entre 2017 y 2022 los hogares franceses han gastado 230 millones de euros al año en tratar de expulsar este molesto insecto.
En el caso de México, la UNAM ha manifestado en diversas ocasiones que no hay rastro alguno de chinches en alguno de sus planteles y reitera que la proliferación de dichos insectos se debe al movimiento de alumnos, profesores y trabajadores en transporte público. Hasta el momento, facultades de Ciudad Universitaria como Veterinaria; Odontología; Sicología; Contaduría y Administración; Derecho, Medicina, el Centro de Enseñanza para Extranjeros; Ciencias Políticas y Sociales; Filosofía y Letras; Ciencias; Ingeniería, y Arquitectura han realizado fumigaciones en sus instalaciones: Química, . A estas se suman las Facultades de Estudios Superiores (FES), Aragón, Cuatitlán, Iztacala así como el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Naucalpan.
Al respecto, Yazmín Alcalá Canto, afirmó que pese a que la máxima casa de estudios no ha confirmado la presencia de estos insectos en sus instalaciones, los estudiantes podrían llegar a tener afectaciones psicológicas, pues dijo, no estarían tranquilos de tomar clases en las aulas, ante la gran cantidad de denuncias hechas en redes.
“En el caso de todos los padecimientos que lleguen a afectar, ya sea psicológica o físicamente a nuestros estudiantes, la universidad tiene que tomar medidas preventivas, entonces, para seguridad sobre todo psicológica de ellos, mejor que estén en clases a distancia mientras se inspeccionan las instalaciones, se llevan a cabo más fumigaciones preventivas y ellos no están con ese espesor y ahora sí hablo de maná literal y gráfica con esa ansiedad de encontrarse en la piel”.
La especialista detalló que uno de los mayores problemas que generan las chinches es hallar los lugares en donde se esconden y reproducen. Explicó, que estos insectos suelen estar mayormente activos cuando las personas están en reposo o cuando duermen, momento que aprovechan para picar a las personas y alimentarse con su sangre.
“Tú te subes al metro y te duermes, es completamente normal, entonces donde hay gente dormida hay chinches, donde estés en reposo, si estás despierto no se alimentan, no son tontas porque te las puedes quitar. En lugares en los que estamos en actividad constante y no estamos durmiendo, es difícil que hay una proliferación, pero no imposible, son insectos que se puedan adaptar a cualquier condición pero ellas no son tontas, se van a alimentar cuando estamos completamente inmóviles”.
¡OMG!😱¡Las #chinches nos invaden!
Aunque la @UNAM_MX dijo que no hay plaga en las instalaciones de las facultades, un video de la @UNAM_FCPyS muestra otros datos.
Grabaron a una chinche caminando en el cabello de una alumna.😨 pic.twitter.com/k5xvEv5vSW
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) October 4, 2023
La profesora del Departamento de Parasitología de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia indicó que a diferencia de París, en donde es común ver a las chinches en casi cualquier espacio público, en la Ciudad de México estos insectos aún no se han convertido en una plaga, sin embargo, puntualizó, en caso de no tomar las medidas preventivas necesarias, el problema podría írsele de las manos a las autoridades capitalinas.
“Podemos hablar de que hay un aumento en las poblaciones, pero no sobre niveles anteriores preocupantes. Yo no lo consideraría una plaga al momento, vamos a esperar la inspección profesional, ya sí los entomólogos, biólogos, el personal que va a fumigar nos dicen, ‘bueno, encontré unos nidos terribles’, ahí ya podríamos hablar de una infestación, de una plaga. Por el momento son una que otra que se han encontrado y no sabemos si está el nido en la universidad o si las están transportando de algún lado en los que sí reposa a la gente, que es lo más probable”.
Alcalá Canto insistió en que de nada servirá que la UNAM realice la fumigación de todos sus espacios, si las autoridades de la Ciudad de México y del Sistema de Transporte Colectivo Metro no implementan también medidas para garantizar la salud de los usuarios.
“Tienen que fumigar también todos estos lugares como el transporte público. Por ejemplo en la UNAM ya están fumigando, pero de qué sirve si en el Metro, que es donde se encontró el foco no están haciendo nada, entonces va a ocurrir lo que pasó en el 2013 con los piojos con los niños que los mandaban las mamás todos cepilladitos y limpios a la escuela y salían otra vez infectados. Tenemos que cortar el ciclo por todos lados”.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN
La Doctora Yazmín Alcalá indicó que es necesario cortar de tajo la propagación de las chinches, para ello, dio una serie de recomendaciones como revisar colchones, bases de camas, muebles y demás espacios en donde estos insectos suelen alojarse.
“Hay que levantar los colchones, revisar el tambor de la cama, atrás de los cuadros, para ver si encontramos excretas de chinches que se ven como puntitos negros están recoaguladas y a veces dejan lo que se llama el exoesqueleto que sería el equivalente a su piel”.
La especialista señaló que en caso de encontrar chinches en casa, el paso inmediato sería hacer una fumigación. Recordó que estos insectos no transmiten agentes patógenos peligrosos como los que transmiten otros insectos como las garrapatas, mosquitos, pulgas o piojos, pero dijo, si llegan a causar problemas de ansiedad, de insomnio.
Finalmente, Yazmín Alcalá pidió dejar de lado el estigma social de que las chinches provienen de las personas que menos recursos económicos tienen y recalcó que su proliferación se debe a las movilidades humanas.
“El estigma social ya no debe aplicar el decir que pues porque uno es pobre, sucio, tiene chinches, no, las hemos encontrado en en hoteles carisísimos en varios lugares, o sea, no es necesariamente una enfermedad de pobreza o de suciedad, se debe al momento de movilidades humanas, de viajes y sobre todo a la resistencia a los insecticidas, entonces bueno, no hay que alarmarse, pero hay que estar atentos”.